El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) define al embarazo infantil cuando ocurre en menores de 14 años. Es prioritario señalarlo como un problema de salud mundial debido a las consecuencias que tiene para las mujeres de este sector de la población, sus hijos e hijas y en general, para el desarrollo de los países.
Niñas víctimas de usos y costumbres
Este fenómeno es resultado de diferentes factores socioculturales, por ejemplo, datos de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en niñas y adolescentes señalan que, en el 2020, se registraron 8 mil 876 nacimientos de madres menores de 14 años como producto de matrimonios arreglados, pobreza extrema y violencia sexual.
El 98 % de estos nacimientos fueron de madres de entre 13 y 14 años. Estas prácticas se ven con mayor frecuencia en los estados de Chiapas, Tabasco, Coahuila y Guerrero, lugares donde se hace más evidente la brecha social, la pobreza y a la trasgresión de los derechos sexuales y reproductivos de las niñas, alerta Paula Rita Rivera Núñez, gerente de Operaciones de Telefem.
Complicaciones del embarazo infantil
El Dr. Eduardo López Ceh, representante médico de Telefem, advierte que las niñas embarazadas en edades tempranas podrían engrosar las estadísticas de muerte materna, al considerarse embarazos de alto riesgo. 'Esto es una muestra de la violencia de género y la falta de protección hacia las menores”, puntualiza.
La Organización Mundial de la Salud señala que el
55 % de los embarazos no deseados entre las adolescentes de 15 a 19 años terminan en abortos. El riesgo de sufrir eclampsia, endometritis puerperal e infecciones sistémicas aumenta en menores de 10 a 19 años. Además estos recién nacidos tienen mayor riesgo de ser prematuros, presentar bajo peso y tener afecciones neonatales graves.
Desconocimiento de derechos sexuales y reproductivos
El desconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos está directamente relacionado con la falta de oportunidades educativas, económicas y sociales, círculos difíciles de romper en los cuales se repite, en la mayoría de las veces, un ciclo de abuso en sus propios hogares.
Es común que por factores culturales y religiosos, los padres deseen seguir con la gestación. Sin embargo, de acuerdo con la
Cartilla de Derechos Sexuales de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), los adolescentes tienen derecho a decidir de manera informada y libre sobre su vida reproductiva.
Los sesgos culturales, el desconocimiento de los riesgos del embarazo infantil y la falta de opciones informadas sobre el
aborto seguro, obstaculizan este derecho en muchos de los estados de la República Mexicana al no permitir la interrupción legal del embarazo.
Por ley el Estado debe garantizar que los derechos sexuales y reproductivos sean conocidos y libremente ejecutados, el acceso a la educación es fundamental para que una niña de 12 años identifique que su cuerpo nadie debe tocarlo y pueda sentirse segura de hablar y denunciar un abuso, concluyen los expertos.