Farmaindustria solicita, una vez más, un marco de referencia estable y predecible

La industria farmacéutica necesita un marco de referencia estable y predecible. Esta es una reivindicación histórica que Farmaindustria ha vuelto a poner sobre la mesa una vez más. Y así debería estar reflejado, en su opinión, en el Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica que el Gobierno ha anunciado para el primer trimestre del próximo año, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Pero no solo aquí, también en la Estrategia Farmacéutica Europea. En el XVII Seminario “Industria Farmacéutica & Medios de Comunicación”, del que ya ha informado EL MÉDICO INTERACTIVO, se ha incidido en que el farmacéutico es un sector estratégico, como ha evidenciado la pandemia. Una pandemia que ha dejado lecciones aprendidas y la puerta abierta a nuevas oportunidades. En este sentido, en la clausura del encuentro, el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, apuntaba a “un tren que aún no ha salido de la estación” y al que España aún se puede subir. “Podemos ser usuarios de la tecnología que generan otros o ser generadores de esos productos nuevos y de esas tecnologías”. Nuestro país ha sido líder en ensayos clínicos de tratamientos contra la COVID-19, recordaba. En este mismo sentido, Emili Esteve, director del Departamento Técnico, resaltaba en la jornada otro dato: en 2020 en España se llevaron a cabo 1.071 ensayos, en torno al 70 por ciento más que el año anterior. Para Humberto Arnés es importante trabajar en varias líneas, potenciando la investigación pública, pero también impulsando la colaboración con el sector privado. Y, como no, apostar por la investigación clínica. El director general se refería también a algo que ha estado presente en todo el encuentro: accesibilidad y sostenibilidad pueden compatibilizarse.

Plan Farmacéutico Europeo

El Plan Farmacéutico Europeo es otro de los temas que preocupa, y mucho, a Farmaindustria. Iciar Sanz, directora del Departamento de Internacional, destacaba algunos de sus aspectos positivos, al tiempo que apuntaba a la necesidad de un “enfoque holístico” del sector. En cuanto a las iniciativas perjudiciales “que ponen en riesgo la industria farmacéutica europea”, recordaba que los motores de la innovación son los derechos de propiedad industrial y los incentivos regulatorios, que irían a la baja con este nuevo plan europeo. Sanz los presentaba como “una amenaza para el modelo productivo de la industria farmacéutica innovadora”.

Fichas técnicas sin papel

En el encuentro con los medios de comunicación se abordó también un proyecto que se iniciará a principios del año próximo, y que pretende eliminar el formato papel de fichas técnicas y prospectos.  “Durante la pandemia se ha puesto de manifiesto que se puede prescindir de los prospectos y las fichas técnicas en papel”, señalaba Ana López de la Rica, directora asociada del Departamento Técnico. La Agencia Española del Medicamento, el Consejo de Farmacéuticos, la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria y varias compañías asociadas a Farmaindustria han puesto en marcha un proyecto en este sentido, de una duración de dos años, para los medicamentos de uso hospitalario. Entre las ventajas, aparte de la evidente de protección del medio ambiente, está el acceso al contenido actualizado en la Agencia Española del Medicamento. Además, el nuevo formato en código permitirá flexibilizar la cadena de suministros y reducir la carga burocrática de los reguladores a la hora de actualizar fichas y prospectos. Ana López también abordó un sistema que se está trabajando en Europa. Un estándar de información de producto semiestructurado que va a permitir un acceso más fácil a través de recursos electrónicos al prospecto y la ficha técnica. Así, se está desarrollando una herramienta capaz de transformar todos los prospectos autorizados en un formato común interoperable entre los sistemas de prescripción y webs que publiquen información de medicamentos. En el caso de España, el 80 por ciento de lo publicado en la página del CIMA está ya en ese formato semiestructurado, pendiente de un ajuste para que sea compartible con el europeo.