Andrés García-Palomo, coordinador de la Sección de Resultados y Práctica Clínica de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM)
¿Cómo están impactando las nuevas tecnologías (Big Data, Inteligencia Artificial, técnicas de machine learning…) en el desarrollo de su especialidad? Aspectos positivos y/o negativos. Actualmente, el impacto es muy escaso por la baja penetración que están teniendo estas tecnologías en el ámbito sanitario en general….
¿Cómo están impactando las nuevas tecnologías (Big Data, Inteligencia Artificial, técnicas de machine learning…) en el desarrollo de su especialidad? Aspectos positivos y/o negativos.
Actualmente, el impacto es muy escaso por la baja penetración que están teniendo estas tecnologías en el ámbito sanitario en general. Sí es posible que, en disciplinas relacionadas con la Oncología, como puede ser la Anatomía Patológica o el campo del radiodiagnóstico, esté habiendo algunos atisbos de desarrollo, pero, en general, son escasos y anecdóticos. Lo mismo ocurre en el campo de desarrollo de nuevos fármacos, pero no se puede hablar de verdadera inteligencia artificial ni, por supuesto, de Big Data, aunque desde algunos sectores esto se publicite a bombo y platillo.
¿Podría explicar alguna experiencia piloto que lidere su sociedad científica o algún hospital en el campo de la innovación dentro de su especialidad?
Desde la Sección de Resultados y Práctica Clínica de la SEOM se ha iniciado una experiencia piloto en el campo de la inteligencia artificial, incluyendo el machine learning y el deep learning que está en la fase de validación prospectiva. La herramienta, desarrollada por compañeros de la UGC Oncología Intercentros del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga en colaboración con la Cátedra de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Málaga, pretende validar sus algoritmos de recuperación y análisis de datos en tiempo real en historias clínicas electrónicas de otros centros con sistemas operativos diferentes al original. Si el algoritmo funcionara, sería un éxito, porque ya está entrenado para reconocer y clasificar lenguaje natural, lo que permitiría analizar las variables más duras de los resultados en salud, algo necesario para conocer la efectividad de la práctica clínica en la vida real.
¿Alguna ya consolidada en su aplicación?
Existen algunas herramientas funcionando, pero no podemos hablar de consolidación en su campo.
¿Están preparados los sistemas sanitarios y los profesionales para adoptar toda esta innovación?
Es necesario que la formación de los nuevos profesionales sanitarios implique el conocimiento de las posibilidades de la Data Science y la aplicabilidad de los ecosistemas Big Data, algo que se está ya realizando en la formación posgrado, como una decisión voluntaria en la formación complementaria a la de pregrado. Son tantas las implicaciones y tanta la necesidad de que estas nuevas herramientas se integren de forma plena al quehacer clínico que deberían formar parte del currículum de los nuevos licenciados. El sistema sanitario público está en plena transformación digital. De hecho, hay una estrategia vigente liderada por la Secretaria General de Salud Digital. Es más, muchas consejerías de Salud de distintas CC. AA. han desarrollado estructuras, incluso en forma de direcciones generale para acometer tal transformación digital. Estamos en la fase previa, la de la digitalización, y en algunos casos aún en la anterior de digitación. La información manuscrita relevante aún existe, y en los casos en los que ya están implementados sistemas de historia clínica electrónica, esta suele tener estructura digital, pero no de transformación digital.
De todas las nuevas tecnologías o prácticas innovadoras, ¿cuál considera que va a tener mayor impacto en la asistencia sanitaria?
Cualquier implementación digital que suponga la extracción de resultados considerados importantes para el paciente, más allá de los clásicos de estructura y procesos, que lo haga en tiempo real y que lo realice de forma creíble y transparente, será la que transforme de verdad la Sanidad, entendida como una función que persigue mejorar la salud de las poblaciones. Siempre se ha dicho que la medición de resultados es como una fuerza que provoca la caída de prácticas y procedimientos obsoletos dejando solo lo que hay que hacer en función del conocimiento actual. Los resultados importantes para el paciente convierten la Medicina actual en una práctica profesional promotora de la salud y preventiva, predictora de eventos, y no solo reactiva, ante la aparición de enfermedades; además de que permita la participación real y responsable del paciente en sus cuidados a la vez de que sea el centro y eje en el que pivota todo el sistema. Es posible que veamos las primeras transformaciones digitales en el área del diagnóstico, donde los sistemas de reconocimiento de imágenes están muy desarrollados, permitiendo una aproximación e integración cada vez más profunda. Es muy probable que la integración clínica de la información ómica suponga una revolución por sus numerosas implicaciones, tanto éticas como terapéuticas. Tanto la inteligencia artificial como el Big Data están implementados y desarrollados ya en numerosos sectores. Esperamos que en el campo de la salud sea pronto.