Para pacientes con trastornos que afectan al sistema hematopoyético como algunos cánceres y enfermedades hereditarias metabólicas o del sistema inmune
14 de noviembre 2011. 1:54 pm
Las autoridades del medicamento de Estados Unidos (FDA) han aprobado el uso de una terapia con células madre hematopoyéticas procedentes de sangre de cordón umbilical indicada para pacientes con trastornos que afectan al sistema de formación de la sangre. Se convierte así en la primera…
Las autoridades del medicamento de Estados Unidos (FDA) han aprobado el uso de una terapia con células madre hematopoyéticas procedentes de sangre de cordón umbilical indicada para pacientes con trastornos que afectan al sistema de formación de la sangre. Se convierte así en la primera terapia de su clase que obtiene esta licencia de uso.
El tratamiento, fabricado por el New York Blood Center, con sede en Nueva York, ha demostrado su seguridad y efectividad a través de los datos presentados a la FDA para obtener su licencia. No obstante, advierte en su embalaje de que su trasplante podría generar en el receptor problemas mortales, como los rechazos.
Por ello, es necesario realizar un seguimiento estricto de los pacientes que reciben esta terapia. La valoración del riesgo-beneficio y la administración de este producto de sangre de cordón deben realizarse bajo la supervisión de un médico con experiencia en el trasplante de células madre hematopoyéticas, advierte la FDA.
Según la directora del Centro para la Evaluación e Investigación Biológicas de la FDA, Karen Midthun, el uso de terapias de células madre hematopoyéticas procedentes de sangre de cordón umbilical ofrece opciones de tratamiento que podrían salvar las vidas de muchos pacientes con este tipo de desórdenes.
La sangre de cordón umbilical es una de las tres fuentes de células madre hematopoyéticas, que se usan en trasplantes. Las otras dos son la sangre de médula espinal y la sangre periférica. Una vez que las células madre hematopoyéticas se trasplantan al paciente, éstas migran a la médula espinal, donde se dividen y maduran. Tras madurar, van al torrente sanguíneo y allí pueden, parcial o totalmente, restaurar el número y las funciones de varias células sanguíneas, incluida su función inmune.
