Aumento de la cronicidad, discapacidad, dependencia y fragilidad marcan el escenario del SNS en España, según las proyecciones demográficas y las tendencias en salud en España. En este sentido, el hospital deberá experimentar un profundo cambio para insertarse dentro de una red integral de servicios…
Aumento de la cronicidad, discapacidad, dependencia y fragilidad marcan el escenario del SNS en España, según las proyecciones demográficas y las tendencias en salud en España. En este sentido, el hospital deberá experimentar un profundo cambio para insertarse dentro de una red integral de servicios sanitarios y sociosanitarios. Así concluye el informe 'La Visión de la Medicina Interna en la Sanidad del s. XXI', iniciativa de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) que se presenta en el marco del Congreso Nacional que la Sociedad celebra en Zaragoza los días 23-25 de noviembre.
En este mismo evento se presentan los resultados del estudio RECALMIN (REgistro y CALidad en Medicina INterna) en el que se analizan los datos asistenciales e indicadores de eficiencia, calidad y resultados en salud. 'Recalmin revela que las altas dadas por las Unidades de Medicina Interna (UMI) del Sistema Nacional de Salud han crecido un 11 por ciento durante el período 2007-2013, con una reducción del 12 por ciento en el promedio de duración de la estancia media y un progresivo envejecimiento de la población atendida, lo que debe valorarse como una relevante mejora, dado el perfil de pacientes más envejecidos y con mayor número de comorbilidades', apunta el Dr. Antonio Zapatero, vicepresidente 1º de la SEMI. Los pacientes son en su mayoría mayores de 80 años (casi el 50 por ciento), predominando en este subgrupo las mujeres (57 por ciento). 'Por tanto 'destaca el Dr. Zapatero- es necesario adaptar nuestra práctica clínica a este grupo de pacientes que ha seguido aumentando en los últimos ocho años, pero que esta infrarrepresentado en los ensayos y en las guías clínicas'.
Por otra parte, RECALMIN ha encontrado asociaciones entre buenas prácticas de gestión clínica (Comité de Seguridad del Paciente, pase de visita multidisciplinar, gestión por procesos) con mejores resultados en salud.
Asimismo, el estudio ha detectado una relación entre la carga de enfermería y los resultados. 'Así una mejor dotación de enfermería puede ser costo-eficiente (menos estancias y complicaciones médicas, reducción de la tasa bruta de mortalidad, etc.)'. En este sentido, en la actualidad, probablemente existe una baja dotación de enfermeras en las salas de Medicina Interna.
También se ha identificado cierta asociación entre productividad médica y calidad. Por último, el estudio recomienda reconsiderar las supuestas ventajas de las Unidades de Corta Estancia analizando no sólo el desempeño aislado de estas unidades sino su repercusión sobre el conjunto del hospital.
Por su parte, RECALMIN 2 ha puesto de relieve (con datos de 2014, últimos disponibles) que no existen diferencias con significado clínico en los indicadores ajustados de mortalidad, lo que indica que 'posiblemente- la calidad asistencial es bastante uniforme en los servicios de Medicina Interna de los hospitales generales de agudos del SNS, a diferencia de lo que sucede con otras especialidades.
En cuanto a líneas de mejora para el futuro, el Dr. Zapatero plantea: aumentar la protocolización de las patologías más frecuentes en estas unidades, adoptar cambios organizativos para gestionar la cronicidad, dotación adecuada de personal de enfermería en unidades de medicina interna, fomentar la cultura de la calidad y seguridad en los servicios de MI y generalizar la continuidad de la asistencia con Atención Primaria.
Además, junto a los Estudios RECALMIN 1 y 2, en el Congreso se presentará una comparativa de cómo ha evolucionado la Medicina Interna, comparando 2014 con 2007 (8 años) y que revela datos significativos como que la media de edad de los pacientes ingresados en 2014 es dos años superior a la de 2007, lo que es un aumento muy importante. Igualmente se detecta un aumento notable de la comorbilidades (cáncer, malnutrición, demencia y otros problemas mentales, insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal y úlcera de decúbito), de tal modo que si se suman todas las comorbilidades por su tasa porcentual el incremento es de un 16 por ciento.
El número de pacientes atendidos por un internista hospitalizado es aproximadamente de entre 10 y 12. Pero los internistas además de atender pacientes hospitalizados, atienden consultas externas de la especialidad, e interconsultas para valorar pacientes ingresados en otros servicios, siendo los más frecuentes traumatología, cirugía general y urología (en la mayoría de hospitales, hay uno o varios internistas con dedicación a este trabajo).
Los procesos clave que atienden los internistas en la actualidad son: paciente agudamente enfermo hospitalizado, apoyo de consultoría a atención primaria u otras especialidades (cuyo objetivo principal es disponer de procesos ágiles que permitan priorizar a los pacientes más graves y diagnosticar con rapidez) y atención al paciente crónico complejo.
Para cada uno de estos procesos, la SEMI ha elaborado unos estándares de calidad para garantizar la mejor atención. Así, por ejemplo, en el caso del paciente hospitalizado, se recomienda evitar estancias innecesarias, utilizar el ingreso como tiempo de educación sanitaria del paciente y dotar a las unidades de medicina interna de personal de enfermería suficiente, entre otras medidas.
En la atención de los pacientes crónicos complejos, entre otras propuestas, se recomienda, por un lado, atender con prontitud las descompensaciones agudas, extender el uso de los sistemas de telemedicina para mejorar el control domiciliario y evitar consultas presenciales innecesarias. De hecho, según señala el Dr. Casariego, presidente de la SEMI, las tecnologías de la información (TIC) tenderán a modificar el funcionamiento del sistema sanitario y las relaciones entre los pacientes y los profesionales.
Asimismo, es preciso evitar en lo posible la hospitalización convencional, dados los riesgos que puede tener para estos pacientes. Así, cuando las condiciones lo permitan es conveniente evaluar las posibilidades de otros sistemas de atención, como hospital de día, hospitalización a domicilio, etc.
Todos estos estudios ponen de relieve la relevancia de la Medicina Interna en el Sistema Nacional de Salud. Precisamente, mediante este Congreso 'esperamos concienciar a médicos y población general de la actuación y misión de los internistas. La importancia de la especialidad como visión del enfermo en su conjunto y la labor que desempeñan como consultores para otros servicios', concluye el Dr. Juan Carlos Ferrando.
Alrededor de 2.200 expertos se darán cita en este encuentro científico, reconocido de Interés Sanitario por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en el que se tratarán entre otros temas 'la atención a los pacientes crónicos y pluripatológicos, las alternativas a la hospitalización convencional, la atención a los pacientes con riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares (hipertensión, diabetes mellitus, dislipemias) y autoinmunes, o la atención a los pacientes en los últimos días de la vida', explica el Dr. Juan Carlos Ferrando, presidente ejecutivo del comité organizador del Congreso y presidente de la Sociedad de Medicina Interna de Aragón, Navarra, La Rioja y País Vasco (SOMIVRAN).
El Congreso será además punto de encuentro entre once sociedades científicas de Medicina Interna de Latinoamérica, Portugal y España, según destaca el Dr. Emilio Casariego.