Hay cerca de 2.000
pacientes de mieloma múltiple en España, con 3.261 nuevos diagnósticos en 2018. En los últimos años los
nuevos tratamientos han mejorado la supervivencia, pero también han supuesto un nuevo reto económico. Ante esta situación, la Fundación Weber ha realizado un informe sobre el impacto clínico, asistencial, económico y social del abordaje del mieloma múltiple. La conclusión del mismo es que
una mayor inversión podría cuadriplicar el retorno social. En concreto, cada euro invertido para la mejora del abordaje del mieloma múltiple en España supondría un retorno social de 4,20 euros.
Este informe cuenta con la colaboración de las asociaciones de pacientes AEAL (Asociación Española de Afectados por Linfoma, Mieloma y Leucemia) y CEMMP (Comunidad Española de Pacientes con Mieloma Múltiple). También con el apoyo de la biotecnológica Amgen. Sobre el mismo, se ha pronunciado Jorge Sierra, jefe del Servicio de Hematología del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona y miembro del Comité Asesor del informe.
“La mejora en el manejo de los síntomas asociados al mieloma múltiple y un mayor control de la enfermedad, tal y como se plantean en este informe, creemos que revertirá,
no solo en una mejor calidad de vida de los pacientes, sino también en un uso más eficiente de los recursos sanitarios”.
Datos del abordaje del mieloma múltiple
Para llegar a esta conclusión, se realizó una revisión sistemática de literatura científica y de bases de datos oficiales. También una encuesta a 385 pacientes con mieloma múltiple y dos reuniones con grupos de 11 expertos de carácter multidisciplinar. Con estos datos, se priorizaron
15 propuestas concretas distribuidas en cuatro áreas de análisis. A saber, diagnóstico, seguimiento, soporte y urgencias, hospitalización y trasplante. A continuación, se calculó tanto la inversión necesaria para poner todas estas medidas en España (10,2M€) como su retorno social (43,3M€).
El
72 por ciento de este retorno social sería tangible. Sería el caso del ahorro de costes sanitarios o la mejora de la productividad laboral). Por su parte, un
28 por ciento sería de carácter intangible. Por ejemplo, la reducción de la carga de cuidado informal o la mejora de la función física o el bienestar emocional).