'Quizás la Atención Primaria debería tener no sólo más financiación, sino otro modelo de financiación, que puede no ser el mismo que el de los hospitales', con este frase Antonio Alemany, subdirector gerente del Hospital Clínico San Carlos, abría el primer debate de la jornada 'La Atención Primaria en el SNS: Encuentro con diferentes formas de gestión' organizada por la Fundación Ad Qualitatem. Ante esta idea, Ramón Morera, presidente de la SEDAP afirmaba que desde su perspectiva 'la Atención Primaria debe tener su propia asignación presupuestaria, porque cuando se reparte siempre es Primaria la que pierde' ya que 'los hospitales tienen la capacidad de vampirizar los presupuestos'. En cuanto a las experiencias de gestión integrada, Morera puntualizaba que parte de sus consecuencias es que 'se han disuelto los equipos directivos de la gestión en Atención Primaria, y se ha quedado diluida en la Atención Especializada'. Ante esta situación su propuesta pasaba por una 'Atención Primaria compradora de servicios hospitalarios y sociales', que además volviera a recuperar su papel de 'gatekeeper'.
En esta misma línea, Javier Díez Espino, gerente del Servicio Navarro de Salud, apostaba por 'un presupuesto en Primaria por capitación que vaya en consecución de objetivos según resultados en salud'. El problema para esto es que 'somos expertos en medir resultados intermedios, pero no finales'. Así. Jon Guajardo, director gerente de la Organización Sanitaria Integrada Barrualde-Galdakao, insistía en que 'se debe poner el dinero donde sea más eficiente y dé más valor, pero estamos midiendo poco y mal'.
Reorganizar los presupuestos
Si esas eran las propuestas en cuanto a macrogestión, hablando más de la mesogestión José María Pino Morales, director gerente de Atención Primaria del Área Este de Valladolid, insistía en que 'si alguien puede disminuir el gasto per cápita es Atención Primaria', por ello, 'más allá del discurso de que hay que potenciar la Atención Primaria, hay que mostrar el camino', que desde su punto de vista pasa por 'trabajar en cadena, donde todos los engranajes son igual de imprescindibles'. Para ello el paso debe ser político, pero también de los profesionales 'porque hay que admitir que la Atención Primaria está desprestigiada en general'.
Desde el punto de vista de Marta Sánchez Celaya, gerente asistencial de Atención Primaria del Servicio Madrileño de Salud otro punto importante es 'la comparación', es decir 'salir de nuestro micromundo, porque si nos comparamos podemos encontrar herramientas de mejora'.
Por último, Antonio García Quintans, gerente de la Unidad de Gestión Integrada de la Provincia de Lugo, marcaba el contrapunto discordante afirmando que 'los presupuestos en Sanidad son suficientes', y puntualizando que 'gestionar es hacerlo bien con lo que se tiene'. Además, se mostraba en contra de una asignación específica para Atención Primaria, puesto que 'cuanto se tiene el presupuesto en diferentes cajones no ayuda a gestionar'.
En lugar de ello proponía acciones más concretas como las llevadas en su área en materia de interconsulta. 'Ahora mismo control en la puerta de consultas, el especialista no sabe qué le va a llegar', por ello el cambio pasa por que el médico de Atención Primaria ponga el caso en manos del especialista, decidiendo este si debe ir a consulta, si debe ser o no urgente o si puede manejar el caso el primer nivel asistencial mediante esa interconsulta. De esta forma 'la Atención Primaria tiene un control absoluto del paciente'.