El desequilibrio muscular puede ser provocado por haber sufrido una lesión de una extremidad que debe ser puesta en extremo reposo, también después de una larga hospitalización, tiempo en el cual el paciente pierde fuerza en los músculos y por tanto masa muscular.
Entre las opciones fisioterapéuticas que existen se encuentra la electroestimulación, Pabay Ganhi, especialista en el tema, indica que esta herramienta puede acelerar el crecimiento muscular, así como logra incrementar el metabolismo.
También existe la terapia para pacientes de la tercera edad que puede revertir la pérdida de movilidad que se produce con la edad, mejorando la calidad de vida, además puede devolver la sensibilidad en algunos casos y hasta en control del dolor por algunos padecimientos como la artritis.
El especialista Pabay Gandhi asegura que el resultado obtenido es 150 veces la activación normal de un músculo, lo cual consigue una mejoría en un tiempo seis veces menor, otros especialistas electroterapeutas aseguran que los efectos deben notarse a partir de la tercera sesión, de no ser así es recomendable cambiar de tratamiento.
Esta terapia aprovecha las señales eléctricas que naturalmente manda el cerebro para conducir esas mismas cargas mediante electrodos colocados en zonas específicas del cuerpo para contra restar los efectos del desequilibro muscular, combinando los movimientos voluntarios con las contracciones musculares propias de la electroestimulación.
Los electrodos cubren la mayoría de grupos musculares se activan simultáneamente a fin de que el paciente pueda entrenar al mismo tiempo diferentes grupos musculares, algo que no podría hacer con las terapias convencionales.
En caso de los pacientes con sobre peso puede ayudar a la disminución de grasa corporal al mismo tiempo, se produce un aumento significativo de la musculación en los brazos, pecho, espalda y piernas.
Durante el entrenamiento con electroestimulación, más del 90 por ciento de las fibras musculares se contraen simultáneamente, incluida la musculatura profunda, algo que no se puede conseguir con el entrenamiento por pesas. En consecuencia, se mejora la coordinación intra e intermuscular.
Esta terapia no es recomendable en caso de que el paciente cuente con un marcapasos cardiaco, padezca problemas de circulación, hernias en el abdomen o inguinales y en algunas perturbaciones neurológicas como epilepsia, tromboflebitis activa o no controlada, así como al presentar niveles altos de ácido úrico. Es recomendable que estas terapias sean realizadas a tempranas horas de día, pues al hacerlo al anochecer podría provocar alteraciones en la manera de conciliar el sueño.