La Sociedad Española de Cardiología (SEC) quiere destacar los resultados de dos estudios recientes que demuestran que el embarazo puede ser un elemento protector de enfermedad cardiaca en madres que no padezcan una cardiopatía previa. La Mount Sinai School of Medicine de Nueva York ha realizado una investigación experimental con ratones a través de la cual ha sido capaz de demostrar que las células fetales tienen la capacidad de reparar los corazones de las embarazadas.
Así, los investigadores provocaron infartos controlados en ratones sanos gestantes y marcaron con una proteína fluorescente las células fetales para poder distinguirlas de las células propias de la madre. Tras el infarto, pudieron comprobar que las células de los fetos eran capaces de viajar hasta el corazón de la madre para reparar y sustituir las células dañadas.
Las células fetales que provenían de la placenta se regeneraron en células musculares cardiacas y células del endotelio vascular. A las dos semanas del infarto de la madre, se comprobó que estas células se habían reinsertado en el corazón materno y que representaban el 2 por ciento del total de las células del órgano.
'Aunque ya hace unos años que se ha demostrado la existencia de un intercambio de células entre el feto y la madre, este estudio es absolutamente estimulante e ilusionante', destaca la Dra. Milagros Pedreira, presidenta del Grupo de Trabajo de Enfermedades Cardiovasculares en la Mujer de la SEC. 'Investigaciones de este tipo abren una nueva vía de estudio en el área de las células madre y de la regeneración cardiaca que podrían convertirse en una alternativa para nuestros pacientes'.
'Realmente resultaría fascinante que el feto fuese capaz de devolver células con potencial regenerador a la madre, que aporta todos los nutrientes y los medios óptimos y necesarios durante los nueve meses de embarazo para el desarrollo de un ser humano', afirma la doctora.
Existe otro estudio, llevado a cabo por la Universidad de California y publicado por la American Society for Reproductive Medicine en su diario Fertility and Sterility, que, tras analizar a cerca de 1.300 mujeres, relaciona el número de embarazos con la disminución del riesgo y mortalidad cardiovascular en las postmenopáusicas. Así, el estudio ha demostrado que las mujeres que habían tenido cuatro o más embarazos gozaban de un riesgo menor de padecer enfermedad cardiovascular que aquellas que no habían quedado encintas o que lo habían hecho en menos ocasiones.
Aunque los investigadores no han sido capaces todavía de conocer la explicación de este fenómeno, barajan diversas posibilidades. Una de ellas es el hecho de que existe una mayor exposición hormonal durante el embarazo, principalmente de estrógenos, lo que mejoraría la función endotelial o capa interna de las arterias; otra explicación podría deberse al mayor apoyo social proveniente de una familia numerosa.
'En cualquier caso, si bien hacen falta más estudios para conocer la relación exacta entre el número de embarazos y la salud cardiovascular, estos datos pueden suponer un estímulo para futuros trabajos e investigaciones en este terreno. A la larga, incluso podrían suponer un avance más en la diferenciación de medicina de género', asevera la Dra. Pedreira.
'Aunque poco a poco van apareciendo nuevos estudios que certifican los beneficios del embarazo en el corazón de la mujer, no debemos olvidar que la gestación también se considera situación de riesgo para algunas personas', avisa la doctora.
Concretamente, el corazón de la madre deberá aumentar su esfuerzo en un 50 por ciento durante el embarazo, ya que el cuerpo de la mujer sufrirá cambios fisiológicos a los que el sistema cardiovascular deberá adaptarse. Así, se incrementará el volumen sanguíneo, la frecuencia cardiaca y el gasto cardiaco. Además, se producirá un descenso de la tensión arterial, tanto la sistólica como la diastólica.
Para evitar complicaciones, la SEC recomienda a las embarazadas, y especialmente a las que ya presentan cardiopatías, vigilarse periódicamente la tensión arterial, apuntando en un cuaderno las cifras para mantener el control; una dieta baja en sal, dejar de fumar y tratar de llevar una vida lo más saludable posible. 'Además, para la paciente cardiópata resultará imprescindible seguir las indicaciones de un equipo médico multidisciplinar, ya que el seguimiento de un embarazo en un perfil de este tipo requiere tener presente el riesgo materno y el riesgo fetal, considerándose el embarazo como de alto riesgo, lo que implica una estrecha colaboración entre cardiólogos, obstetras y anestesiólogos', concluye la Dra. Pedreira.