El desarrollo de la gestión clínica en el Sistema Nacional de Salud (SNS) es uno de los principales retos a los que se enfrenta la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) en 2014. Su nuevo presidente, el doctor Carlos Macaya, espera poder contar con 'una propuesta de mínimos consensuada por la profesión médica y la Administración sanitaria en menos de dos meses', en el contexto del acuerdo marco firmado el pasado verano entre el Ministerio de Sanidad y el Foro de la Profesión Médica. 'Su posterior implementación deberá hacerse a través de los servicios autonómicos de salud, adaptándose en cada caso a las peculiaridades de cada región', explica. 'Se trata de hacer un traje a medida en el que todos nos sintamos confortables'.
Bien es cierto que se han puesto en marcha algunas experiencias de gestión clínica a nivel autonómico en los últimos tiempos, pero 'es el momento de dar pasos más decididos y sustanciales' en este terreno. Así, por ejemplo, 'habría que definir e implementar una serie de herramientas de desarrollo y de medición de la eficiencia que permitan monitorizar la actividad de las unidades de gestión clínica', señala. También 'es vital la transparencia, de tal manera que toda esa información no se quede en los profesionales sanitarios y llegue inmediatamente a la Administración sanitaria a través de los gerentes de los hospitales y de los centros de salud', añade. Este proceso puede desarrollarse perfectamente y 'no tiene que conllevar necesariamente cambios estructurales importantes'.
El nuevo presidente de FACME ha hecho estas declaraciones en una entrevista concedida a EL MÉDICO INTERACTIVO, donde también se ha mostrado preocupado por la deriva del SNS. La Ley General de Sanidad 'debe ser realmente consecuente y aplicable, garantizando la universalidad, la equidad, la calidad y la cohesión de la asistencia sanitaria', afirma. 'No cabe duda de que los recortes están afectando a todos estos términos'. También es cierto que el SNS 'puede salir lógicamente debilitado ante la actual situación de crisis económica si no desarrolla los cambios necesarios para adaptarse a este nuevo escenario', explica. El modelo asistencial 'debe reorientarse para ser más eficiente y sostenible'.
Con respecto a la externalización de la sanidad madrileña, el doctor Macaya recuerda que FACME ya se pronunció claramente en contra a finales de 2012. 'Seguimos creyendo que no es el camino a seguir para asegurar la asistencia sanitaria pública de los ciudadanos madrileños', apunta. 'No estamos diciendo que la prestación de servicios sanitarios a través de entidades privadas sea mala, sino que no se sabe con certeza si va a resultar coste-efectiva'. Dado el punto de no retorno en el que parece encontrarse este proceso, 'solamente le pedimos a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid que siga muy estrechamente el funcionamiento de todas las entidades que conforman el sistema, y muy especialmente de las externalizadas'.