'Los sistemas sanitarios deben ser solventes para ser capaces de dar respuesta a las necesidades de los usuarios a pesar de las restricciones. Para ello hay que adaptar los recursos a la situación actual y eliminar las bolsas de ineficiencias así como las prácticas poco edificantes', subrayó Genís Carraco, editor de la revista Calidad Asistencial y moderador de la sesión plenaria 'Eficiencia y calidad para la sostenibilidad de la Sanidad', desarrollada en el marco del XXX Congreso de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA), que ha tenido lugar en el Palacio Euskalduna de Bilbao y en la que han participado destacados especialistas .
Genís Carrasco fue desgranando los problemas que acechan a la Sanidad como son la inequidad existente entre los pacientes de las distintas CC.AA, así como las estrategias de recorte que se están llevando a cabo en todo el Estado. 'Lo más sencillo, que no lo mejor para luchar contra el déficit, es rebajar el suelo a los profesionales e implantar el copago sin tener en cuenta los daños colaterales que provocan', sentenció.
Como los políticos no parecen ir en la línea de la solvencia, añadió Genís Carrasco, y tampoco están demostrando ser imaginativos, 'hay que apelar a los otros sectores implicados en la Sanidad para que apuesten en innovación'.
El turno de propuestas innovadoras para el mantenimiento del sistema se inició con la intervención de Juan Cabasés, catedrático de Economía de la Salud de la Universidad de Navarra. En su opinión, la crisis económica tiene que ser una oportunidad para revisar las holguras de ineficiencias. 'Para ello hay que implicar a los profesionales, pero también a los pacientes'.
Cabasés abogó por la profesionalización de la gestión. 'Los responsables de liderar las organizaciones sanitarias no debieran de estar ligados a los políticos de turno; tendrían que ser gerentes profesionales como ocurre en otros países de Europa. Los resultados que se obtendrían serían mejores', subrayó. 'Sin embargo, con esto no es suficiente, la población debe ser corresponsable de la sostenibilidad del sistema', matizó.
Reducir coste de los procesos
'¿Qué tiene que hacer el Gobierno para lograr la viabilidad del sistema?', se preguntó este economista de la Salud. 'Determinar las prioridades: el todo de todo y para todos ya no puede ser. Además tendrá que realizarse una adecuada evaluación de las tecnologías y comparar coste con los efectos resultantes', explicó. En esta misma línea recalcó que los gerentes tienen que incentivar a sus profesionales. Incentivos que van más allá de de las cuestiones monetarias. En esta línea citó la necesidad de que la carrera profesional sea efectiva, que las administraciones valoren a sus sanitarios, que haya gerentes de valía al frente de la gestión. 'Estos incentivos ahorran a los sistemas por lo que hay que contar con profesionales bien motivados e identificados con su organización'.
La perspectiva práctica de los costes de la calidad y la ética de la eficiencia en los servicios clínicos corrió a cargo del doctor Luis Cabré, jefe de Cuidados Intensivos del Hospital de Barcelona. Cabré abundó en la ética de la eficiencia que se basa en la justicia distributiva. 'No se puede discriminar a nadie en la asistencia y, por otro lado, los recursos son limitados. Los políticos deciden los presupuestos en Sanidad, pero luego somos los médicos los que tenemos que ejecutar las medidas que ellos adoptan; unas decisiones más difíciles y complejas', remarcó.
El intensivista catalán consideró de vital importancia formar y educar a los pacientes. A su juicio, hay que enseñar y explicarles su patología y ayudarles a tomar decisiones a futuro (voluntades anticipadas). 'Son ellos los que tienen que decidir los tratamientos que desean recibir a futuro y hasta cuándo. De este modo la decisión no recaerá en el facultativo'.
Para el doctor Luis Cabré, además, los profesionales deben de conocer el coste a la hora de tomar decisiones, que en muchos casos no debieran realizarse, 'porque no añaden valor al paciente', aseguró, al tiempo que de forma contundente reconoció que las Administraciones 'antes de recortar los sueldos entre los profesionales y desmotivarlos, lo que debe intentar es reducir los costes de los profesionales, ya que un papel destacado de éstos redunda en la mejora de la asistencia'.
Alinearse con los médicos
Para abordar la orientación y prácticas de gestión para la mejora de la calidad y la eficiencia, el XXX Congreso de la SECA contó con Mario González, gerente del Sector Zaragoza I y II. 'La solución no es única. Pero en lo que sí coincidimos todos los gerentes es en la necesidad de alinearnos con los médicos'. A medio plazo, según González, la única medida es reducir el gasto como sea. 'El país no tiene dinero. Hay que ajustar precios y personal; hay que disponer de los sanitarios a los que se pueda pagar', reconoció
El gerente de Zaragoza abogó por reducir la demanda sanitaria, eliminar las pruebas innecesarias, 'debe primar la racionalidad', reducir también las consultas que no son precisas y ajustar la cartera de servicios desde instancias superiores. 'No es razonable que tengamos listas de espera para vasectomías, fecundación in vitro... Necesitamos que alguien ponga freno a todo esto. Por otro lado, la sociedad tiene que decir cuál es la Sanidad que quiere pagar. Por ello, el paciente debe de participar en el diseño. En este sentido, el clínico tiene que tomar también decisiones que aporten valor', remarcó.
A medio plazo, a juicio de González, hay que iniciar un debate serio sobre la necesidad o no de tener tantos hospitales. En Alemania ya se hizo hace 20 años. El gerente de Zaragoza I y II apuesta por la gestión por proceso y por supuesto, la necesidad de aumentar la investigación. Y es que no entiende cómo en los hospitales españoles se generan tan poca riqueza, 'que no se aprovechan las sinergias de los excelentes equipos de profesionales que trabajan en ellos'.
Entre las medidas a largo se mostró partidario de incentivar las actividades preventivas, la atención al paciente crónico y de educar al paciente, ya que, por ejemplo el 80 por ciento de las diabetes se podrían evitar. En su exposición González no se olvidó tampoco de mencionar los beneficios de la colaboración entre la sanidad pública-privada para lograr mayor eficiencia.
Se refirió también a la integración de toda la información en aras de lograr mayor calidad de los hospitales y abogó por escuchar a los pacientes con el fin de que no se produzcan injerencias innecesarias por parte de los facultativos, no deseadas por el enfermo, y que no añaden valor. 'Hay que traducir todo el conocimiento del hospital en dinero e innovación. Para ello es clave trabajar por procesos y la profesionalidad de la gestión en la que estén personas que se impliquen y a los que se les valore. Hay que buscar a los mejores', redundó, coincidiendo con lo expuesto por Cabasés.
Trabajo por procesos
Por su parte, Patricia Arratibel, directora de Aseguramiento y Contratación del Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco explicó el modelo de contratación enfocado a la eficiencia y la calidad de los resultados en la salud que se está llevando a cabo en el País Vasco. 'Una iniciativa que es posible porque los pacientes vascos están estratificados según la simplicidad o no de sus dolencias. Así se han elaborado los planes de intervenciones desde el ámbito local. Lo que se pretende es asignar la financiación según los resultados y la gobernanza compartida. Lo que se define es la prioridad de las intervenciones gracias a la estratificación poblacional'.
Arratibel subrayó como a lo largo de 2012 se han priorizado al paciente pluripatológico: el diabético y el que padece EPOC, en total 50.000 personas, el 2,3 por ciento de la población. 'Los resultados que se están logrando son buenos. El impacto a futuro en eficacia permitirá ahorrar 20 millones de euros a lo largo de este mismo año, aunque el proceso está en evaluación', remachó.