La transformación digital del Sistema Sanitario no es un reto nuevo, en realidad se lleva muchos años trabajando alrededor de grandes proyectos como la historia clínica digital o la tarjeta sanitaria única. Pero la pandemia llegó para revolucionarlo todo. Es por ello que en estos últimos tres años se han producido grandes avances y cambios en materia de salud digital, aunque, en ocasiones, precisamente la rapidez, ha dejado algunos retos pendientes.
De algunos de ellos se ha hablado en la segunda jornada de
Inforsalud 2023. Así, durante la mesa “La construcción del Espacio de Datos de Salud”, uno de los temas protagonistas ha sido el debate en torno a
la calidad del dato. Como insistía Miguel Angel Montero Martinez, Head of Health Account Executive en Inetum, los datos de salud se recogen para un uso primario centrado en la asistencia clínica y pensando en que sean interpretados por profesionales. Por ello, queda pendiente cómo se va a asegurar la calidad de ese dato para un uso secundario, como puede ser la investigación o la innovación, cuando se espera que sea interpretado por tecnología de inteligencia artificial. Asimismo, queda pendiente gestionar el
papel del propio ciudadano a la hora de querer o no ceder esos datos para esos posibles usos secundarios.
Nuevos perfiles tecnológicos
Otra de las cuestiones pendientes la señalaba Rita Tristancho, directora de Programas Asistenciales Servicio Canario de Salud, en la mesa centrada en “Planes para la digitalización: Atención primaria y comunitaria y atención digital personalizada”. Y es que, si bien los fondos europeos para esta transformación digital están centrados en la creación de planes y estrategias, además de en la implantación de tecnología, no están presupuestados los recursos humanos. “La mayoría de los que estamos trabajando en estos somos profesionales sanitarios, pero hacen falta nuevos roles y perfiles,
o incorporamos perfiles tecnológicos o somos incapaces de avanzar”, insistía la experta.
Asimismo, la experta insistía en que es necesario “innovar no solo desde el punto de vista tecnológico, sino innovar en el modelo. Las tecnologías lo que van a ser es parte del cambio del modelo”. De esta forma, durante la mesa se insistía en que parte del problema es el tener que trabajar con algunas estructuras obsoletas.
No hay transformación digital sin ciberseguridad
Aunque, sin duda, uno de los grandes retos de la transformación digital es el atraso que hay en torno a la ciberseguridad. Como exponía Javier Candau Romero, jefe de Departamento de Ciberseguridad Centro Criptológico Nacional CCN-CERT, “no hay transformación digital sin ciberseguridad”, y es que según el experto si en estos últimos años aun había cierta sensibilidad a la hora de atacar los centros sanitarios, ahora el problema es que están en la diana del cibercrimen. Solo en estos 3 meses de 2023 ya se han detectado el mismo número de ataques que en todo 2022. Todo ello teniendo en cuenta que la transformación digital ha sido tan rápida que, aunque se ha avanzado mucho en ciberseguridad, no se ha hecho todo lo realmente necesario para que esa transformación fuera realmente segura.
Los motivos son diversos. Para empezar, este es un sector atractivo porque los datos en salud son un bien muy deseado para poder venderlos a terceros. Además, precisamente la sensibilidad de estos datos hace que la presión ante los chantajes sea mayor. Por otra parte, se trata de un sector en el que hay mucha inversión.
El problema de fondo
no es solo que sea un sector muy atractivo para este tipo de cibercriminales, sino que es especialmente vulnerable. Como señalaba Jesús M. Doña Fernández, director de Desarrollo de Negocio de CIMS en Fujitsu, el entorno sanitario cuenta con una tecnología digital muy amplia y muy interconectado, pero con un gran número de sistemas obsoletos y vulnerables. Además, trabaja con un gran número de dispositivos médicos conectados y con un perímetro altamente expuesto en comparación con otras organizaciones.
La importancia de concienciar al profesional
Los expertos coincidían en que actualmente la gran mayoría de los ataques tenían una complejidad media baja, y que podrían solucionarse con estrategias tan sencillas como la
doble autentificación, que se hace cada vez más necesaria ante el aumento del robo de credenciales. Sin embargo, señalaban también que la cantidad de datos sanitarios que circula en la Deep Web es señal de que hay ataques más sofisticados que ni si quieran han sido detectados.
De esta forma, actualmente, aunque los ataques no son tantos, se trata de ataques de gran impacto, no solo por el robo de datos, sino por su capacidad de
impactar en la capacidad operativa de una organización como la de un hospital, como se ha dado el caso. Por ello, los expertos concluían con la necesidad fundamental de concienciar al profesional de la importancia de que la ciberseguridad sea también algo vital en su trabajo del día a día.