Datos de un informe elaborado por el Registro Español de Trasplante Pulmonar muestran que la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica es la primera causa de trasplante pulmonar en adultos, seguida de la fibrosis pulmonar idiopática
13 de junio 2016. 1:02 pm
La causa más frecuente de trasplante pulmonar adulto es el enfisema o EPOC, seguida de la fibrosis pulmonar idiopática, representando ambas más del 60 por ciento del total de las indicaciones, según datos publicados recientemente en el informe elaborado por el Registro Español de Trasplante…
La causa más frecuente de trasplante pulmonar adulto es el enfisema o EPOC, seguida de la fibrosis pulmonar idiopática, representando ambas más del 60 por ciento del total de las indicaciones, según datos publicados recientemente en el informe elaborado por el Registro Español de Trasplante Pulmonar (RETP).
En los trasplantes pediátricos, la fibrosis quística es la principal causa del trasplante (68 por ciento de los casos) y la supervivencia al año es del 80 por ciento y del 70 por ciento a los 3 años. La causa de fallecimiento más frecuente, tanto en trasplantados adultos como pediátricos, es la infección asociada o no a rechazo crónico.
La probabilidad de supervivencia tras el trasplante pulmonar adulto en los tres primeros años es del 72 al 60 por ciento. Los pacientes que sobreviven al tercer mes postrasplante alcanzan supervivencias entre 75,2 por ciento y el 89,7 por ciento.
Después del trasplante, a menudo, los neumólogos de un centro no trasplantador se encuentran ante situaciones complejas que desconocen cómo abordar. Amparo Solé, de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), ha impartido una conferencia durante el 49 Congreso Nacional de SEPAR sobre este tema. 'Saber reconocer las situaciones de riesgo e identificar cuándo se debe contactar con el centro trasplantador son los objetivos primordiales de esta sesión. Pretendemos extender el conocimiento sobre el trasplante de pulmón más allá de los siete centros de referencia existentes en España', señala Solé.
'Los ejes formativos estratégicos a seguir serán tres: mantener el grado de inmunosupresión óptimo en cada paciente, diagnosticar y tratar de forma precoz las complicaciones postrasplante e identificar y controlar los múltiples efectos adversos de los fármacos inmunosupresores', añade.
