Casi la mitad de la población española, unos 19 millones de individuos, son pacientes crónicos, cifra que se incrementa exponencialmente cuando se superan los 65 años, en la que el porcentaje aumenta hasta el 80 por ciento. Esta es una de las conclusiones del Informe Cronos: hacia el cambio de paradigma en la atención a enfermos crónicos, que ha sido elaborado por The Boston Consulting Group (BCG) y patrocinado por Lilly y que se ha presentado en Madrid.
Paulo Gonçalves, partner y managing director de The Boston Consulting Group, explicó a los asistentes que la atención a los enfermos crónicos es un problema prevalente, donde no se puede olvidar además que la gran mayoría de estos pacientes tiene pluripatología, de tres a siete dependiendo de los casos. 'Estos pacientes suponen para el sistema sanitario de salud un coste del 75 por ciento. Son los que invierten en el manejo de esas patologías. Pero dentro de unos años, para 2020, se espera que este porcentaje llegue al 80 por ciento'.
Además, teniendo en cuenta la evolución de la cronicidad, el coste de las enfermedades que ahora es de unos 50.000 milllones pasará a 80.000 millones en 2020. Según se desprende del informe, si se continúan manejando las enfermedades crónicas -diabetes, insuficiencia cardiaca, EPOC o la osteoporosis- como hasta ahora, el coste de su tratamiento podría alcanzar los 78.000 millones de euros en 2020, un 45 por ciento más que en la actualidad y el 79,5 por ciento del gasto sanitario global estimado en 98.000 millones de euros para ese año.
Medidas para el ahorro
Según comentó Gonçalves, los modelos que se basan en la eficiencia del sistema y en la aplicación de mejores prácticas, medidas en patrones de calidad, esperanza de vida y en uso eficaz de los recursos disponibles, se podrían ahorrar un 10 por ciento del gasto público en Sanidad. De esta forma, los recursos disponibles se podrán utilizar en otras partes del sistema.
Por su parte, el doctor Roberto Nuño, director de O+Berri Instituto Vasco de Innovación Sanitaria, hizo hincapié en el envejecimiento progresivo de los pacientes crónicos y el consumo que hacen de la Sanidad pública, que sobre todo recae en Atención Primaria. Por eso, hay que tener en cuenta todos estos factores para avanzar en un sistema de salud eficiente y sostenible.
En este contexto, Nuño abogó por un modelo integrado de prestación, donde convivan la parte asistencial con la sociosanitaria. Tampoco se puede descuidar el continuo autocuidado de los enfermos, que se sustenta en la promoción y prevención de la salud; donde el paciente es un elemento activo que participa cada vez más de sus decisiones en torno a su salud.
Autocuidado
Así, en patologías como la EPOC, las enfermedades cardiovasculares, las diabetes, las patologías reumáticas el paciente se debe implicar en la gestión de su enfermedad, ya que diversos trabajos verifican que si un individuo es activo en su enfermedad se mejoran los resultados de ésta, sobre todo en términos de tratamiento.
En el manejo del paciente crónico con pluripatología también hay que tener en cuenta el papel de enfermería, ya que es un apoyo para mejorar la calidad de vida de estos enfermos.
Otro aspecto que mencionó Nuño es asignar un nivel de riesgo. De esta forma, cuando se trate a un determinado paciente se pueden llevar a cabo las intervenciones en función del nivel de riesgo, teniendo en cuenta la pirámide de Kaiser, y coordinándolas entre Primaria y los servicios de Medicina Interna de los hospitales.
Uso de las TIC
Con respecto a la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), el experto dijo que están implantadas en casi todas las comunidades autónomas en mayor o en menor medida, como es el caso de las historias clínicas. Esto es un avance para llegar a la plena integración entre primaria y especializada.
Además, comentó que los programas piloto de monitorización remota a domicilio en crónicos complejos, como los pacientes con EPOC, están dando muy buenos resultados en el País Vasco, donde se ha visto que se reduce la utilización de los servicios hospitalarios, cuando hay ingresos, éstos son menores y ha descendido la mortalidad.
En la presentación del informe, el doctor Josep María Argimón, director de la Agència de Qualitat i Avaluaciò Sanitàries de Catalunya, apuntó la necesidad de potenciar el paciente en el centro del sistema, para que esté involucrado en la toma de decisiones que atañen a su salud. Para eso, debe de disponer de la información precisa y formar parte de un modelo de atención integral e integrado, donde la historia clínica puede estar compartida por la asistencia Primaria y la Hospitalaria.
También destacó la importancia de buscar indicadores de valor de oportunidad; saber realmente a lo que se está dando valor. Un punto destacado en este aspecto es la transparencia en los centros sanitarios, basada en 54 indicadores que van desde la mortalidad hasta la satisfacción del paciente, pasando por la eficiencia. Así, el enfermo tendrá la capacidad de comparar y elegir. En definitiva, la persona es el foco central del sistema.
Ya para terminar, el informe pone de manifiesto la importancia de los incentivos asociados a resultados, para poder establecer indicadores asociados a los resultados de salud de la población y la calidad de la prestación sanitaria.
