El tratamiento con
estatinas es vital para reducir el
riesgo cardiovascular. Sin embargo, sus efectos adversos musculoesqueléticos dificultan la adherencia o su continuación.
En este contexto, se ha propuesto la suplementación de coenzima Q10 para revertir mialgias asociadas a el empleo de
estatinas. Los ensayos clínicos no arrojan mucha luz. Algunos sostienen que la suplementación oral de Q10 ha sido propuesta como candidata para reducir los síntomas musculares asociados a
estatina, sin notificarse efectos secundarios.
Por otro lado, las miopatías asociadas a
estatina se han asociado a mayores costes en atención médica y eventos cardiacos. Las estimaciones de su incidencia varían de menos del 1 % en ensayos clínicos financiados por la industria, de 10 a 25 % en ensayos clínicos no financiados por la industria y aproximadamente el 60 % en algunos estudios observacionales.
Eficacia
El empleo de las
estatinas para disminuir el colesterol unido a las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y reducir, de esta forma, la morbimortalidad
cardiovascular, ha sido uno de los hechos distintivos en medicina cardiovascular. Además de su eficacia, las estatinas se han mostrado como
fármacos seguros a la hora de tratar la mayoría de las
dislipemias. Sin embargo, no están exentas de posibles efectos indeseables, que pueden limitar su uso.
Uno de ellos, señalado por la FDA y la por EMA en el año 2012, es un aumento de la hemoglobina glicosilada, de la glucemia plasmática en ayunas, y un incremento de nuevos casos de diabetes, sobre todo en pacientes con riesgo de padecerla o en prediabéticos.
Por tanto, parece que el efecto diabetogénico puede ser dependiente de la
estatina y de la dosis empleada.
Efecto diabetogénico
En un estudio retrospectivo incluyendo una cohorte de más de un millón de pacientes tratados con estatinas (
rosuvastatina, atorvastatina y simvastatina), el riesgo de padecer
diabetes alcanzó un 18 % y tanto la dosis como la duración del tratamiento eran determinantes.
Y, en otro, también retrospectivo, publicado en 2015, se señaló por vez primera el incremento no sólo de incidencia de
diabetes al emplear
estatinas, sino de las complicaciones de la misma (2,5 veces más que en aquellos que no se emplean estatinas). En algún estudio prospectivo, el riesgo de aparición ha llegado a ser entre 45-50 %, sobre todo en mujeres postmenopáusicas.
Elevación de las transaminasas
Las causas de elevación sostenida de las transaminasas séricas en pacientes adultos asintomáticos son muy variadas. Pueden ser tanto hepáticas como extrahepáticas. Por eso, hace falta una sistemática estandarizada para alcanzar el diagnóstico etiológico, orientad a descartar las causas más frecuentes como son hepatitis crónica, viral o autoinmune, enfermedades metabólicas y hepatopatías tóxicas.
Diversos patrones bioquímicos, que tienen en cuenta los valores de cada transaminasa, de las enzimas de colestasis, de las musculares, de la ferritina y de la ceruloplasmina, así como el resultado de la determinación del proteinograma y de los autoanticuerpos, permitirán reconocer la mayoría de causas. En los casos sin diagnóstico mediante métodos no invasivos estará justificada una biopsia hepática.
Pacientes mayores
El uso de
estatinas en personas de 65 años o más no se asocia a la demencia, al deterioro cognitivo leve ni al declive en dominios cognitivos individuales, según un estudio publicado en el JACC. La FDA publicó una advertencia en 2012 sobre los casos de aparente deterioro cognitivo a corto plazo con el uso de
estatinas, aunque reconoció que los
beneficios cardiovasculares superan sus riesgos.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Gerardo Badala Marcano, Eduardo Salvador Chevalier, José Luis Hernández Hernández, Elvira Toural Méndez, Belén Ricalde Muñoz y Celia Sobrino Olazarán, del Centro de Salud Puertochico.