Hablar de peritaje médico es hablar de imparcialidad; de rigor científico; de objetividad; de fiabilidad y veracidad. En este sentido, el perito, como profesional que analiza los siniestros de aquella especialidad o área de la Medicina que domine, es siempre un auxiliar de la Justicia y, por tanto, su función es la de ayudar a comprender la actuación médica que se pone en cuestión y a decidir si ha sido o no adecuada a las normas del correcto proceder médico. Además, puesto que la Medicina avanza, el perito debe ser especialista en activo de la materia que concierne al caso y actualizarse constantemente en su formación. Con el fin de sintetizar los valores y pautas que deben orientar la actuación de los peritos médicos, PROMEDE (Profesionales de la Medicina y la Empresa) ha redactado un decálogo para unificar criterios y así conseguir que los informes sean cada vez mejores, incrementando su eficacia y la garantía de sus resultados. Un reglamento que como asegura el director médico del Área de Responsabilidad Profesional Sanitaria de esta empresa pericial, el Dr. Luis Bernaldo, servirá para unificar los criterios de los peritos y orientar a los nuevos profesionales de esta área con el fin de que su trabajo se desarrolle en la dirección correcta.
¿En qué consiste exactamente el trabajo de un perito médico?
La actividad médica sólo puede ser analizada por médicos y ni el juzgador ni los letrados poseen los conocimientos suficientes para comprender por sí mismos si la actuación de un profesional de la Medicina ha sido o no correcta. En consecuencia, necesitan de un experto en esa materia que les ayude en esa labor. Así, el perito médico es un auxiliar de la Justicia. Su misión no es otra que la de ayudar al juzgador y, naturalmente, al abogado que requiere de sus servicios, a concluir si la actuación médica en litigio se ha desarrollado de conformidad con las normas establecidas por la ciencia médica y a comprender el porqué de esta conclusión, o bien a ayudarles, en su caso, a valorar el daño que en lo referente al ámbito médico, ha podido sufrir una persona como consecuencia de cualquier situación que comprometa su integridad física y psíquica.
¿Cuáles son sus principales ámbitos de actuación?
La pericia médica tiene cabida en cualquiera de los ámbitos de la actividad jurídica. Tanto en los ámbitos penal y civil, en los que se dirime la responsabilidad de una actuación médica en relación con un resultado lesivo ocurrido como consecuencia de esa actuación, como en el ámbito contencioso-administrativo en el que sustancia la responsabilidad de las administraciones sanitarias en relación con la actividad médica dependiente de ellas. Y también, naturalmente, en los ámbitos competentes en lo que se refiere al daño corporal ocurrido como consecuencia de accidentes y otros eventos lesivos y en el ámbito de lo social al que corresponden las enfermedades y los accidentes laborales y las situaciones de incapacidad. Puede decirse que allí donde se sustancie un litigio que tenga alguna relación con un daño a la integridad del organismo humano, la actuación de un perito médico es imprescindible.
¿Cuáles son los casos de peritaje más frecuentes con que se encuentra?
Por especialidades médicas los casos más frecuentes corresponden sin duda a Traumatología, Obstetricia, Medicina de Urgencias y Cirugía. En relación con el ámbito judicial es el contencioso-administrativo el que más casos aporta actualmente, aunque no es posible predecir cómo va a evolucionar esto en el futuro, a la vista de los cambios introducidos en este ámbito.
Junto a usted, ¿qué otros profesionales intervienen y cuál es su labor?
Nuestra pretensión, en Profesionales de la Medicina y la Empresa (PROMEDE) es unir en la elaboración del informe pericial a un experto en pericia médica capaz de enfocar el caso y redactarlo de forma que sea comprensible por sus destinatarios y un especialista en la materia sobre la que versa la actuación médica, que aporte su experiencia y su conocimiento del estado actual de la ciencia en ese ámbito. De esa forma el caso goza de una sólida base científica y de una orientación pericial adecuada. Claro que, en muchas ocasiones, no es precisa esa duplicidad bien porque el experto en pericia médica es al tiempo especialista en la materia de interés, bien porque el especialista tiene suficiente experiencia pericial como para no precisar de una orientación en ese sentido.
¿Cuál deber ser la fórmula de colaboración idónea entre un médico perito y un abogado?
La relación entre el perito y el abogado que solicita el informe debe basarse sobre todo en la confianza. El abogado debe saber que el perito le va a informar siempre con objetividad y ateniéndose escrupulosamente a la veracidad de los hechos, tanto si beneficia a sus intereses como si los perjudica. De esa forma sabrá siempre cuáles son sus expectativas ante un eventual procedimiento y pisará un terreno firme a la hora de decidir su forma de actuación. Debe ser también fluida de forma que el abogado obtenga del perito todas las explicaciones que precise para comprender el porqué de las conclusiones del informe. Y, además, debería iniciarse, idealmente, desde el primer momento. En el caso del abogado de la parte actora antes de que inicie el procedimiento, para que sepa si merece o no la pena iniciarlo y en el caso del abogado que defiende al demandado antes de que conteste a la demanda para contar con argumentos médicos al redactarla o, en su caso, para procurar un acuerdo extrajudicial rápido en caso de que el informe haya sido negativo.
¿Cuál es la formación que ha de tener el profesional en este entorno? ¿Cuál es el nivel de formación de los peritos médicos españoles?
