El vitíligo es más que una enfermedad estética

El vitíligo es más que una enfermedad estética. Es una enfermedad crónica autoinmune. Uno de sus grandes problemas es el infradiagnóstico, cuyas cifras se sitúan en el 0,2%. Ante esta situación es importante que haya una mayor agilidad en el diagnóstico y que no se banalice la enfermedad. José Luis Estevaranz, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Fundación Alcorcón, de Madrid, ha comentado en la presentación de la campaña Vitíligo: más allá de lo que se ve, que “el 65% de los profesionales transmite a los pacientes con vitíligo que no hay tratamiento, según los datos de una encuesta realizada a médicos de Atención Primaria y a dermatólogos”. La campaña que se pone hoy en marcha con motivo del Día Mundial de Vitíligo, cuenta con el apoyo de la compañía biofarmacéutica Incyte y el aval de la Asociación de Pacientes de Vitíligo (ASPAVIT) y de la Fundación Piel Sana de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

Avances

El dermatólogo se ha mostrado optimista ya que cada vez se conoce más sobre el vitíligo y se dispone de más armas terapéuticas para manejar la enfermedad y la comorbilidades asociadas. Entre éstas se encuentra “el hipotiroidismo, la diabetes, la anemia perniciosa y otras enfermedades cutáneas, como la psoriasis y alopecia areata, todas con un trasfondo inmunológico”. A estas comorbilidades hay que añadir que la depresión, la ansiedad y los problemas del sueño son frecuentes en estos pacientes, según ha indicado Luis Ponce de León, presidente de ASPAVIT.

Factores implicados

Tal y como ha recordado José Luis Estevaranz, el vitíligo es una enfermedad visual, que cursa con unas manchas características. El 50% debuta antes de los 30 años, lo que la convierte en crónica y es de origen autoinmune. El factor genético también influye, ya que el 8% de los afectados tienen un familiar con vitíligo, porcentaje que asciende al 23% si hay dos. También se sabe que hay factores ambientales que lo desencadena, como son los ácaros y la contaminación, que hacen que el sistema inmune se ponga en marcha y no reconoce a los melanocitos, por los que los destruye. “Ahora sabemos qué molécula que está alterada y cómo se puede frenar. Además, podemos estabilizar el melanocito para que vuelva a producir melanina, lo que supone un cambio importante para los pacientes”.

Nuevos tratamientos

Aunque no hay cura, ha destacado el dermatólogo, sí que los nuevos tratamientos mejoran su control. Entre estos se encuentran los inmunomoduladores, como los inhibidores de las jak kinasa 1 y 2, entre los que se encuentra ruxolitinib. “Es el primer producto tópico con aprobación de la FDA y la EMA para el vitíligo”, ha indicado el especialista. La fototerapia tienen un papel clave para la repigmentación, ya que con los rayos UVB de banda estrecha se estimulan los melanocitos sin un aumento del riesgo del cáncer de piel.