Cristóbal Coronel Rodríguez preside la
Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria. Uno de los principales problemas de su especialidad es que se les ha privado del tiempo necesario para poder atender a los niños y a sus familias.
¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan los pediatras de Atención Primaria?
Es importante hacer frente a varias situaciones, como la saturación de consulta por cupos excesivos. Tampoco hay suplencia de los profesionales y a la falta de formación continuada por parte del sistema público.
¿Cómo está la situación actual en dicho escalón asistencial?
En Atención Primaria las consultas saturadas, existe una falta de tiempo para asistencia de las personas que acuden a las consultas, no hay la suficiente formación de los profesionales y nula colaboración para la investigación.
¿Qué medidas proponen para mejorarla?
Desde nuestro punto de vista, es necesario hablar con los profesionales implicados. Es importante que no se hagan más grupos de trabajo ni comisiones para analizar la situación, para dar la sensación de que se hace algo y demorar para no hacer nada. Todo esto se ha hecho e, incluso, se ha publicado en el BOE, como documento estratégico para la mejora de la Atención Primaria. Pero después de cinco años, no se ha hecho casi nada.
¿Qué piden a las administraciones para seguir avanzando?
Es imprescindible que haya una inversión real y no tantas promesas. Necesitamos que se haga política sanitaria y no se politice la sanidad. No queremos que se tenga como una herramienta de enfrentamiento político y colocación de sinecuras y amigos. Por eso, hay que añadir el incremento de la dotación económica para Atención Primaria hasta conseguir el 25 por ciento del presupuesto solicitado y exigido a la Administración desde hace años. Muchas veces lo han prometido.
¿Qué papel tiene la formación en los objetivos de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria?
La formación es fundamental, pero por parte del sistema público no se nos ofrece nada. Todas las medidas van dirigidas al ahorro. Parece que más que un servicio o necesidad pública somos un servicio de gasto que hay que atajar y controlar.
La Atención Primaria requiere una dedicación absoluta. El pediatra de Atención Primaria debe de estar formado en todos y cada uno de los procesos que conforman el crecimiento y desarrollo del niño, lo que requiere una formación continuada en cualquier ámbito que concierna al paciente pediátrico.
Una buena formación, ¿mejora la asistencia?
Sin lugar a ninguna duda. De ahí la importancia del tiempo para dedicar a cada paciente y la necesidad de emplearlo en recibir formación actualizada y dinámica desde la propia administración, a ser posible.
¿Cómo califica la formación de los pediatras españoles?
La formación de los pediatras es excelente, y añadiría que en Atención Primaria esta se obtiene gracias al esfuerzo, dedicación y tiempo personal y familiar.
¿Cuáles son las fortalezas de la pediatría de Atención Primaria?
La motivación, ética profesional, años de formación, personal altamente cualificado y considerado, cercanía y accesibilidad infinita a la población.
Y, ¿sus debilidades?
La posibilidad que aparezca burnout al cabo de los años. Hay una escasa inversión, poca motivación y no hay retribución adecuada a su formación y dedicación. La formación de los pediatras es excelente, pero es imprescindible que esta formación se incremente y consolide cada día. Eso no será posible si no hay medios económicos, si las consultas están saturadas, si no se cubren bajas o vacaciones, y si el médico de primaria está exhausto. No se puede, ni se debe trabajar con voluntarismo, las condiciones laborales deben mejorar.
¿Qué relación mantienen con distintas sociedades de Atención Primaria?
Excelente y continuas.
¿Y con la AEP?
Excelente y mejor que nunca
Entre las patologías que atienden en sus consultas, ¿cuáles son las más frecuentes?
Suelen ser de carácter social, infecciosas, las relacionadas con la gastroenterología y la patología neurológica.
¿Cuentan con los medios necesarios para poder ofrecer una adecuada asistencia?
No, porque se nos ha privado de lo más importante de la Atención Primaria, el tiempo para dedicar a los niños que atendemos y a sus familias. No hay falta de medios en cuanto a dotación de material e infraestructuras, que también, sino sobre todo tiempo. Se ha sustituido lo importante por lo urgente y la demanda del usuario como objetivo. En un sistema de barra libre, no se valora muchas veces ni la atención, ni la gravedad, ni la necesidad de urgencia. Confundimos prisas o conveniencia con urgencia para aumento de la satisfacción del usuario que nunca podemos cubrir al cien por cien, dado que las exigencias son progresivas y nuestro tiempo y recursos limitados. Somos nosotros los que tenemos que controlar el tiempo y recursos que dedicar a la atención.
¿Qué papel tiene el pediatra en la detección de distintas patologías, como oncológicas, neurológicas, cardiológicas…?
El papel que tenemos es clave al ser el primer contacto del sistema sanitario, basado además en una confianza por relación directa con toda la familia.
Una vez diagnosticadas y tratadas dichas patologías, ¿qué papel tienen ustedes en su seguimiento?
El pediatra de Atención Primaria coordina con la atención especializada para hacer seguimiento adecuado, sin tener que duplicar las visitas.
En cuanto a la prevención de las distintas patologías, ¿cómo está la situación?
Se ha mejorado en el calendario de vacunaciones y las visitas de salud de acompañantes. Son dos aspectos preventivos clave en la mejora de la salud de la infancia.
¿Cómo se maneja al paciente con patología psiquiátrica/psicológica?
Con sinceridad, francamente mal y por zonas aún peor. Los recursos no son los mismos en todos lados. La igualdad y equidad no van con la asistencia sanitaria, no se tienen los mismos recursos ni medios para los niños según el código postal al que pertenecen