“Los factores psicológicos pueden actuar como predisponentes o consecuentes en la obesidad”

La falta de reconocimiento de la obesidad como enfermedad, aunque sí lo tipifica la OMS, tiene unas implicaciones importantes. Los profesionales sanitarios son plenamente conscientes de que es una patología crónica y que debe ser tratada como tal. El hándicap es que tiene un tratamiento confuso y, muchas veces, desde el sistema sanitario público, los costes serían inasumibles de cara a dar tratamiento farmacológico a todas las personas que conviven con obesidad, lo que dificulta su reconocimiento como enfermedad. Es la opinión de Helena García, doctora en Psicología Clínica y de la Salud y experta en la adhesión al tratamiento, en el impacto de los estados emocionales en trastornos crónicos de salud y en el fomento de cambios en el estilo de vida, en la entrevista que ha mantenido con la directora de EL MÉDICO INTERACTIVO, Leonor Rodríguez, en La Ventana de EMI. La sección ha sido creada para tratar el abordaje de la obesidad a través de distintos profesionales implicados en el manejo de esta patología. Las evidencias científicas, “no es solo una cuestión de olfato clínico”, dejan claro el papel que juegan los aspectos psicológicos al regular los desequilibrios que supone la obesidad, no solo los físicos o genéticos. “Tenemos claro que los factores psicológicos pueden actuar como predisponentes o consecuentes, es una relación bidireccional. Hay que enmarcarlo en un modelo bio-psico-social porque hay una afectación de la salud biológica, de la dimensión psicológica y de la social; por eso, cualquier tratamiento que no contemple estas variables es absolutamente ineficaz”.

Diagnóstico motivacional

Los profesionales en Psicología que forman parte de la Unidad de Obesidad de un centro hospitalario tienen varias líneas de trabajo y una de ellas es el motivacional. Según apunta la doctora, “es un concepto complejo. Desde la Psicología de la Salud tenemos unas herramientas muy potentes para realizar este diagnóstico motivacional; de la misma forma que no se prescribiría un fármaco sin diagnóstico previo, ocurre lo mismo con los cambios de hábitos y estilos de vida. Para recetarlos debemos saber en qué punto del proceso está el paciente y, sobre todo, motivarle cuando la experiencia nos dice que flaquea, principalmente, en el mantenimiento”. La investigadora insiste en que la persona con obesidad tiene una enfermedad crónica, pero no es un paciente psicopatológico. “No es paciente de Salud Mental, aunque puede ocurrir que a su enfermedad añada sintomatología psicológica que le complique la vida. Hay herramientas en Psicología Clínica, como la activación conductual en quienes sufren depresión y ansiedad, que con técnicas de desactivación fisiológica les pueden ayudar; la incorporación de la familia en el tratamiento también es clave por la percepción de apoyo que puede tener el paciente”.

Estigma

Las personas con obesidad continúan siendo estigmatizadas por su aspecto físico. “Un estigma derivado de una mirada discriminatoria hacia lo diferencial, hacia lo que no cumple con los cánones normativos”. En esta línea, señala García que en la historia de la Medicina se han diferenciado entre enfermedades naturales y morales. “Las morales nos llevan a pensar en que el paciente tiene cierta culpa… Es un gran problema, porque lo único que se hace es castigarle, porque la obesidad es un tema complejo que, aunque la persona trabaje para controlar su peso, puede no conseguirlo. Además, no solo están los condicionantes personales, sino también los sociales, el contexto. En este sentido, los profesionales de la salud no lo hemos hecho bien”, reflexiona. Asimismo, resalta la importancia del ambiente social en el desarrollo de la obesidad. “Puedes tomar la decisión de cuidarte, pero si hay estímulos que compiten en tu entorno contra ello, no lo lograrás. Por eso, una técnica fundamental es el rediseño ambiental; hacer fácil lo difícil, que la persona con obesidad pueda manejar un poco los condicionantes del contexto. Por otro lado, tomar buenas decisiones en la alimentación es difícil, porque comer sano es caro”. Por ello, a juicio de la psicóloga, hay que invertir en políticas de salud pública, de prevención y promoción, “porque comer alimentos procesados, nocivos para el sistema cardiovascular, es mucho más barato”.

La biografía del paciente

La especialista diferencia entre salud biológica y biográfica, que es la que tiene que ver con los deseos, los miedos, los proyectos y las emociones. “Es donde trabajamos los psicólogos, con lo que es más subjetivo. En las patologías crónicas es fundamental despertar la sensibilidad en los médicos para que exploren en esta salud biográfica de los pacientes, que miren más allá de la analítica, de los marcadores objetivos”. García también alerta de la necesidad de prevenir la obesidad desde la infancia y aprender a cuidarse. “Un niño con obesidad no es un adulto pequeño al que le sobren muchos kilos. Con ellos hemos de trabajar en planes de cambio familiares, comenzar una escalada de alimentación correcta y de evitar dietas que al final son absolutamente iatrogénicas. Su terapia tiene que ver con la promoción de estilos de vida saludables, porque cuidarse es una cuestión de educación de valores en la familia y en la escuela. Debemos hacer grandes esfuerzos en educación primaria y secundaria y en la familia”, exhorta la experta.

Programas grupales

La doctora participó en un programa multidisciplinar, con carácter grupal, que pusieron en marcha en el Hospital Universitario La Paz (Madrid) en 2006, pionero en el país, para trabajar en una estrategia grupal de obesidad. Como aspectos a destacar, se trata de “un proyecto donde el paciente es tremendamente importante, porque en el abordaje de las enfermedades crónicas, los grupos juegan un gran papel; el soporte de un paciente con otro para su control es bueno, merece la pena”, explica por experiencia. Otro de los beneficios del proyecto es que es interdisciplinar, dentro de un programa de entrenamiento intensivo. Por eso, el paciente ha de tener un mínimo de motivación y el objetivo es que este se vuelva experto en el manejo de su enfermedad. Aunque en la Atención Primaria ya se trabaja mucho con grupos, considera importante remarcar “la necesidad de hacerlo en base a programas grupales interdisciplinares con propuestas de cambios sostenibles para que el paciente los pueda mantener”.

Entrevista accesible en La Ventana de EMI

La entrevista con la psicóloga Helena García ya está disponible en la sección de La Ventana de EMI: https://www1.elmedicointeractivo.com/obesidad/. En dicha sección también se encuentran publicadas las entrevistas realizadas a Mar Malagón, presidenta de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), y a Ana de Hollanda, coordinadora del Grupo de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).