El Cushing endógeno es un cuadro clínico que se produce cuando existe un exceso de cortisol en el organismo y que es entre 3 y 5 veces más frecuente en mujeres
14 de junio 2023. 12:05 pm
El cortisol es una hormona que ejerce múltiples efectos: ayuda al organismo a responder ante el estrés, a mantener la tensión arterial y los niveles de azúcar en sangre, reduce la inflamación e interviene en procesos metabólicos. Sin embargo, una cantidad excesiva en sangre puede…
El cortisol es una hormona que ejerce múltiples efectos: ayuda al organismo a responder ante el estrés, a mantener la tensión arterial y los niveles de azúcar en sangre, reduce la inflamación e interviene en procesos metabólicos. Sin embargo, una cantidad excesiva en sangre puede causar patologías como el Síndrome de Cushing.
La producción excesiva de cortisol (Cushing endógeno) puede tener lugar por mayor producción de ACTH (hormona corticotropa que se produce en la hipófisis y estimula la producción de cortisol por la suprarrenal) y se denomina Síndrome de Cushing ACTH dependiente. Esta mayor producción de ACTH puede ocurrir en la hipófisis, por la presencia de un tumor benigno, en general de pequeño tamaño (adenoma, enfermedad de Cushing), que es la causa más frecuente de Cushing endógeno.
Pero también puede producirse fuera de la hipófisis por la presencia de un tumor que puede estar situado en distintas localizaciones y que se denomina “ectópico”. Cuando es la glándula suprarrenal la que produce más cortisol de forma independiente de ACTH se denomina Cushing ACTH independiente o adrenal. Se debe habitualmente a un tumor benigno (adenoma) suprarrenal y “afortunadamente” de forma más rara a un carcinoma suprarrenal.
El Cushing endógeno es entre 3 y 5 veces más frecuente en mujeres que en hombres y se estima que esta enfermedad, considerada rara, se produce entre 2 y 4 casos por millón de habitantes al año. Sin embargo, “la frecuencia del síndrome de Cushing yatrogénico o exógeno está infraestimada.
Claves del Síndrome de Cushing
Cristina Alvarez Escolá, miembro del Área de Neuroendocrinología de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), destaca que los síntomas del Síndrome de Cushing son la acumulación de grasa en el abdomen y en la parte posterior del cuello, la cara redondeada, la aparición de estrías violáceas, la atrofia muscular con delgadez de extremidades y exceso de vello en cara, pecho y espalda (hirsutismo).
Asimismo, puede producirse un acúmulo de líquido en los tobillos (edemas), fragilidad capilar con tendencia a la formación de hematomas. Se produce también obesidad central, que afecta al tronco con extremidades adelgazadas, en ocasiones, de forma muy marcada.
Pueden existir también alteraciones menstruales, disfunción eréctil, hipertensión, diabetes, tendencia a desarrollar infecciones y trombos e incluso trastornos psicológicos. “En los niños se produce también una alteración en el crecimiento y en los adultos en la masa ósea”, especifica la experta.