La sociedad española tiene un gran desconocimiento sobre la sintomatología de la esquizofrenia y el trastorno bipolar. Asimismo, prácticamente la mitad de las personas no conoce síntomas específicos, y de los que conocen alguno tienden a destacar aspectos negativos como es la relación de estas enfermedades con la violencia o las conductas agresivas. Éstas son las principales conclusiones de una encuesta, promovida por la Fundación AstraZeneca, realizada a 5.473 personas, con el objetivo de conocer las opiniones y creencias de la población española sobre las enfermedades mentales graves, y en especial, sobre la esquizofrenia, la depresión y el trastorno bipolar, y que han sido publicadas este mes de abril en la Revista de Psiquiatría y Salud Mental.
Según la Dra. Consuelo de Dios, responsable del Programa de Trastornos Bipolares del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario La Paz y coordinadora del artículo, 'las conclusiones a las que hemos llegado a partir de los resultados son que, si bien más de las tres cuartas partes de los encuestados dice conocer ambas enfermedades, la mitad de ellos no sabe decir ni un solo síntoma característico de las mismas, y de los que conocen alguno tienden a destacar aspectos negativos como es la relación de estas enfermedades con la violencia o las conductas agresivas'.
'Estos resultados nos deben mover a una profunda reflexión sobre la información que de las mismas se transmite así como de la absoluta necesidad de realizar campañas de información y de formación sobre las enfermedades mentales graves dirigidas a la población', señala la Dra.
Tres médicos psiquiatras, una representante de asociaciones de pacientes, un experto en metodología de investigación y análisis de datos, un experto en psicología social y un experto en medicina clínica han sido el panel de expertos encargados de preparar el cuestionario elaborado para esta encuesta cuyo objetivo era la población general. También han colaborado en la elaboración diferentes asociaciones de pacientes como: ASANES, ABBA, FEAFES ANDALUCIA, AMAFE y FEMASAM.
Las preguntas planteadas en el cuestionario versan sobre el motivo de conocimiento de las patologías, dificultades en el diagnóstico de la esquizofrenia y trastorno bipolar, los síntomas característicos, desencadenantes de la enfermedad, la interferencia de las enfermedades en la vida cotidiana, los tratamientos actuales y su efectividad, creencias asociadas a los tratamientos y a las patologías y preocupaciones asociadas.
Respecto a los diferentes resultados de la encuesta, la Dra. Consuelo de Dios señala, 'nos ha llamado la atención que más de la mitad de los encuestados piensan que no son enfermedades fáciles de diagnosticar, pues ciertamente no lo son. El 40 por ciento de los encuestados opina que los propios pacientes y los familiares las desconocen y que una cuarta parte no acude al médico por miedo al rechazo social que producen, por lo que se oculta su padecimiento'.
'Estos resultados confirman la necesidad de combatir el estigma asociado a las enfermedades mentales, y la dificultad de acceso al sistema sanitario como otro elemento que retrasa y dificulta el diagnóstico', añade.
Teniendo en cuenta que esta encuesta está realizada en núcleos urbanos grandes, donde el acceso a los recursos sanitarios es mayor que en las zonas rurales, la especialista apunta que, 'esta acertada observación debe también conducir a reivindicar una mejoría y no una restricción en la atención sanitaria a la salud mental, aún en tiempos de crisis como los que vivimos en la actualidad', ha apuntado esta experta.
También se percibe la utilidad tanto de los tratamientos psicológicos como de los farmacológicos, y la mayoría de los encuestados opina que estos son eficaces. La mayoría señala que el tratamiento es para toda la vida y que abandonar el tratamiento puede ser perjudicial. Sin embargo, un subgrupo de encuestados piensa que sólo se debe de tratar cuando hay síntomas, que un tratamiento muy prolongado puede ser perjudicial y que el tratamiento es sencillo y cómodo.
En la encuesta hay datos interesantes y esperanzadores sobre cómo ven las personas los tratamientos de estas enfermedades. 'Un porcentaje alto tiende acertadamente a pensar que son tratamientos a largo plazo, que su abandono puede llevar a una recaída, que es necesario el tratamiento continuado, y que los abordajes terapéuticos que combinan el tratamiento farmacológico con alguna intervención psicosocial o psicológica son los más adecuados', explica esta experta.