El Grupo de Trabajo de Reacreditación y Desarrollo Profesional de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) ha consensuado que sean siete las competencias transversales: Bioética, Comunicación Asistencial, Trabajo en equipo, Gestión de calidad y seguridad del paciente, Orientación al paciente y razonamiento clínico, Gestión clínica…
El Grupo de Trabajo de Reacreditación y Desarrollo Profesional de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) ha consensuado que sean siete las competencias transversales: Bioética, Comunicación Asistencial, Trabajo en equipo, Gestión de calidad y seguridad del paciente, Orientación al paciente y razonamiento clínico, Gestión clínica y orientación a resultados y Aspectos médico-legales de la profesión médica. “Con este consenso se ha conseguido que todas las sociedades científicas dispongan de unas competencias transversales homogéneas que eviten diferencias significativas, desarrollando un cuerpo común para el conjunto de las sociedades”, explica Benjamín Abarca, secretario de FACME y responsable de este grupo de trabajo, a EL MÉDICO INTERACTIVO.
Para llegar a este consenso se ha seguido la propuesta básica de la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud de 2012, con los apartados de ética y profesionalismo que corresponde a la validación periódica de la colegiación (VPC) y recertificación de las sociedades científicas (SSCC). Así, las actividades de tipo A comprenden competencias transversales comunes a todas las especialidades y competencias clínicas específicas de cada especialidad, preservando el peso en cada especialidad. La propuesta de puntuación es de un máximo de 10 puntos para las transversales y 50 puntos para las específicas y un mínimo de 5 puntos las transversales y 20 puntos las específicas.
Actividades de formación
Las actividades tipo B incluyen la formación médica continuada, con un máximo de 30 créditos, con un mínimo de 6, en un mínimo de 3 años diferentes, con un total de 20 puntos. Se mantienen esos 20 puntos para que por sí misma, con la formación, se pueda alcanzar este apartado B; la docencia, con un máximo de 100 horas lectivas, con un mínimo de 4 actividades, en un mínimo de 3 años diferentes o la acreditación de curso de formación en metodología docente y evaluación de competencias, con un total de 10 puntos; investigación, donde se recogen publicaciones, proyectos de investigación, comunicaciones científicas, documentos de consenso…, con un máximo de 6 aportaciones a valorar, lo que suman 10 puntos, y otros méritos, como son los premios, becas, sociedades científicas, actividades editoriales…, con un máximo de 6 aportaciones a valorar, que pueden llegar a sumar 10 puntos.
Benjamín Abarca recuerda que en el consenso se propone no incluir la formación, salvo que se haga de forma excepcional en alguna competencia en función de la especialidad, en el apartado A, dado que tiene su lugar propio en el apartado B, con un peso relevante que permite, cumpliendo con este objetivo, dar por alcanzado dicho apartado.
También hay que saber que si alguna especialidad propone la excepcionalidad de utilizar la formación como instrumento de evaluación del apartado A, esas actividades no podrían considerarse simultáneamente en el apartado B, ya que supondría contabilizarlas por partida doble. No obstante, si alguna especialidad así lo considerase, se podrían valorar los distintos tipos de complejidad y exigir cubrir competencias obligatorias que se marquen como prioridad 1.
Criterios de evaluación
A la hora de hacer la acreditación de las competencias transversales, se cuenta con unos instrumentos de evaluación. Abarca detalla cada uno de ellos. En Bioética se dará a elegir una de las siguientes posibilidades: informe de reflexión, informe de práctica clínica, consulta al comité de ética (si es el caso de la especialidad/si aplica), feedback 360º y formación(si es el caso de la especialidad/si aplica).
En la competencia de Comunicación asistencial, hay que optar por un informe de reflexión (si es el caso de la especialidad /si aplica), un feedback 360º y un informe de autoridad (jefe de servicio/gerente).
Por su parte, en Trabajo en equipo se escogerá entre feedback 360º, certificación de grupo de trabajo multidisciplinar (trabajando y en activo) e informe de autoridad (jefe de servicio/gerente). En Gestión de calidad y seguridad del paciente, se decantará entre notificación eventos adversos, informe de proyecto de mejora realizado, feedback 360º, reclamaciones (si es el caso de la especialidad/si aplica), acreditaciones en calidad o participación en proyecto de centro (si es el caso de la especialidad/si aplica). Las que se pueden elegir en Orientación al paciente y razonamiento clínico son el informe de reflexión, feedback 360º, reuniones/actividad con asociaciones de pacientes, consejo de salud o equivalente e informe de autoridad (evaluación de desempeño profesional por la institución a la que pertenece) (si es el caso de la especialidad / si aplica).
En Gestión clínica y orientación a resultados hay cuatro posibilidades: informe de resultados (con resultados), feedback 360º, ADX-productividad (cumplimiento de objetivos) e informe de autoridad. Aquí habría que acreditar un máximo de 2 actividades de más de 6 meses cada una.
Para la última, Aspectos médico-legales de la profesión médica, las opciones son informe de práctica clínica, feedback 360º y formación (a evaluar por las especialidades que lo proponen).
Abarca puntualiza que “el feedback 360º pese a ser una muy buena prueba para evaluar competencias parece muy compleja para aplicarla a la acreditación de profesionales ya en ejercicio. Pese a ello, se mantiene como opción alternativa, cuando así sea posible, incluso contemplando la posibilidad de con una prueba de feedback 360º abordar de forma conjunta varias de las competencias transversales propuestas”.