Algunos hombres temen perder la erección a causa del tratamiento. Sin embargo, el abordaje actual del cáncer de próstata no necesariamente tiene un impacto funcional
8 de noviembre 2023. 10:13 am
Con el objetivo de animar a los varones a desmitificar la consulta con el urólogo, Cardiva y LYX Instituto de Urología ponen en marcha la campaña #SOSpróstata, que se desarrolla en redes sociales del 6 al 10 de noviembre, en el marco del Mes de…
Con el objetivo de animar a los varones a desmitificar la consulta con el urólogo, Cardiva y LYX Instituto de Urología ponen en marcha la campaña #SOSpróstata, que se desarrolla en redes sociales del 6 al 10 de noviembre, en el marco del Mes de la Salud Masculina. Uno de los miedos es que el tratamiento del cáncer de próstata suponga sufrir incontinencia o la pérdida de la erección. Sin embargo, el abordaje actual del cáncer de próstata no necesariamente tiene un impacto funcional. “Hoy en día, utilizamos cirugía robótica, terapia focal y técnicas de radioterapia intervencionista que son mucho más conservadoras con la función sexual y la continencia”, afirma Claudio Martínez-Ballesteros, especialista en Patología Prostática y Uro-oncología de LYX Instituto de Urología.
Por otra parte, esta campaña también aborda el miedo a la revisión urológica. Las mujeres han asumido desde hace muchos años que tienen que hacerse revisiones ginecológicas, pero muchos hombres aún son reacios a acudir a una valoración urológica. ¿El motivo? El miedo al tacto rectal, cuando realmente no es una herramienta de exploración habitual, ya que es muy subjetivo y hay muchas variables que hacen que falle frecuentemente”, asegura el especialista. El urólogo hará una revisión de salud sexual, urológica, vascular… y, además, investigará si cabe la posibilidad de que el paciente tenga un cáncer de próstata, un tumor que, en general, es asintomático.
Tratamiento del cáncer de próstata
Por otra parte, en cuanto al tratamiento del cáncer de próstata, destaca la electroporación irreversible (IRE) es una técnica ablativa no térmica que destruye las lesiones tumorales mientras preserva estructuras anatómicas sensibles, como vasos sanguíneos y vías biliares. Así, permite hacer ablaciones focalizadas en casos muy seleccionados con un mínimo impacto funcional, en comparación con otras terapias de energía.
“Estamos siguiendo los pasos del cáncer de mama, donde existen tratamientos focales desde los años 90, por lo que la terapia focal en cáncer de próstata va a seguir creciendo. El paralelismo con el cáncer de mama es recomendable tanto para ir al médico como para desmitificar el impacto funcional de los tratamientos”, concluye Martínez-Ballesteros.