La Esclerosis Múltiple es una enfermedad neurológica en la cual el 70 por ciento de los pacientes son jóvenes en su etapa productiva, es decir, entre los 20 y 40 años, aunque su principal incidencia se encuentra en los 30 años.
Neurólogos mexicanos hacen un llamado con el fin de incrementa el acceso a terapias que permitan mantener la calidad de vida de sus pacientes, pues la en la actualidad aún no existe una cura, ya que no tiene antecedentes genéticos y los síntomas son confusos y diversos, como agotamiento, deterioro intelectual, temblores, parálisis hemifacial, es decir, donde se encuentre el nervio afectado y distonia, que afecta el tono y control muscular.
La EM es una enfermedad que inflama la cubierta de fibras nerviosas que van dañando el sistema nervioso central de manera lenta, se presenta con más frecuencia en los nervios ópticos, la sustancia blanca del cerebro, el tronco cerebral y la médula espinal.
En conjunto, el daño por EM puede provocar discapacidad ya que la materia blanca contiene a las neuronas que permiten a la información viajar rápidamente, mientras que el tronco cerebral es la vía que comunica al cerebro con la médula espinal, dichos tejidos estan cubiertos por una sustancia llamada mielina que al ser dañada por la esclerosis, produce cambios en el funcionamiento del sistema nervioso.
El doctor Juan Alfredo Lozano Zárate, pionero en el tratamiento de EM y profesor de Neurología en la Facultad de Medicina en la Universidad de Guadalajara, asegura que los diferentes tratamientos desarrollados pueden mejorar la calidad de vida del paciente con la única excepción de no haber hecho un diagnostico a tiempo.
Por otra parte, el doctor Leonardo Llamas López, subdirector de Enseñanza e Investigación en el Hospital Regional 'Dr. Valentín Gómez Farías' del Instituto de Seguridad Social y Salud para los Trabajadores del Estado en Zapopan, Jalisco, mencionó que se manifiesta con brotes o recaídas que pueden alterar la memoria, concentración, la vista y en algunos casos puede provocar problemas para caminar, además de adormecer las extremidades.
Según el tipo de daño o síntomas del paciente se puede trabajar con diferentes tratamientos, pues existen brotes de deterioro que pueden prevenirse o abordarse de una manera terapéuticamente correcta con corticosteroides para controlar la inflamación localizada.
Además existen tratamientos rehabilitadores, los mismos que los especialistas exigen que aumenten, para que la población disponga de la oportunidad de reinsertarse a su vida cotidiana, dicho tratamiento es multidisciplinario que incluyen fisioterapia, psicología o neuropisicología, terapia ocupacional, trabajo social y enfermería.