EPOC y dislipemia se interrelacionan al compartir un componente inflamatorio sistémico

La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una enfermedad respiratoria que se caracteriza por una limitación permanente del flujo aéreo, es parcialmente reversible y está asociada a una respuesta inflamatoria pulmonar anormal. La dislipemia se define como una alteración en los niveles de lípidos en sangre, principalmente colesterol y triglicéridos que puede provocar ateroesclerosis. “Ambas patologías mantienen una estrecha relación ya que comparten un componente inflamatorio sistémico”, explica la doctora Martha Morales, del Centro de Salud Corrales, en Huelva. La presencia de dislipemia e hipertensión arterial son factores de riesgo prevalentes en pacientes con EPOC, lo que impacta negativamente en su pronóstico vital. Se ha observado una asociación significativa entre dislipemia y otras enfermedades como accidentes cerebrovasculares, enfermedad renal crónica y arteriopatía periférica. “Por lo tanto, el manejo de la dislipemia puede ser esencial en el tratamiento integral de los pacientes con EPOC, aunque se debe individualizar el plan de tratamiento para cada paciente”, apunta la doctora. Su colega, el doctor Víctor Blanco, del Centro de Salud de Gibraleón (Huelva) refiere un estudio publicado en la Revista Clínica Española de Medicina Interna, en 2020. En ese trabajo se concluye que la dislipemia en el paciente con EPOC es una comorbilidad relevante con un importante nexo de unión con la presencia de enfermedad cardiovascular. “La hipertensión arterial y la diabetes mellitus tipo 2 son las enfermedades que más se relacionan con la insuficiencia cardíaca y el accidente cerebrovascular. El grupo B de las categorías GOLD 2017 es el que mayor relación muestra con la presencia de comorbilidad cardiovascular”, dice el especialista.

Incidencia de ambas patologías

Sobre la incidencia de ambas patologías conjuntas, el doctor Abraham Chagui, del Centro de Salud de San Juan del Puerto, en Huelva, dice que “en la práctica clínica habitual, se ha observado un elevado número de pacientes con diagnóstico de dislipemia, EPOC o ambas a la vez”. Según el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud, la prevalencia de la EPOC se sitúa en 33,9 casos por cada 1.000 habitantes, con una incidencia casi duplicada en hombres en comparación con mujeres. En Andalucía, según los datos que maneja el experto, se diagnosticaron 31.776 casos de EPOC en 2023, siendo Sevilla (con 7.474 casos) y Málaga (con 5.851 casos) las provincias con mayor incidencia. Respecto a la dislipemia, Andalucía registra la tasa de mortalidad más alta de España, superando la media nacional de un 35 % de las defunciones. “Aunque no existen cifras precisas sobre la asociación entre la prevalencia de EPOC y dislipemia, diversos estudios sugieren que más del 50 % de los pacientes con EPOC cumplen criterios diagnósticos de dislipemia”, apunta. Por su parte el doctor Blanco, señala que existen datos como los del estudio CCECAN que revela que “los pacientes EPOC presentan una alta prevalencia de enfermedades que incrementan el riesgo cardiovascular como la dislipemia  (73 %), la obesidad (41 %), la hipertensión arterial (72 %) y la diabetes mellitus tipo 2 (39 %), entre otras”. “De estas cifras se deduce que, frente a la población general, los pacientes con EPOC presentan un importante incremento en el riesgo de presentar dislipemia”, indica. Según este mismo estudio, el doctor Francisco Fuentes, del Centro de Salud de Pilas (Sevilla) subraya que: “el 66,7 % de los pacientes con EPOC tienen dislipemia”.

