Otros fármacos inmunosupresores no tuvieron repercusión en cuanto al riesgo de mortalidad y el pronóstico
19 de enero 2022. 11:51 am
Los pacientes bajo tratamiento crónico con corticoides de forma previa al ingreso hospitalario por COVID-19 tuvieron peor pronóstico durante la hospitalización. Así lo concluye una nueva investigación retrospectiva basada en datos de 14.973 pacientes. Estos provenían del Registro clínico SEMI-COVID-19 de la Sociedad Española de…
Los pacientes bajo
tratamiento crónico con corticoides de forma previa al ingreso hospitalario por COVID-19 tuvieron peor pronóstico durante la hospitalización. Así lo concluye una nueva investigación retrospectiva basada en datos de 14.973 pacientes. Estos provenían del Registro clínico SEMI-COVID-19 de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Esta realidad, en cambio,
no sucedió con la toma crónica previa al ingreso de otros medicamentos inmunosupresores como los denominados inhibidores de la calcineurina.
En concreto, los pacientes en tratamiento crónico con corticoides antes del ingreso hospitalario por COVID-19 presentaron más complicaciones intrahospitalarias. Entre las mismas destacaron el
Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo (SDRA) grave, sepsis, shock séptico, insuficiencia renal aguda y Síndrome de Disfunción Multiorgánica. Finalmente, el tratamiento crónico con corticoides sistémicos también se asoció con peores resultados entre los receptores de órgano de trasplante sólido.
De esta forma, se concluye que los corticoides presentan un beneficio bien establecido durante la fase inflamatoria de la COVID-19. Sin embargo, el tratamiento crónico con glucocorticoides en el momento del ingreso conlleva un riesgo especial de COVID-19 grave, complicaciones y muerte. El trabajo está disponible en el
International Journal of Infectious Diseases.
Tratamiento crónico con corticoides
En cuanto al tipo de tratamiento crónico con corticoides, hubo 1.243 prescripciones de medicamentos inmunosupresores. En concreto, entre los 868 pacientes inmunosuprimidos.
Los tratamientos más frecuentes fueron los glucocorticoides, seguidos de antimetabolitos como micofenolato, azatioprina y metotrexato, inhibidores de la calcineurina e inhibidores de m-TOR.
En general, la edad media fue de 69 años y 8.460 pacientes (56,5 por ciento) eran hombres. La tasa de mortalidad hospitalaria fue del 19,1 por ciento (2.857 muertes). Entre los tratamientos específicos de inmunosupresores crónicos,
solo el uso de corticoides al ingreso se asoció con mayor mortalidad.
Por último, el estudio también destaca que los receptores de trasplante de órgano sólido presentaron mayor riesgo de mortalidad. Mientras, los pacientes con enfermedad inflamatoria inmunomediada tenían un riesgo similar al de la población general sin inmunosupresión.