Está comprobado que las emociones pueden influir en los hábitos alimentarios. En concreto, es habitual que algunas personas recurran a la comida como un medio para gestionar el estrés, la ansiedad y algunas emociones (como la tristeza o la soledad). Pero además, la interiorización del estigma relacionado con el peso se asocia con un riesgo significativamente mayor de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria. Incluso, el manejo de las emociones también es fundamental para romper el círculo vicioso que habitualmente se crea entre la decisión de perder peso y el aumento de drogodependencias, como el tabaquismo. Por ello es necesario abordar la ansiedad para mejorar los problemas de sobrepeso y obesidad.
“La relación entre la obesidad y las emociones es compleja y multifactorial”, afirma la psicóloga Clara Almazán, ponente en el XIX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), donde se prestó una atención especial al vínculo emocional que está en el origen, desarrollo y mantenimiento de una enfermedad como la obesidad.
Así, Almazán, afirmaba que “es esencial comprender esta compleja interacción para abordar de manera efectiva los aspectos emocionales y conductuales asociados con la obesidad”.
¿Es necesario abordar la ansiedad para mejorar los problemas de sobrepeso y obesidad?
Expertos afirman que la relación entre la obesidad y las emociones es compleja y multifactorial
El Médico Interactivo
18 de enero 2024. 12:40 pm