Las
estatinas tienen un papel fundamental para los pacientes con arteriopatía coronaria, sobre todo en los que presentan un
síndrome coronario agudo.
De hecho, todos, con independencia de sus características, deben recibir
estatinas, salvo contraindicación o intolerancia.
Además, es conveniente
iniciar el tratamiento lo más precozmente posible, probablemente en el mismo momento en que se atiende al paciente.
El inicio temprano del tratamiento con
estatinas a dosis moderadas o altas en el transcurso de 14 días después del
síndrome coronario agudo reduce significativamente la ocurrencia de angina inestable y de procedimientos de revascularización a los 4 y a los 12 meses, respectivamente.
Ictus
En
ictus, las
estatinas son efectivas antes, durante y después. En
pacientes de riesgo, consiguen una reducción de la incidencia de un primer ictus del 16 % por cada 10 % de reducción del cLDL.
También se sabe que el tratamiento prolongado con dosis altas de
estatinas en individuos con ictus previo no cardioembólico, además de disminuir los episodios coronarios, reducirá de forma significativa la recurrencia del
ictus.
En los pacientes con ictus isquémico de origen aterotrombótico y sin cardiopatía isquémica se debe iniciar tratamiento con
estatinas a dosis moderadas independientemente de las cifras basales de cLDL.
Prevención secundaria
Por su parte, en
prevención secundaria de la enfermedad cerebrovascular están indicadas para prevenir la aparición y la recurrencia del
ictus isquémico. Se emplean en la fase aguda del
ictus, incluso como tratamiento coadyuvante en la fibrinolisis o la angioplastia.
Se recomienda que en los individuos con
enfermedad arterial periférica y comorbilidad asociada, como enfermedad coronaria, diabetes, historia de amputación, intervención arterial periférica o angioplastia, se utilicen estatinas a dosis moderadas.
Las personas con
enfermedad arterial periférica tratadas con
estatinas tienen un menor riesgo de amputación y muerte. Si la dosis es alta, le confiere mayor protección. Las recomendadas son atorvastatina 40/80 mg/día y rosuvastatina 20/40 mg/día.
Tratamiento intensivo
Se debe usar un tratamiento intensivo con
estatinas y considerar la asociación de
ezetimiba en caso de no alcanzar los objetivos.
La
ezetimiba se ha mostrado como un fármaco eficaz en cuanto a la reducción de las cifras de
colesterol, tanto en monoterapia como en terapia combinada. La combinación de
rosuvastatina 20 mg/día con ezetimiba 10 mg/día es la mejor opción de la disponibles.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores Enrique Ramos Villarán, José Antonio Novalio Gómez, Felipe Cordero Méndez, Florencia Rolandelli Vera, Inmaculada Ortega Marín y Diego Mestre Domínguez, de Huelva, y Miguel Hermida Serrano, Paula Morales García y Adrián Riaño Ondiviela.