La prevención del ictus en pacientes con fibrilación auricular no valvular (FANV) puede conseguirse con un enfoque personalizado y programas dirigidos a identificar terapias anticoagulantes más apropiadas y mejorar los resultados en pacientes de riesgo. Esta fue una de las conclusiones que se puso de…
La prevención del ictus en pacientes con fibrilación auricular no valvular (FANV) puede conseguirse con un enfoque personalizado y programas dirigidos a identificar terapias anticoagulantes más apropiadas y mejorar los resultados en pacientes de riesgo. Esta fue una de las conclusiones que se puso de manifiesto en el simposio satélite que, auspiciado por Daiichi-Sankyo, se celebró en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC por sus siglas en inglés) en Londres del 29 de agosto al 2 de septiembre.
En el mayor encuentro de especialistas en Cardiología a nivel mundial, que ha reunido a más de 30.000 médicos, científicos, epidemiólogos, enfermeros sanitarios y representantes de la industria farmacéutica de todo el mundo, Daiichi-Sankyo estuvo presente con varios simposio satélites donde los expertos debatieron sobre el empleo de los anticoagulantes orales en pacientes con fibrilación auricular no valvular (FANV). Asimismo, la compañía dio a conocer los últimos datos sobre los registros PREFER in AF y PREFER in VTE, al tiempo que ofrecieron novedades de la iniciativa 'El Futuro de la anticoagulación'.
En Europa, la Fibrilación Auricular No Venosa (FANV) es la arritmia cardiaca sostenida más común y un factor de riesgo independientemente para el desarrollo de accidente cerebrovascular, así como un problema sanitario de primera magnitud asociado con el incremento de costes económicos para hospitales, residencias de ancianos y centros de atención primaria. Hasta ahora, los anticoagulantes orales de elección han sido los antagonistas de la vitamina K (AVK), que, aunque son muy efectivos en la reducción del riesgo de accidente cerebrovascular bajo condiciones óptimas, tienen una serie de limitaciones tanto para pacientes como para facultativos. Por ello, el desarrollo de los nuevos anticoagulantes orales (NACO), como Lixiana (edoxabán), con farmacocinéticas y farmacodinamias predecibles, pongan a disposición de los especialistas valiosas herramientas en el área de la anticoagulación.
En el simposio científico interactivo, patrocinado por Daiichi Sankyo en el Congreso ESC 2015, utilizando casos prácticos interactivos con pacientes, renombrados expertos en trastorno tromboembólicos con una dilatada experiencia en el uso de edoxabán durante su programa de desarrollo clínico expusieron los fundamentos para la dosificación de una sola toma diaria de edoxabán, analizaron su lugar en el tratamiento de pacientes con FANV y discutieron sobre los beneficios y riesgos de los NACO en diferentes poblaciones de pacientes, al tiempo que evaluaron el papel de los algoritmos de tratamiento en la elección de un NACO y la obtención de un resultado óptimo para pacientes.
Personalización del tratamiento
A juicio de Gregory Lip, profesor de Medicina Cardiovascular de la Universidad de Birmingham, en el Reino Unido, la prevención del accidente cerebrovascular es esencial en el enfoque moderno del tratamiento de la FANV 'y se ha desarrollado una serie de sistemas de puntuación y algoritmos de tratamiento que ayudan a los médicos a decidir qué estrategia de terapia es más beneficiosa para los pacientes y contrarresta el riesgo de tromboembolismo y sangrado', explicó, al tiempo que abogaba por la estratificación del riesgo para identificar a los pacientes con riesgo 'realmente bajo y que, por tanto, no requieren un tratamiento anticoagulante. 'A continuación deben prescribirse anticoagulantes orales a los pacientes que tengan uno o más factores de riesgo de padecer un ictus', explicó.
