Enfermedad renal crónica y COVID-19

Los individuos con enfermedad renal crónica (ERC) son vulnerables a desarrollar formas graves de COVID-19, y la lesión renal aguda es una complicación común de COVID-19, según un análisis reciente que ha examinado los efectos temporales de la ERC preexistente y de otras condiciones médicas en los resultados de la COVID-19 por oleadas a lo largo de la pandemia. Los investigadores del estudio, presentado en la ASN Kidney Week 2022, identificaron 64.246 casos de COVID-19 durante 4 oleadas en el Centro Médico de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York (Estados Unidos), de los cuales el 8 por ciento fueron graves y el 18 por ciento requirieron hospitalización. Así, el riesgo de COVID-19 grave se asoció con la enfermedad renal crónica preexistente, la cardiopatía, la diabetes y la hipertensión en la mayoría de las oleadas; y con la enfermedad pulmonar, la obesidad y el cáncer en al menos una oleada. Además, la lesión renal aguda se produjo en el 49 por ciento de los casos graves y en el 35 por ciento de los hospitalizados. El riesgo de lesión renal aguda se asoció a la insuficiencia cardíaca, la obesidad, la diabetes y el cáncer en la mayoría de las oleadas; y a la ERC, la enfermedad arterial coronaria, la hipertensión y el accidente cerebrovascular en una o dos oleadas. 'La ERC preexistente fue uno de los predictores clínicos más consistentes de la gravedad de la COVID-19, de las complicaciones y de los malos resultados a través de las múltiples oleadas de la pandemia', ha apuntado el autor principal, Ning Shang. 'Los hospitales podrían incluir la evaluación de la función renal en las poblaciones de pacientes como parte de las consideraciones para planificar los tratamientos y evaluar las capacidades de los hospitales durante futuras olas pandémicas', ha añadido el coautor Krzysztof Kiryluk.