“España necesita reformar sus sistemas de vigilancia epidemiológica y de salud pública para afrontar mejor una situación como la actual”, ha manifestado José Martínez Olmos, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública y portavoz del PSOE en las Cortes Generales, durante el encuentro digital ‘¿Qué futuro le espera a la sanidad tras el COVID-19?’, organizado por BioInnnova Consulting, con la colaboración de CSL Behring.
El exsecretario General de Sanidad ha comentado que en la gestión de la pandemia en España, “al igual que pasa también en otros países, hay elementos de mejora en los procedimientos de vigilancia epidemiológica y en los sistemas de información diaria, como el ajuste de las estadísticas”. “La vigilancia para hacer eficaz el control de la infección y el rastreo de los casos, especialmente durante la desescalada, requiere un mejor sistema de vigilancia epidemiológica y un mejor sistema de rastreo, que, en un momento determinado coyuntural, se podría reforzar. Está claro que se han deteriorado los sistemas de vigilancia de salud pública en la Administración Central y en las autonómicas”, ha añadido.
Martínez Olmos recordó también que al principio de la epidemia por el SARS-CoV-2, que se focalizó en China, los expertos de la OMS consideraron que la enfermedad no era grave. “Hoy sabemos que tiene una alta capacidad de contagio, y que un alto porcentaje de asintomáticos han provocado una respuesta de confinamiento bastante generalizada, cuando ya había mucha gente contagiada”.
Efectos colaterales de la pandemia
“Hablar del futuro de la Sanidad no es fácil, porque estamos en una situación de bastante incertidumbre por la gestión de la pandemia, aunque cada vez tenemos mejores armas para luchar frente al coronavirus”, ha dicho Martínez Olmos. Aparte de los temas sanitarios, también se ha referido a las consecuencias en el ámbito de la Economía: “Se avecinan dificultades económicas cuya intensidad todavía no es fácil pronosticar”.
Asimismo, ha alertado de las consecuencias de la saturación del sistema sanitario por el coronavirus, que ha dejado en segundo término las actuaciones programadas. Por tanto, es posible que haya repercusiones en la salud y retrasos en el diagnóstico, que serían “efectos colaterales de la COVID-19 que van a condicionar el trabajo del sistema sanitario. Serán necesarios esfuerzos enormes para reconstruir la normalidad”.
Estrategia postCOVID-19
En su intervención, Carlos Mur de Víu también ha comentado que la recuperación de la capacidad de resolución de la demanda sanitaria va a ser “progresiva y por fases, y ralentizada por la gestión del riesgo de contaminación de pacientes en el hospital”. “Tras la crisis sanitaria será necesario un proceso de normalización de la actividad sanitaria para absorber la demanda acumulada”, ha añadido el exdirector general de Coordinación Sociosanitaria en la Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid y exgerente del Hospital de Fuenlabrada.
Mur de Víu ha enumerado “cinco caminos estratégicos” para la era postCOVID-19:
- Prevención de la enfermedad y promoción de la salud: seguridad y salud en el trabajo.
- Digitalización y telemedicina.
- Actuación sobre los determinantes indirectos de salud (sociales, ambientales, económicos).
- Disminución de la variabilidad de la práctica clínica y efectos adversos en la seguridad del paciente.
- Gestión innovadora de las listas de espera y demanda.