Los laboratorios TEVA han patrocinado el
libro “Antibióticos Inhalados” realizado por expertos dedicados esencialmente a esta patología. El objetivo de este trabajo es detallar un adecuado manejo de los pacientes con infecciones broncopulmonares con situaciones comprometidas y con difícil y largo seguimiento. Todo ello además de abordar el uso de los antibióticos inhalados.
De esta forma, se trata de una obra colaborativa de 26 autores. La misma recoge algunos temas poco conocidos, como las
formulaciones endovenosas de antibióticos por vía inhalada y la farmacoeconomía de los antibióticos inhalados. Su director es Luis Máiz Carro, especialista de la Unidad de Infección Bronquial Crónica, Fibrosis Quística y Bronquiectasias del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. “En esta publicación se recogen las últimas actualizaciones de la antibioterapia inhalada en sus múltiples facetas. Es decir, los principios en los que se fundamenta y el funcionamiento y las indicaciones de los dispositivos de inhalación y nebulización más utilizados”.
Costes de las infecciones broncopulmoranes
Uno de los temas destacados son los costes de las infecciones broncopulmonares. Sobre esta cuestión se pronunciaba David de la Rosa Carrillo, neumólogo en el Hospital de la Santa Creu i San Pau de Barcelona. Así,
según un estudio realizado en 29 hospitales nacionales, el coste medio de la hospitalización por infecciones broncopulmonares fue de 5.284,7 euros. Gran parte de esta cifra estaba destinada a los gastos generados durante la estancia en la sala de hospitalización. Sobre todo a los costes estructurales del hospital. Según el autor, este coste se debe, en gran medida, a un mayor número de exacerbaciones, hospitalizaciones, visitas ambulatorias que en algunos casos puede requerir del uso crónico de antibióticos inhalados.
“El uso cada vez más frecuente de la antibioterapia inhalada en la práctica clínica la ha convertido en una herramienta imprescindible para la
infección bronquial crónica. Este interés de la comunidad médica en
esta enfermedad puede condicionar que este tratamiento produzca en el futuro un notable impacto económico en los sistemas sanitarios”, asegura el neumólogo.
En este sentido, el documento señala que, en los últimos años, se ha demostrado con fármacos como los broncodilatadores o los corticoides inhalados que una de las bases terapéuticas de estas enfermedades es elegir la vía inhalatoria para su tratamiento. Sin embargo, en el caso de los antibióticos inhalados en la fibrosis quística “sí han funcionado pero todavía no se ha podido demostrar con claridad su efectividad en bronquiectasias”. Además,
los expertos consideran que los antibióticos inhalados deberían convertirse en el tratamiento habitual de la infección bronquial crónica. Es decir, no solo de bronquiectasias y fibrosis quística.