La diabetes es una enfermedad crónica y, por eso, es de gran importancia la educación del paciente y de sus familiares con el objetivo de conseguir un buen control de la glucemia. La Enfermería juega un papel básico y fundamental en el control del paciente diabético tipo 2. Una vez que el paciente es diagnosticado por su médico, el control y seguimiento debería ser en mayor parte por Enfermería, para llevar a cabo los controles glucémicos, de peso, tensión arterial...
No hay que olvidar que hay casos en que se debe acudir al mediador cultural, ya que en ocasiones a los pacientes inmigrantes les cuesta seguir las pautas marcadas, ya sea por cuestiones culturales o por idioma.
Formación
Por eso, el personal de Enfermería debe tener una base sólida y actualizada sobre educación diabetológica para que pueda establecer las medidas preventivas y mejorar la calidad de vida de pacientes diabéticos.
Con respecto al papel del farmacéutico en el control de la diabetes, este puede ayudar al paciente diabético a conocer y diferenciar los distintos grupos de alimentos; detectar el grado de satisfacción respecto a su alimentación y facilitar una buena interpretación del etiquetado alimentario al pacientes y al su entorno familiar más cercano. Así, la intervención del farmacéutico en la diabetes se puede concretar en la detección precoz de la diabetes, la educación diabetológica, la dispensación activa, la indicación o consulta farmacéutica y el seguimiento farmacoterapéutico.
Calidad de vida
En el control del paciente diabético, las asociaciones de pacientes desempeñan un papel muy importante para mejorar la calidad de vida, ya que pueden transmitir un conocimiento más directo y de primera mano de la realidad del día a día a las personas afectadas por la enfermedad. Por eso, es bueno que se recomiende a los pacientes acudir a las asociaciones, ya que pueden ayudar tanto a ellos como a sus familias a resolver alguna duda que no se atreven a preguntar al personal sanitario. Son de utilidad para las personas que acaban de debutar con la enfermedad, para que conozcan el día a día de otros pacientes ya veteranos y que los aconsejen en como tener una mejor calidad de vida.
Para poder mejorar la asistencia de los pacientes con diabetes, los especialistas piden disponer de mayor tiempo en cada visita. La población tiene una perspectiva de vida superior a la de hace unos años, lo que implica la necesidad de emplear mas tiempo en las visitas que no se consigue por la presión asistencial.
Desde el punto de vista del personal sanitario, es muy importante comprender cómo los pacientes interpretan y asimilan su enfermedad y saber si la información facilitada se adapta al máximo posible a las necesidades socio-culturales, familiares y económicas de los pacientes. En este sentido, es importante tener en cuenta la opinión del paciente a la hora de establecer las pautas del tratamiento, el paciente debe estar convencido de lo que va a hacer y porque lo va a hacer. La comunicación efectiva y afectiva entre los profesionales y el paciente es una herramienta muy útil para favorecer el cumplimiento del tratamiento y mejorar la calidad asistencial.
En conclusión, es necesaria una mayor comunicación medico/paciente en el tratamiento de las personas con diabetes, sobre todo en los primeros momentos, que es cuando el paciente se muestra mas dubitativo y suscita más preguntas relacionadas con su día a día.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Medicina General Elena Hernández Boluda, María Teresa Vidal Sarmiento, Encarna Ramón Meneses y José Ignacio Menjón Urchaga; Margarita Saiz, Yamileth Ramos y Montserrat Garrido, del CAP Rambla, Terrassa; los médicos de familia Neus Jou Turallas, Olga Palomo Calzada, Carmen Cerrillo Cabañero y Fidel Riba Barres, del Centro de Salud de Mollet del Vallés, y Eduardo Rebollo Hernamperez, Rosa Cortes Serra, Ramón Usoz Otal, Miquel Puigserver Colom. Jorge Vinaches Soler, Jordi Pérez Galindo, Nuria Alberti Masalleras y Nuria López Lapeña.