12 de febrero 2016. 9:06 am
MADRID (EUROPA PRESS)Un nuevo estudio en modelos animales, dirigido por científicos del Instituto de Investigación Scripps (TSRI, por sus siglas en inglés), en la Jolla, California, Estados Unidos, es el primero en demostrar que la percepción de oxígeno en el cerebro tiene un papel en…
MADRID (EUROPA PRESS)
Un nuevo estudio en modelos animales, dirigido por científicos del Instituto de Investigación Scripps (TSRI, por sus siglas en inglés), en la Jolla, California, Estados Unidos, es el primero en demostrar que la percepción de oxígeno en el cerebro tiene un papel en el metabolismo y la detección del estado interno de un organismo.
En un nemátodo llamado 'C. Elegans', señales recogidas del medio ambiente --específicamente, la percepción de oxígeno por parte del cerebro-- determina la rapidez con la que el intestino quema la grasa. Sorprendentemente, esta comunicación funcionó en ambos sentidos y las reservas de grasa en el intestino también podrían influir en la intensidad de la señal para quemar grasa del sistema nervioso.
'Las implicaciones de esto son interesantes -afirma el profesor de TSRI Supriya Srinivasan, que fue el autor principal de este trabajo, que se publica este jueves en 'Cell'--. Si las neuronas sienten el oxígeno, cambian su actividad basándose en la cantidad de grasa que hay en un animal, ¿qué otras funciones neuronales pueden modular la grasa?'.
Los resultados plantean la posibilidad de que un mecanismo similar en los seres humanos puede estar alterado en enfermedades como el síndrome de Bardet-Biedl, en el que los pacientes con obesidad extrema parecen tener una percepción sensorial disfuncional. Sin embargo, todavía no se conocen los sensores de oxígeno en los seres humanos.