SEPAR ha reclamado al Ministerio de Sanidad incluir estos fármacos en la financiación para tratar a estos pacientes según su situación clínica
Durante el 52º Congreso Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) 2019 se ha puesto de manifiesto que la enfermedad tromboembólica venosa es la tercera causa cardiovascular de morbilidad y mortalidad, en el caso de los pacientes oncológicos, es la segunda causa de muerte….
Durante el 52º Congreso Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) 2019 se ha puesto de manifiesto que la enfermedad tromboembólica venosa es la tercera causa cardiovascular de morbilidad y mortalidad, en el caso de los pacientes oncológicos, es la segunda causa de muerte. Para este tipo de patología existen unos nuevos anticoagulantes, que en España el paciente debe pagar de su propio bolsillo, con un coste aproximado de 85 euros al mes.
De hecho, España es el único país europeo que no financia estos nuevos anticoagulantes. Es por ello que desde SEPAR se ha reclamado al Ministerio de Sanidad que la financiación pública o un visado que contemple diferentes situaciones clínicas para poder administrar los nuevos anticoagulantes a este tipo de pacientes.
Nuevos anticoagulantes
En concreto, Luis Jara Palomares, neumólogo y miembro de SEPAR, exponía en el Congreso algunas de las ventajas de estos fármacos. “Estos medicamentos tienen la bondad de que se administran por vía oral, son igual de eficaces que el 'Sintrom', tienen la ventaja de que no requieren controles ajustar las dosis y son más seguros que el 'Sintrom' y la 'Warfarina', ya que producen menos hemorragias”.
Además de sus beneficios clínicos en estos afectados, estos nuevos medicamentos tienen como ventajas su menor precio, ya que cuestan menos que las heparinas (aproximadamente 300 euros), y tienen también la ventaja de su administración oral, frente a las heparinas que se inyectan por vía subcutánea.
Los tratamientos actuales se basa en os antagonistas de la vitamina K que se toma por vía oral y que son muy seguros y eficaces, pero tienen el inconveniente de que requieren controles periódicos para ajustar las dosis, que se realizan en los centros de atención primaria al menos una vez al mes. En el paciente oncológico, hasta hace poco, el tratamiento de elección era la heparina de bajo peso molecular que se inyectan por vía subcutánea
Por otra parte, se recordaba que actualmente existen tratamientos para prevenir el TEP. En pacientes hospitalizados se administra profilaxis antitrombótica con heparina, así como en los pacientes que deben estar encamados o inmovilizados por causas distintas (tras una cirugía o por una fractura, esguince de tobillo u otras) y en los pacientes oncológicos (especialmente en los que tienen más riesgo al estar hospitalizados) también se administra heparina a dosis profilácticas.