Existen controversias y diferencias entre las distintas guías sobre el manejo de la
dislipemia sobre todo en
prevención primaria. Dicha situación dificulta la toma de decisiones en la práctica habitual.
Los pacientes de alto
riesgo cardiovascular precisan una terapia más agresiva de
hipolipemiantes. Entre estos se encuentran los que tienen
diabetes mellitus tipo 1 o tipo 2, con lesión de órgano diana (como microalbuminuria), o con uno o más factores de
riesgo cardiovascular mayores. Esos pueden ser tabaquismo, hipertensión grave o hipercolesterolemia grave, insuficiencia renal crónica grave, con un filtrado glomerular estimado <30 ml/min/1,73 m
2.
Clasificación del riesgo
Los que presentan
dislipidemias familiares o tienen
hipertensión arterial grave.
En función del SCORE la estrategia
hipolipemiante será más agresiva. Generalmente con un SCORE >5% ya está indicada una
estatina alta potencia.
Es recomendable evaluar el
riesgo cardiovascular como paso previo a la administración de fármacos hipolipemiantes para ser lo más objetivos posibles en la toma de decisiones.
En función del
riesgo cardiovascular, el objetivo de LDL es diferente.
Prevención
De hecho, se recomienda establecer medidas de
prevención primaria con estatinas a dosis bajas-moderadas en pacientes sin
factores de riesgo cardiovascular con elevación de
colesterol por encima de sus objetivos individualizados. También se pueden emplear en pacientes intolerantes a mayor dosis o a
estatinas de mayor potencia.
Es difícil encontrar un paciente con
factores de riesgo cardiovascular en el que no se indique una
estatina. Sin embargo, existe un grupo de pacientes que tienen indicación pero pueden tener contraindicaciones claras para su uso, como son los que presentan miopatías o cirrosis hepática grave, y las mujeres que estén embarazadas o lactando.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Medicina General Pilar Álvarez Rocha, Ovidio Campano Hernández, Elena García Alonso, Alberto Domínguez Recio y la endocrinóloga Sara Gómez Rodríguez, de Valladolid.