El dolor articular es dolencia que afecta a las articulaciones y es uno de los motivos más frecuentes en las consultas, sin embargo, faltan protocolos comunes de actuación entre Atención Primaria y Atención Hospitalaria para el manejo del mismo. Esta es la conclusión a la que llega el ‘Estudio RADAR: Ruta de Atención al paciente con Dolor Articular en España’, cuyo objetivo era estudiar la ruta asistencial del paciente con dolor articular en nuestro país, y para el que se ha realizado una encuesta a 363 profesionales de Atención Primaria y Atención Hospitalaria (de este último nivel, de servicios como Traumatología, Rehabilitación, Unidad de dolor o Geriatría).
Entre las conclusiones del mismo el 78 por ciento de los médicos encuestados procedentes de los dos niveles asistenciales, llegaban a la conclusión de esta falta de protocolos y de comunicación. Además constataban la ausencia de información necesaria en los informes clínicos para el seguimiento de pacientes con dolor crónico articular.
Además de la falta de protocolos comunes entre ambos niveles, el 46 por ciento de los médicos de Atención Primaria participantes en este trabajo de investigación afirma tener dificultades para comunicarse con el nivel hospitalario. En este sentido, consideran que la historia clínica electrónica y la utilización de protocolos conjuntos mejorarían el nivel de comunicación.
El estudio hace también hincapié en la necesidad de un abordaje temprano del dolor, el cual debe ser multiprofesional, es decir, debe implicar a enfermeras, fisioterapeutas y otros profesionales, además de los médicos, y con diferentes opciones complementarias (fármacos, ejercicio físico, descarga articular, etc.).
Poca participación y seguimiento
Los resultados del estudio han sido presentados durante la celebración del II Foro de Cronicidad organizado de forma conjunta entre la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG).
La encargada de presentar los mismos era Fátima Santolaya de SEMG, que explicaba que este estudio “nos da una visión mucho más amplia de la situación que, por ejemplo, nos permite saber que el 58 por ciento de los participantes consideraba que conocía el fenómeno de sensibilización central en el dolor crónico, aunque no de forma suficiente para tener repercusión clínica en su práctica diaria, y sólo el 38 por ciento de los profesionales lo conocen y manejan en su práctica diaria”.
De hecho, la realidad es que los médicos encuestados consideran que existe un pobre seguimiento de guías de manejo de dolor articular, siendo la más utilizada la guía de dolor de la OMS.
En este sentido, casi la totalidad de los participantes utilizaba el ejercicio como tratamiento no farmacológico para abordar el dolor articular, seguido por la educación del paciente sobre el dolor crónico. En el tratamiento farmacológico es donde se ve el mayor nivel de acuerdo entre los participantes: se reconoce que el tratamiento temprano del dolor articular tiene gran impacto sobre la funcionalidad del paciente y que debe adaptarse el tratamiento analgésico al tipo de dolor.
Faltan protocolos entre niveles asistenciales en el abordaje del dolor articular
Así se concluye en el Estudio RADAR, cuyo objetivo es ofrecer una visión de cómo se está realizando la valoración y seguimiento del dolor articular en nuestro país
El Médico Interactivo
30 de octubre 2018. 2:00 pm