Un informe del ISCIII analiza las principales manifestaciones del COVID-19
10 de mayo 2020. 12:46 pm
El SARS-CoV-2 afecta sobre todo a los pulmones, pero también puede infectar numerosos órganos, y muestra una gran diversidad clínica de síntomas y manifestaciones, según el ‘Informe del Grupo de Análisis Científico de Coronavirus del Instituto de Salud Carlos III’ (GACC-ISCIII). El periodo de incubación…
El SARS-CoV-2 afecta sobre todo a los pulmones, pero también puede infectar numerosos órganos, y muestra una gran diversidad clínica de síntomas y manifestaciones, según el
‘Informe del Grupo de Análisis Científico de Coronavirus del Instituto de Salud Carlos III’ (GACC-ISCIII). El periodo de incubación de la enfermedad oscila entre los cuatro y los 14 días después de la exposición al virus.
Los síntomas suelen aparecer cinco días después de la exposición, y cerca del 80% de los pacientes no tiene síntomas o muestra manifestaciones leves de la enfermedad. Normalmente, el sistema inmunitario es capaz de controlar el virus antes de que se extienda por el organismo, evitando que llegue a los pulmones. En el resto de la población la
COVID-19 se agrava y puede provocar diferentes cuadros clínicos.
En caso de complicaciones, son frecuentes los problemas pulmonares, que en ocasiones llevan a una fase crítica de la enfermedad, con problemas respiratorios y daños en otros órganos. En un 2-3% de casos la enfermedad provoca la muerte. En la aparición y desarrollo de la COVID-19 hay diversos factores que influyen en el riesgo de cada persona, como la edad, la carga viral, el género, la genética, el ambiente, las patologías previas, etc.
Los principales síntomas de la COVID-19 son la fiebre, la fatiga, la dificultad para respirar, la tos seca, el dolor de garganta, la pérdida de gusto y olfato, los dolores musculares y de cabeza... Estos síntomas no siempre aparecen a la vez ni con la misma intensidad.
Principales manifestaciones clínicas
- Infección en los pulmones, con posible falta de oxígeno y aparición de neumonía.
- Afectación de los riñones, incluido el fallo renal agudo.
- Cardiopatías, como arritmias, trombos o infartos.
- Fallos hepáticos.
- Alteraciones en el sistema digestivo, con náuseas, diarrea, dolor abdominal…
- Aparición de coágulos sanguíneos.
- Afectaciones neurológicas, como migrañas, convulsiones, meningitis e ictus.
- Respuesta inmunitaria descontrolada que puede ocasionar un fallo multiorgánico.
Una de las principales preocupaciones es controlar la respuesta inmunitaria que el cuerpo produce cuando se agrava la infección en los pulmones. La respuesta inmunitaria suele controlar el virus y frena la COVID-19. Pero, a veces, esta respuesta defensiva se descontrola y provoca una ‘tormenta’ de citoquinas que puede provocar el fallo multiorgánico y el fallecimiento del paciente.