En el marco del curso “Lo mejor del año en Reumatología Pediátrica 2024” de la Sociedad Española de Reumatología (SER) se ha puesto de manifiesto que las
enfermedades reumáticas también afectan a la edad pediátrica. Así, aunque la patología más frecuente en este grupo es la artritis idiopática juvenil (AIJ), con una prevalencia aproximada de 1 de cada 1.000 niños, también existen otras enfermedades autoinmunes sistémicas que afectan al colectivo infantil como el lupus, la esclerodermia y las vasculitis. Incluso otras patologías menos frecuentes como pueden ser el s
índrome antifosfolípido (SAF) o el síndrome de Sjögren.
Al respecto de las mismas aportaba más datos Eugenia Enríquez, del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario 12 de Octubre, Madrid. Según la experta “al no tener bien definidos los criterios diagnósticos, en ocasiones puede haber
dificultades para una detección precoz y que requieren un seguimiento y control estrecho, y un abordaje multidisciplinar”.
SAF pediátrico y el síndrome de Sjögren
En el SAF pediátrico, a diferencia de los adultos, los niños
no suelen presentar enfermedades protrombóticas concomitantes y no suelen tener factores de riesgo cardiovascular por lo que ante la presencia de una trombosis en un niño, hay que descartar siempre un síndrome antifosfolípido. Según la experta, en este grupo son más frecuentes y recurrentes las trombosis venosas y las manifestaciones no trombóticas. También las
formas graves como el antifosfolípido catastrófico por lo que es fundamental hacer un diagnóstico y tratamiento precoz. En concreto, se estima que el SAF en edad pediátrica tiene una incidencia de 2,5 casos por 100.000 niños/as.
Por su parte, Neus Quilis, del Servicio de Reumatología del Hospital del Vinalopó (Elche), ha asegurado que “el síntoma más frecuente del síndrome de Sjögren en niños es la
parotiditis recurrente”. Así, “mientras que en los adultos esta manifestación es poco frecuente, predominando la sequedad de ojos y boca. El dolor articular es frecuente también en ambos grupos. Además, se trata de una enfermedad sistémica con potencial afectación de otros órganos y sistemas como el riñón, pulmón, sistema nervioso central y periférico, fiebre, etcétera”.