Profesionales sanitarios de diferentes especialidades han abordado las principales novedades en la trombosis y la anticoagulación en pacientes con COVID-19. El
2º Congreso Nacional Multidisciplinar COVID-19 de las Sociedades Científicas de España se celebra desde el lunes 12 al viernes 16 en formato virtual.
La mesa ‘Trombosis y anticoagulación en COVID-19’ ha contado con la organización de la
Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) y la
Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM). Los moderadores han sido
Juan Carlos Reverter Calatayud, del Hospital Clínic de Barcelona, y
José Antonio Páramo Fernández, de la Clínica Universidad de Navarra de Pamplona.
La trombosis y la anticoagulación en COVID-19
Pilar Llamas Sillero, del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid, ha analizado la ‘Fisiopatología de la trombosis e interpretación de las pruebas de hemostasia en pacientes con COVID-19’.
Según ha dicho, la infección por SARS-CoV-2 “induce un estado protrombótico, que se manifiesta especialmente con microtrombosis”. “La coagulopatía es el resultado de la activación de la coagulación inducida por la inflamación, o inmunotrombosis, y la infección directa de las células endoteliales por el coronavirus”, ha explicado.
Este proceso tiene una repercusión en las pruebas de hemostasia, según ha dicho Pilar Llamas, y es “variable en función de las fases de la enfermedad y de las características del paciente”.
La función del endotelio
El endotelio es “clave” en la regulación de la hemostasia, la fibrinolisis y la permeabilidad de la pared vascular. “La disfunción endotelial de los vasos pulmonares actúa como desencadenante de la inmunotrombosis. Esto explica la coagulopatía observada en estos pacientes”.
La inflamación y el estado protrombótico exageradamente aumentados se asocian con trombosis local pulmonar, y con incidencia aumentada de tromboembolismo venoso, y, en menor medida, arterial. En opinión de Pilar Llamas, “es un objetivo pendiente el poder anticiparse a las manifestaciones trombóticas en la COVID-19”.
Del ‘Diagnóstico del tromboembolismo venoso en el ámbito COVID-19’ ha hablado
Marcelo Sánchez González, especialista del Hospital Clinic de Barcelona.
Cambios trombóticos
A continuación,
Mikel Grau García, del Hospital Universitario de Basurto de Bizkaia, ha comentado los ‘Cambios trombóticos más allá del TEP’. Este especialista ha señalado que la COVID-19 se asocia con hipercoagulabilidad debido a un estado protrombótico sistémico, a daño endotelial directo y a inmovilización.
Entre el 30 y el 50% de los casos graves y críticos presentan fenómenos relacionados con enfermedad tromboembólica venosa. Incluso los casos leves también presentan un aumento de la incidencia con respecto a los pacientes no COVID-19.
Mikel Grau ha explicado que las necropsias de pacientes en UCI indican “frecuente trombosis arterial de pequeños vasos asociados a áreas de neumonía COVID-19”. Esta trombosis, según el especialista del Hospital de Basurto, “se forma in situ asociada a endotelitis causada por el propio virus. Provocan un empeoramiento en estos pacientes y se relacionan con un aumento de los niveles de dímero D.
En las conclusiones, Grau ha añadido que “hay un aumento de incidencia de trombosis arterial y venosa en pacientes con antecedentes de infección COVID-19”.
Profilaxis y tratamiento anticoagulante
Las novedades en ‘Profilaxis y tratamiento anticoagulante en los escenarios COVID-19’ ha sido el tema tratado por
José Ramos González-Porras, del Hospital Clínico de Salamanca. “En pacientes COVID-19 positivos no hospitalizados debe evaluarse el riesgo de enfermedad tromboembólica venosa. También se debe considerar la tromboprofilaxis farmacológica estándar “si el riesgo de tromboembolia venosa supera el riesgo hemorrágico”.
Según su criterio, los pacientes
positivos hospitalizados “deberían recibir de manera precoz profilaxis farmacológica antitrombótica”, con ciertas contraindicaciones, como la hemorragia activa.