El estrés, la ansiedad y la depresión, aunados al consumo de alimentos ricos en grasa, condimentos, irritantes y picantes, son factores que favorecen el desarrollo del síndrome de intestino irritable (SII), padecimiento incurable que afecta la salud física y emocional y la calidad de vida de pacientes.
El jefe de la Clínica de Enfermedad Intestinal del Hospital General de México Eduardo Liceaga (HGMEL), Jorge Luis de León Rendón, asegura que el
síndrome de
intestino irritable se le suele confundir con la colitis,
y solo mediante estudios especializados como las biopsias es posible determinar si se trata de uno u otro padecimiento.
Existen tres tipos de SII. Uno de ellos se caracteriza por estreñimiento, con dos o tres evacuaciones por semana; en el otro predomina la diarrea
y la persona evacúa entre seis
y diez veces al día;
y un tercer tipo tiene un carácter mixto, es decir, que oscila entre patrones de normalidad, períodos diarreicos
y etapas de estreñimiento.
El Servicio de Coloproctología y Gastroenterología del HGMEL se atienden cada año entre 3.500 y 4.000 pacientes por esta enfermedad, y afecta más a mujeres.
Abordaje terapéutico del Síndrome de Intestino Irritable
Existen tratamientos que contribuyen a disminuir los síntomas de manera significativa. En la mayoría de las ocasiones, es necesario esperar por lo menos 12 semanas para probar la efectividad de las medidas terapéuticas adoptadas
y para, en su caso, implementar los ajustes pertinentes.
Yuritzi Luna Camacho, especialista del Servicio de Apoyo Nutricional
y Metabólico del Hospital Juárez de México (HJM), explica que ante el SII el paciente debe someterse a una valoración individualizada que permita el diseño de una dieta conforme a su problemática particular, equilibrada y que contenga macronutrientes, carbohidratos, proteínas y lípidos y que excluya los alimentos que favorecen el desarrollo o el agravamiento de síntomas como la distensión abdominal o las flatulencias.
Factores de riesgo
El consumo de alcohol
y tabaco pueden predisponer al paciente a desarrollar el SII como enfermedad crónico-degenerativa que impactará de forma negativa su calidad de vida.
México cuenta con gran variedad de frutas y verduras ricas en fibra, vitaminas y minerales que los pacientes con síndrome de intestino irritable pueden incluir en su dieta, con el propósito de atenuar los síntomas de la patología.
La persona con SII debe adoptar un estilo de vida saludable que incluya la hidratación adecuada con el consumo de por lo menos dos litros de agua al día
y la realización de actividad física. Estas medidas, según la experta,
favorecen las evacuaciones
y reducen la distensión abdominal.
Los especialistas destacan la importancia de contar con un equipo multidisciplinario médico, nutricional
y psicológico, ya que, en la mayoría de los casos, el
estrés, la
ansiedad y la
depresión son factores que propician el
desarrollo de los síntomas de esta patología.