El examen MIR es el sistema de evaluación más igualitario y homogéneo. Pese a esa gran ventaja, cuenta con un pero: su formato actual, en su mayoría tipo test, se antoja, a la larga, insuficiente para calibrar las habilidades clínicas de los estudiantes y, por tanto, choca con el planteamiento, implantado desde la Declaración de Bolonia de 1999, centrado más en la adquisición de competencias y un aumento de la práctica clínica. El escenario actual ha sido abordado en el XXI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) en una mesa de debate titulada 'ECOE de alumnos de Medicina a debate', en la que los profesores de las Cátedras SEMG coinciden, en su mayoría, en que hace falta un cambio en el sistema de evaluación. Y, en ese cambio entra la posibilidad de que la prueba ECOE se incluya en la prueba MIR o incluso la supla. Eso sí, partiendo de la premisa de que esta prueba práctica se tiene que homogeneizar en todo el país.
Para el representante de la Cátedra SEMG de la Universidad de Santiago de Compostela, Víctor Arce, el futuro pasa por una ECOE interfacultativa, es decir, una prueba homogénea entre todas las universidades que de alguna forma sustituya la prueba de los futuros MIR. 'Pese a los esfuerzos docentes por la práctica clínica, el interés de los alumnos de 6º curso no es formarse en competencias, sino tener tiempo para preparar la prueba MIR', lamentó Arce, que incidió en la necesidad de reorientar la docencia hacia la formación en habilidades clínicas y de comunicación, tal y como se recoge en la Declaración de Bolinia. Ante el lastre que puede suponer la preparación del examen MIR para la formación clínica, Arce apuesta por una formación continuada y 'una nueva planificación de docencia, en la que se extrapolen los resultasdos de la ECOE al aprendizaje'. Sin embargo, el propio Arce describe las trabas que tiene su propuesta. Una de ellas es la necesidad de homogeneizar la prueba, pero otra son las cuestiones logísticas y monetarias. La principal 'el elevado presupuesto' que supondría adecuar toda la infraestructura para realizar una prueba ECOE estatal y única. Además, esta prueba 'necesita un personal formado y motivado, además de un proceso de entrenamiento de los pacientes estandarizados, una labor que en muchos centros lo están asumiendo los propios MIR de manera voluntaria'.
'Lo esencial es que formamos médicos y a veces se nos olvida eso', explicó Pilar Rodríguez Ledo, también de la Universidad de Santiago de Compostela, que fue muy crítica con el proceso formativo al indicar que la calidad de los nuevos médicos españoles viene principalmente de 'su interés y su esfuerzo, pero no porque se imparta una formación de calidad'. Para ello, Pilar Rodríguez reclamó una prueba ECOE 'que evalúe y tenga continuidad hacia el futuro', algo que reclaman los propios estudiantes, según destacó en una serie de encuestas de opinión. No obvió, en este sentido, que la prueba MIR es el proceso más igualitario, aunque recalcó que es necesario un periodo de 'reflexión' para intentar 'planificar toda la formación como un continuo' y contando.
El profesor del Aula SEMG de la Universidad de Granda, José Caballero, aportó otro dato de peso para inclinar la balanza hacia un cambio de prueba de acceso al MIR: el espíritu de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS), que recoge que la evaluación debe tener en cuenta los conocimientos teóricos como las habilidades clínicas y comunicativas. 'En noviembre de 2011 se acabó el plazo y no se ha hecho absolutamente nada', cuestionó Caballero, que acusó a los diferentes Gobiernos estatales de 'dejación de funciones'. En ese sentido, defendió que la única manera para acreditar que estos estudiantes reúnen las habilidades clínicas es a través de una prueba ECOE estatal. 'Es el camino más lógico para sacar a médicos en mayúsculas', reivindicó Caballero, que señala que el médico debería estar en una constante revisión de sus conocimientos y habilidades, como pasa en EE.UU., donde 'evalúan a los profesionales cada equis años para saber si están al nivel exigible'.
Prueba homogénea
El profesor de la Universidad de Murcia, José Gómez Marín, ahondó más en la teoría, cimentada en una declaración de la Conferencia Nacional de Decanos de las Facultades de Medicina, que ponía el acento en la falta de homogeneización de la prueba ECOE, dispar entre comunidades. Así, ahondó en la necesidad de que exista una 'evaluación externa y participativa', algo que se va buscando en la Universidad, pero que choca frontalmente con las actuales pruebas. '¿Esto para qué sirve si después el MIR es una prueba test?', se preguntó Gómez Marín.
Higinio Flores, director de la Cátedra SEMG de la Universidad de Cádiz, remarcó el papel de las facultades de Medicina, cuyo papel es bueno pero no todo es eso. Recordó que queda bastante por avanzar y, para ello, expuso como ejemplo el incumplimiento del libro blanco, firmado por el cien por cien de las facultades de Medicina en abril de 2005, en el que se recogía la necesidad de aunar criterios, cosa que no ocurre en la realidad donde 'cada facultad hace lo que quiere'. 'Las facultades no se pueden quedar atrás y está pasando', defendió Flores, que reclamó 'una nueva forma de evaluación', que sea común en todas las universidades.