Se estima que la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, que se agrupan bajo el término de Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), pueden afectar en nuestro país a 120.000 personas en España. Cada año se detectan entre 10-20 nuevos casos por cada 100.000 habitantes, unas cifras que se están manteniendo estables en los adultos, aunque en los niños su incidencia está incrementándose. Son patologías en las que se logra el control y la mejoría de los síntomas en la mayor parte de pacientes. Sin embargo, algunos enfermos responden peor a los tratamientos, requiriendo fármacos más potentes o cirugía. Entre éstos, se hallan los pacientes que desarrollan corticodependencia.
'En estos enfermos, cuando intentamos retirar o reducir las dosis de corticoides, empeoran y la colitis se recrudece. No obstante, el tratamiento con corticoides no se puede mantener durante largos periodos, debido a sus efectos adversos a largo plazo, por lo que contamos con pocas opciones para estos casos', explica el doctor Eugeni Domènech, Jefe de Sección de la Unidad de Gastroenterología y Enfermedad Inflamatoria Intestinal del Hospital Germans Trias i Pujol (Badalona) e investigador del estudio Aticca.
Un total de 24 hospitales españoles están participando en ATICCA, un ensayo clínico internacional, liderado y promovido por el Grupo Español en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU), con el apoyo de la compañía farmacéutica Otsuka, para evaluar la eficacia y la seguridad de la aféresis en colitis ulcerosa corticodependiente, siendo el primer estudio de estas características que se realiza en Europa. La aféresis es un procedimiento técnico rápido y sencillo, que consiste en la adsorción selectiva de leucocitos (granulocitos y monocitos/macrófagos) de la sangre de aquellas células más pro-inflamatorias.
Eficacia y seguridad
El estudio ATICCA está evaluando, en este sentido, la seguridad y la eficacia de sumar al tratamiento con corticoides la aféresis en pacientes corticodependientes. 'La aféresis es una terapia no farmacológica con un excelente perfil de seguridad y su aplicación podría permitir reducir la dosis o retirar los corticoides', comenta. Estudios retrospectivos publicados hace tan sólo dos años apuntaban ya a su eficacia, logrando en casi la mitad de los pacientes el control de la colitis ulcerosa y en un 20 por ciento adicional mejorar su situación clínica, permitiendo reducir así el consumo de corticoides.
ATICCA es un estudio prospectivo abierto, randomizado, multicéntrico. 'Se espera que los primeros resultados estén disponibles en la segunda mitad del próximo año. Si se confirman los resultados preliminares, la aféresis se planteará como una opción terapéutica de elección en este grupo de pacientes', subraya el doctor Domènech.
Elevado impacto en calidad de vida
Todavía no se ha podido concretar con exactitud los factores que determinan la aparición de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal ni el papel de cada uno de ellos, pero se sabe que la enfermedad se desarrolla en individuos genéticamente predispuestos expuestos a determinados estímulos ambientales. De éstos, sólo se conoce el papel del tabaco; sin embargo, el hecho que la incidencia se incremente en países en desarrollo hace pensar que factores como la contaminación, la alimentación menos saludable y la mayor higiene puedan influir en su desencadenamiento. Lo que sí se conoce es el alto impacto de la enfermedad en la calidad de vida de los afectados. Como explica el doctor Domènech, 'tanto la colitis ulcerosa como la enfermedad de Crohn son enfermedades crónicas que se suelen manifestar en edades tempranas, entre los 20 y los 30 años, y que tienen un elevado impacto en la calidad de vida del paciente desde el punto de vista social y laboral'.
'El 60 por ciento de los afectados por enfermedad de Crohn requerirán una resección intestinal y entre el 5-10 por ciento de los pacientes con colitis ulcerosa precisarán de una colostomía o un reservorio, lo que tiene un efecto directo en su vida', añade. Los pacientes suelen sufrir de forma recurrente brotes caracterizados por diarrea, dolor abdominal, fatiga, debilidad corporal y malestar general y que afectan su calidad de vida desde todos los puntos de vista.
El objetivo del tratamiento, según explica el doctor Doménech, es 'conseguir que el paciente esté libre de síntomas durante periodos de tiempo más largos. Esto es importante porque las perspectivas del enfermo cambian mucho en lo que se refiere a su calidad de vida, actividad laboral, actividad social y en muchos aspectos que influyen en el bienestar del paciente'.