Bajo el lema 'Innovación para un modelo de salud sostenible', esta jornada se enmarca dentro de la tercera edición del Congreso de Sanidad TIC y reivindica el papel de la investigación y la tecnología como motor de crecimiento y como herramientas claves que podrían facilitar un nuevo modelo operativo de la asistencia sanitaria nacional.
En la primera parte del foro participaron Luciano Sáez Ayerra, presidente de la Sociedad Española de Informática de la Salud (SEIS); César Franco, responsable de desarrollo de negocio de movilidad y aseguramiento de calidad HP Enterprise Services; y Ana Herranz Alonso, miembro del Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital General Universitario Gregorio Marañón.
Actualmente, debido al envejecimiento de la población y al incremento de las enfermedades crónicas, la asistencia sanitaria en España se enfrenta a un incremento de la demanda de servicios hasta el punto en que se cuestiona su sostenibilidad a largo plazo.
En este escenario resulta difícil mantener el alto nivel de calidad y eficacia del servicio. La innovación constituye un importante medio para la creación de recursos y la generaración de beneficios adicionales que hagan más sostenible el sistema sanitario español, sin que la prestación de servicios sufra un impacto negativo.
Así lo ratifica el presidente de SEIS, al afirmar que las TIC son el motor para la innovación 'porque facilitan el acceso, la equidad, la seguridad, la integración, la continuidad asistencial...'.
En el año 2010 ya se recogieron en un documento las líneas estratégicas que propone SEIS para impulsar las TIC en el sector sanitario en España.
Entre dichas medidas, Sáez ha destacado el compromiso institucional que 'requiere un esfuerzo sostenido y sostenible', la importancia de la sanidad electrónica en los programas de reforma, que las aplicaciones tecnológicas se vinculen a los beneficios en salud y a la calidad y eficiencia de su utilización, la cooperación entre agentes y la necesidad de cuidar las infraestructuras.
En este sentido, la SEIS pide a la industria que sus sistemas garanticen la integración y la operatividad de las infraestructuras a nivel nacional y europeo, y que se basen en estándares abiertos. 'Hay que buscar proyectos que transformen la forma de hacer las cosas', señala Sáez, y para ello es imprescindible que la telemedicina esté dentro de la Sanidad como un servicio más.
En cuanto a la aceptación de la salud electrónica por parte de profesionales y pacientes, los expertos consideran que depende de la confianza en las aplicaciones de las TIC. Esto se puede conseguir con programas formativos específicos y de formación continuada, facilitando el acceso electrónico a profesionales y pacientes, con el uso de herramientas colaborativas y comunicaciones móviles, permitiendo el acceso del paciente a la historia clínica, etc.
Para César Franco, la clave de todo está la movilidad y su impacto en Sanidad. 'Los profesionales pueden utilizar la movilidad como una herramienta de trabajo porque les abre las puertas a muchas mejoras y, sobre todo, aporta valor'.
Partiendo de la base de que la información médica es muy sensible, la movilidad en el sistema sanitario repercute -según Franco- en estas cuatro áreas: historia clínica, información del seguro médico, instrucciones de medicación y monitorización de pacientes crónicos.
Lo único que se debe tener en cuenta es que como los usos son completamente diferentes para personas diferentes, 'necesitamos coordinar los esfuerzos en movilidad y diseñar una capa de integración muy fuerte para definir los distintos campos de uso de los sistemas transaccionales'.
Por ejemplo, en el caso del personal sanitario, 'quieren aplicaciones diseñadas y pensadas para el manejo móvil con interacciones muy fáciles (tipo html5 que funciones en entorno Windows)'. En definitiva, dice Franco, además de en la persona hay que pensar en los datos y en la forma de consumo para no generar rechazo.
Por su parte, Ana Herranz Alonso, ve claras las ventajas y beneficios de la innovación tecnológica en la Farmacia Hospitalaria. 'Para llegar a todo hay que echar mano de las nuevas tecnologías, afirma Herranz. Las demandas de los pacientes son diferentes, hay un crecimiento constante en número y diversidad. Por eso no podemos seguir haciendo lo mismo, hay que adecuar las plantillas y el personal tiene que cambiar su organización'.
Para hacer frente a este panorama existen nuevas herramientas que pueden ayudar a identificar cómo se están utilizando los medicamentos.
Por ejemplo con el proceso de dispensación automatizada, que cuenta con la validación previa del farmacéutico, se puede atender a más pacientes en el mismo horario y éstos participan en el autocuidado de su salud.
Al unificar la prescripción electrónica se evitan errores de dispensación, y se ha enfocando el sistema 'a pie de cama'. Además la farmacoteca permite minimizar los errores y aumentar la seguridad al administrar al paciente correcto el medicamento correcto (dosis, vía y tiempo de administración).
En definitiva, las tecnologías ayudan a que el proceso sea más seguro y eficiente. 'Esta nueva metodología de trabajo basada en la seguridad aporta un valor añadido de calidad en el proceso asistencial', concluye Herranz.