En esta línea hizo especial hincapié al señalar que es necesario un enfoque de la anticoagulación centrado en el paciente, 'por lo que resulta importante llevar a cabo una evaluación clínica exhaustiva para identificar aquellas características de los paicentes que influyen en la elección de un NACO (insuficiencia renal, edad, riesgo de hemorragia, riesgo de accidente cerebrovascular o antecedentes de accidente cerebrovascular sin olvidar la preferencia del paciente', subrayó el profesor Lip.
Opción atractiva para los pacientes ancianos
El profesor Jan Steffel, responsable de la Unidad de Electrofisiología Invasiva y dispositivos del Departamento de Cardiología del Hospital de Zúrich (Suiza), realizó un exhaustivo repaso de los resultados del subbanálisis del Estudio ENGAGE AF-TIMI 48, que han demostrado los beneficios de utilizar dosis altas de edoxabán en diferentes poblaciones. 'En pacientes que toman edoxaban y además reciben tratamiento antiplaquetario, la seguridad y la eficacia de edoxabán observadas en el ensayo principal se mantuvieron. En comparación con warfarina, edoxabán demostró una mayor eficacia en pacientes no tratados anteriormente con AVK que en pacientes anteriormente expuestos a AVK, y disminuyó significativamente el sangrado mayor en comparación con warfarina, independientemente de la exposición previa a AVK', detalló el experto suizo.
En esta línea, Jan Steffel apuntó que la eficacia y la seguridad fueron uniformes en diferentes grupos de edad con edoxabán, mostrando también mayores beneficios que warfarina, en especial para el sangrado en edades avanzadas, 'lo que convierte a este coagulante oral en una opción terapéutica atractiva para los pacientes de mayor edad'.
Un tratamiento sencillo y eficaz
El profesor Reinhold Kreutz, el director del Departamento de Farmacología Clínica y Toxicología del Hospital Universitario Charité, en Berlín, incidió en la eficacia de edoxabán una vez al día en pacientes con Fibrilación Auricular (FA), 'porque no solo proporciona una anticoagulación efectiva por inhibición de la generación de trombina hasta 24 horas, sino que también tiene un perfil de seguridad superior al de la dosificación en dos tomas diarias. Este fármaco ofrece una dosificación sencilla y uniforme para el conjunto de todas sus indicaciones aprobadas y proporciona comodidad de uso, pues puede tomarse con o sin alimentos y tiene pocas interacciones medicamentosas. Este fármaco será un activo muy valioso en el campo de la anticoagulación', adelantó.
La dosis recomendada de edoxaban es de 60 mg una vez al día para todos los pacientes, pero en aquellos con la función renal disminuida, bajo peso corporal o con un uso concomitante de inhibidores potentes de la glicoproteína, una reducción del 50 por ciento proporciona a los especialistas una mayor flexibilidad para su uso en pacientes con mayor riesgo de sangrado.
Mayor perfil de seguridad y resultados clínicos superiores
Por último, el doctor Christian Ruff, del Hospital Brigham and Women de la Facultad de Medicina de Harvard, recalcó, al igual que su colegas, que edoxabán es, 'por lo menos, tan efectivo como warfarina, pero con un mejor perfil de seguridad y resultados clínicos superiores'. Ruff argumentó sus afirmaciones en los resultados del estudio ENGAGE AF 'TIMI 48, hasta la fecha el mayor ensayo de un NACO frente a la warfarina en pacientes con FANV. 'La reducción del sangrado con edoxabán basado en características clínicas optimiza el balance entre eventos isquémicos y de sangrado sin inconveniente de tener que medir niveles de medicamento o monitorizar la actividad anticoagulante, lo que ofrece una ventaja clínicamente relevante sobre los AVK', recalcó, mientras indicaba que la 'personalización de la terapia basada solo en aspectos clínicos permite prevenir los excesos en los niveles de edoxaban, al tiempo que ayuda a optimizar la balance entre eventos isquémicos y de sangrado sin medir los niveles del medicamento o la actividad anticoagulante, lo que ofrece una ventaja clínicamente relevante sobre los AVK'.