Idealmente el perito debe reunir una formación sólida en la especialidad sobre la que trata el caso en el que ha de peritar y una experiencia en pericia médica. Claro que los especialistas en activo (los más cualificados para analizar una actuación médica concreta) no suelen tener experiencia pericial y los peritos con experiencia no suelen ejercer su especialidad. Es por eso que en PROMEDE intentamos resolver este problema encargando el informe a un director de informe, experto en pericia, y a un especialista consultor que trabajen en equipo aportando cada uno sus conocimientos y su experiencia en cada una de las dos áreas. En cuanto al nivel de formación de los peritos españoles es en general buena en uno de esos dos campos. Pero no es tan frecuente encontrar peritos con formación adecuada en ambos campos a la vez. Los que han adquirido experiencia pericial dejaron muchas veces de ejercer su especialidad y los que ejercen su especialidad suelen estar volcados en ella y carecen de experiencia pericial suficiente. Por eso en PROMEDE tratamos de unir a ambos especialistas.
¿Se requiere alguna formación adicional a la estrictamente sanitaria?
Naturalmente, además de la formación estrictamente médica, se requiere una experiencia pericial que ayude a enfocar el caso y explicarlo de forma que lo puedan entender las personas ajenas a la Medicina que han de leerlo y utilizarlo.
¿Hay suficientes peritos médicos en España? ¿Cuáles son los retos a nivel profesional?
El término suficiente es siempre relativo. Hablando en términos absolutos puede decirse que hay muchos peritos médicos, al menos a tenor de los listados de los Colegios de Médicos. Pero no podría decirle si son suficientes. Sin embargo, en determinadas especialidades, el número de peritos es escaso (a veces muy escaso y claramente insuficiente) de forma que cuesta mucho encontrarlos.
¿Cuáles son las principales fortalezas y debilidades de la profesión?
La fuerza de la pericia radica en su fiabilidad. El perito fiable, el veraz, el objetivo, el que nunca pretende juzgar la actuación sino analizarla desapasionadamente, el que no pretende defender los intereses de la parte que le contrata y se limita a examinar la actuación a la luz de la lex artis, acaba ganándose la confianza y el respeto de abogados y juzgadores. La debilidad principal de la pericia radica en que algunos peritos (afortunadamente cada vez menos) han incumplido sistemáticamente con estas exigencias, lo que ha llevado a la consideración del perito de parte como perito parcial, prejuicio que perjudica a los que sí cumplen con ellas.
¿Cuál es la responsabilidad profesional del perito médico? ¿Y desde un punto de vista deontológico?
El perito es responsable de que su informe esté disponible antes de que se cumpla el plazo de su representación; de no tenerlo en ese momento su cliente puede demandarle indemnización por el perjuicio causado por el incumplimiento de su función. Es responsable, por supuesto, de acudir a la citación judicial a efectos de ratificación de su informe. Y, desde el punto de vista deontológico su informe y su ratificación deben atenerse a los principios de veracidad y objetividad, tal y como exige la Ley de Enjuiciamiento Civil en su artículo 335.
En el desarrollo de su actividad entran en juego aspectos como el secreto profesional, el acceso a la información sanitaria de un paciente o el hecho de que no exista una historia clínica unificada, ¿el marco legislativo que regula la actividad de su profesión es el idóneo para que ésta se desarrolle de forma correcta?
Naturalmente el perito está sometido al secreto profesional. Nada de lo que tenga conocimiento en relación con el caso objeto de su pericia puede divulgarse y sus responsabilidades en este sentido son las mismas que las de cualquier otro. Dispone de la documentación que le es facilitada por el juzgado o por la parte que le encarga el informe, con la condición del mantenimiento del secreto sobre su contenido. Desde luego el marco legislativo actual es suficiente para el desarrollo de la pericia.
¿Cómo debe ser un buen informe pericial? ¿Qué debe y no debe recoger?
Un buen informe pericial debe ser comprensible por personas ajenas a la Medicina. Debe ser más un ejercicio de divulgación que de erudición. Debe contemplar todos los aspectos del caso, tanto si benefician como si perjudican a cualquiera de las partes. Debe contener sólo los datos y las explicaciones de interés para el caso, evitando así que sea innecesariamente extenso. Y, desde luego, nunca debe contener valoraciones subjetivas, juicios infundados, descalificaciones o alabanzas ni opiniones sobre los aspectos jurídicos del caso que no son competencia del médico. En resumen: debe ser claro, veraz, imparcial, objetivo y estar fundado exclusivamente en bases médicas sólidas.
En el ámbito de la Medicina pericial, ¿qué se hace en España que no se haga fuera y, al contrario, qué se hace fuera de nuestras fronteras que no hagamos aquí? ¿Qué lugar ocupa nuestro país dentro de la Medicina pericial?
Lamento no poder responder a esa pregunta, pero no soy un experto en la actividad pericial comparada. Hay que tener en cuenta que el perito desarrolla su actividad en su propio país y, por tanto, no hay mucha relación entre peritos de diferentes países. Tengo la impresión de que los peritos españoles tienen un buen nivel, pero esta impresión está basada en un conocimiento muy parcial del tema, por lo que no pasa de ser una opinión personal no ratificada.
En otro orden de cosas, y dada la situación que estamos viviendo, ¿en qué medida están afectando los recortes al ejercicio de su profesión?
No tengo datos globales al respecto. Mi impresión es que, de momento, la crisis no ha afectado significativamente a nuestra actividad o, al menos, sus efectos todavía no se han hecho patentes; pero no estoy seguro de que esto vaya a seguir así. Vamos a ver cómo evolucionan las cosas este año.