Manejo de la dislipemia en paciente EPOC

Teniendo en cuenta esta interrelación entre ambas patologías, es fundamental aumentar el control del estado lipídico en los pacientes afectados por la EPOC, sostiene el doctor Fuentes. “Varios estudios han revelado que entre el 60 % y el 90 % de los pacientes con EPOC presentan alguna comorbilidad concomitante, con una media de cuatro enfermedades crónicas por paciente. Las comorbilidades más frecuentes incluyen accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardíacas, como insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica y arritmias, las cuales son algunas de las principales causas de muerte en estos pacientes”, asegura. “La relación entre la dislipemia y la enfermedad cardiovascular conlleva un riesgo incrementado para el desarrollo de trastornos inflamatorios que pueden afectar a la EPOC”, añade el doctor Marcos Santos, del Centro de Salud La Orden, en Huelva. “Esta asociación se evidencia en la alta prevalencia del síndrome metabólico en pacientes con EPOC, donde el componente lipídico juega un papel crucial”, agrega. En este sentido, ahonda el especialista, el control del perfil lipídico es fundamental en todos los pacientes, incluidos aquellos con EPOC. Sin embargo, señala que la decisión de intensificar dicho control en pacientes con EPOC debe ser individualizada, considerando factores como el riesgo cardiovascular, la presencia de otras comorbilidades y la respuesta a los tratamientos hipolipemiantes. También subraya que es importante abordar las comorbilidades asociadas a la EPOC, como la dislipemia, como parte integral del manejo de la enfermedad respiratoria.

Tratamiento con estatinas

“Actualmente, disponemos de diversos tratamientos para abordar la dislipemia”, señala la doctora Anaís Linares, del Centro de Salud Isla Chica, en Huelva. “Entre los más utilizados se encuentran las estatinas, que se caracterizan por su capacidad para estabilizar la placa de ateroma, revertir la disfunción endotelial y reducir la trombogénesis”, explica. “Estas estatinas varían en su potencia, siendo las más eficaces, como la atorvastatina y la rosuvastatina, capaces de reducir el colesterol LDL en un 30 % a 50 %”, añade. Sin embargo, la doctora Linares destaca que algunos pacientes presentan intolerancia o experimentan efectos secundarios, como mialgias, rabdomiólisis e insuficiencia hepática. “Se están investigando nuevos fármacos que podrían reducir aún más el riesgo cardiovascular asociado a la dislipemia. En el último congreso de la Sociedad Española de Arteriosclerosis se presentaron el ácido bempedoico e inclisirán como opciones prometedoras en este campo”, concluye. Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores: Anaís Linares Canalejo, Francisco Fuentes Rodríguez, José Manuel Vera Aranda, Lucia Moreno Obregón, Marcos Isidro Santos Estudillo, Martha Irene Morales Mena, Víctor Blanco García, Salvador Domínguez Palomo y Abraham Isaac Chagui Romero.   Una publicación independiente desarrollada gracias al patrocinio financiero de BIAL. Los puntos de vista y las opiniones que se expresan en esta obra son de sus autores y no reflejan necesariamente la política oficial ni la posición de BIAL. BIAL no debe ser considerada responsable de la veracidad de la información ni de los posibles errores u omisiones.   Referencias:

• Villar Álvarez F, de Miguel Díez J, Luis Álvarez-Sala J. EPOC y acontecimientos cardiovasculares. Arch Bronconeumol [Internet]. 2008;44(3):152–9. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1157/13116603.
• Figueira Gonçalves JM, García Bello MA, Martín Martínez MD, García-Talavera I, Mesa Fumero J, García Hernández S, et al. Relación entre la dislipidemia y otros factores de riesgo cardiovasculares conocidos con la presencia de enfermedad cardiovascular en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica de las Islas Canarias. Rev Clin Esp [Internet]. 2020;220(5):267–74. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1016/j.rce.2019.05.018.
• Comunicación. Prevalencia de la EPOC en España [Internet]. APEPOC - Asociación de Pacientes con EPOC.
• Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía [Internet]. Prevalencia de EPOC en la población usuaria del Servicio Andaluz de Salud. Juntadeandalucia.es.
• Comorbilidad cardiovascular en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica en Canarias (estudio CCECAN) JUAN marco FigueriaGonc,alves ,et al j. arteri. 2017. 01 003.
• Comunicación SEA. Nuevas perspectivas en el tratamiento de las dislipemias. Se-arteriosclerosis.org. 2023.