En el contexto de la
XLI Reunión Anual de la Sociedad Española de Epidemiología, una de las principales conclusiones de los epidemiólogos fue la necesidad de involucrar a los ciudadanos en la salud poblacional. Así lo puso de manifiesto João Forjaz, vicepresidenta de la Sociedad Española de Epidemiología. Para la misma, el mensaje más relevante lanzado durante el encuentro fue la necesidad de promover su participación en la toma de
decisiones relacionadas con la salud para aumentar su empoderamiento.
Además, Forjaz recuerda que “los jóvenes son la nueva fuerza de trabajo de la Epidemiología”, y que en ellos se encuentra el futuro de la profesión. No obstante, el congreso ha constituido “una mirada hacia el futuro” con el objetivo de construir una Epidemiología sólida para hacer frente a los nuevos desafíos en salud en un mundo que cambia rápidamente.
De esta forma, Óscar Zurriaga, presidente de la SEE, insistía en que “este es un momento muy apropiado para hablar de cómo construimos el futuro, ya que hemos tratado las cuestiones de siempre y muchas otras nuevas, pero con un enfoque hacia delante”.
Involucrar a la ciudadanía
Respecto a en qué temas es necesario involucrar a la ciudadanía para mejorar la salud de toda la población, en este encuentro se han debatido cuestiones como la vigilancia del cáncer, la mala conducta científica, salud y vulnerabilidad social, salud urbana y cambio climático, enfermedades infecciosas, COVID-19 y sus secuelas, género y salud, salud materno-infantil, VIH, salud mental o ecoansiedad.
Otro tema clave para involucrar a la ciudadanía es la reemergencia de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). En Occidente, en especial en Portugal y en España,
las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) clásicas, como la sífilis o la gonorrea, están reemergiendo; mientras que el SIDA, en el mismo territorio, se ha convertido en una enfermedad crónica.
Asimismo, preocupa la salud mental en la población universitaria. Así, se ha encontrado una mayor prevalencia de trastornos mentales en este sector de la población, que se encuentra en una etapa de transición entre la adolescencia y la edad adulta conocida como
emerging adulthood. La ansiedad y la depresión son las patologías más frecuentes.