La falta de adherencia al tratamiento farmacológico es un problema especialmente frecuente y relevante en la práctica clínica, sobre todo, en el tratamiento de enfermedades crónicas. Se estima que entre un 20-50 por ciento de los pacientes no toma sus medicaciones como están prescritas, aunque la tasa de incumplimiento varía significativamente según la patología, según se ha puesto de manifiesto en las IV Jornadas de Excelencia en Farmacia Hospitalaria, celebradas en Madrid y que organiza la Fundación Salud 2000 en colaboración con la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH).
El imparable aumento de las enfermedades crónicas está agravando este problema, con las consiguientes repercusiones a nivel clínico y económico.
Tal como ha expresado Carmen González Madrid, presidenta ejecutiva de la Fundación Salud 2000, 'la adherencia es de vital importancia, no solo por la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, sino también por el propio paciente, este debe ser el principal motor y autor de la gestión de su enfermedad, ayudado por todos los profesionales que conforman el sistema sanitario'.
Uno de cada tres no retira su medicación
La adherencia es el grado en que la conducta de un paciente se corresponde con las recomendaciones del personal sanitario, ha explicado el doctor José Luis Poveda, presidente de la SEFH. Sin embargo, la población, en especial, los pacientes crónicos, no cumplen con las recomendaciones pautadas. El experto ha acudido a las advertencias de la OMS, que señala que el 50 por ciento de los pacientes con enfermedades crónicas no cumple el tratamiento prescrito en los países desarrollados y a los datos del estudio Antares. Este indica que uno de cada dos olvida tomar su medicación. Tres de cada diez deja de tomarla una vez iniciado el tratamiento, y uno de cada cuatro toma una dosis menor de lo que le prescribe su médico.
Las causas de la no adherencia son varias. Entre las más destacadas están el propio paciente, pluripatológico; la complejidad del tratamiento; los efectos secundarios; o la existencia de multiprescriptores, entre otras. Por otro lado, también ha apuntado al copago como otro posible agente de la no adherencia y, según un metaanálisis realizado en otros países puede aumentar los incumplimientos un 11 por ciento, según Poveda.
Consecuencias económicas
Además de las consecuencias clínicas, la no adherencia provoca un coste estimado a los gobiernos europeos de 125.000 millones de euros anuales, y contribuye a unas 200.000 muertes prematuras de ciudadanos europeos cada año', recuerda Poveda. En España se aproximaría a los 11.250 millones anuales, siendo unas 18.400 las muertes evitables por esta causa.
Seguimiento del paciente
Por su parte, la doctora la doctora Olatz Ibarra, del Hospital Galdakao, en Vizcaya, ha insistido en realizar un buen seguimiento del paciente. Según Ibarra, el recuento de medicación es un procedimiento barato pero tedioso y ella aboga por utilizar otros como el de la medicación autoreportada, una opción que mejora la implicación del paciente quién entiende que la adherencia es importante. El registro de dispensación es, por su parte, el método más utilizado por la administración aunque tiene algunas limitaciones como la pérdida de información si se comparte medicación o se acude a otros centros sanitarios. Por último, señala que es importante acudir a los cuestionarios y apoyarlos con entrevistas para evitar las limitaciones como los sesgos de memoria o de respuesta.
Las jornadas han contado también con la participación de David Arias Arranz, paciente de esclerosis múltiple, quien ha demandado una mayor información por parte de los profesionales sanitarios y contacto con farmacia hospitalaria. 'En mi caso, nadie me explicó cómo debía medicarme, cuáles serían los efectos secundarios y cómo sobrellevarlos, o las interacciones con otros fármacos'. Asimismo, señaló que en la actualidad su tratamiento cuenta con un dispositivo muy útil de control de adherencia siempre y cuando alguien analice esos datos.