La financiación y la planificación de los recursos humanos (RR.HH.) son algunos de los principales desafíos del Sistema Nacional de Salud para la legislatura 2019-2023. Las sociedades científicas y los profesionales sanitarios debemos liderar el proceso de profunda transformación que estamos viviendo, pues somos conocedores…
La financiación y la planificación de los recursos humanos (RR.HH.) son algunos de los principales desafíos del Sistema Nacional de Salud para la legislatura 2019-2023. Las sociedades científicas y los profesionales sanitarios debemos liderar el proceso de profunda transformación que estamos viviendo, pues somos conocedores del funcionamiento de los centros y servicios sanitarios, de la evidencia científica, y prestamos asistencia a los ciudadanos, comentaron Fernando Carballo, presidente de FACME, y Carlos Macaya, presidente de la Fundación IMAS.
En concreto, Fernando Carballo dijo que las sociedades científicas deben velar por las políticas establecidas con respecto al SNS: “Queremos manifestar nuestro compromiso de trabajar junto con todos los agentes implicados en la Sanidad para lograr superar con éxito los desafíos a los que ya se está enfrentando nuestro sistema sanitario público”. Por su lado, Carlos Macaya recalcó que el Sistema Nacional de Salud es “altamente eficiente y consigue unos resultados excelentes”, si bien es aconsejable estar alerta para mantener su sostenibilidad, tanto en el ámbito económico como en cuanto a la eficiencia y calidad. Según comentó, la infrafinanciación es uno de los principales problemas que tiene el SNS, y recordó que el Programa de Estabilidad Presupuestaria de España 2019-2022 prevé un gasto sanitario público del 6 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), que está muy alejado de países como Reino Unido o Suecia.
Precisamente en las jornadas intervino, por medio de un vídeo grabado, José Luis Escrivá, presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIREF), quien habló de ‘Los cambios necesarios de la Sanidad analizados desde fuera y desde dentro’. La AIREF ha analizado el Programa de Estabilidad y considera plausible ese porcentaje de incremento en el gasto sanitario (entre un 4 y un 6 por ciento, en función del aumento del PIB), si se produce una reforma del sistema de financiación autonómica que proporcionara mayores recursos a las CC.AA. “Nos parece sostenible mantener este gasto al mismo ritmo de crecimiento del PIB siempre y cuando se puedan reducir aquellas partes del gasto sanitario donde España está a nivel más alto que en países de nuestro entorno, singularmente en prescripción médica y gasto farmacológico, dejando espacio a aquellas áreas que deben ser más dinámicas”, explicó José Luis Escrivá.
La AIREF, según su presidente, evaluó la prescripción a través de recetas dispensadas en oficinas de farmacia y propuso al Gobierno “posibles ahorros significativos en distintos ámbitos del gasto farmacológico que dejarían espacio a otro tipo de gastos”. José Luis Escrivá recordó que el Gobierno “ha tenido en cuenta dichas propuestas y las ha recogido en el Programa de Estabilidad”.
Réplica de Farmaindustria
En el turno de preguntas, Martín Sellés, presidente de Farmaindustria, ironizó respecto al informe de la AIREF: “Parece que la solución fundamental para todo es reducir el gasto farmacéutico”. Desde Farmaindustria “no vamos a criticar este informe, sino que pedimos diálogo para encontrar las mejores soluciones. Cuando alguien tiene la responsabilidad de hacer un informe de este tipo, es bueno hablar con las partes afectadas, como en este caso es la industria, así como con las sociedades científicas e, incluso, los políticos que han dirigido la Sanidad durante los últimos años. Digo yo que algo sabrán al respecto”.
Al menos con Farmaindustria ese diálogo no se ha producido, y “nos hubiera gustado compartir con la AIREF algunos datos significativos”, señaló Sellés. “Básicamente, se ha producido una reducción del gasto farmacéutico en oficinas de farmacia y un incremento del gasto farmacéutico hospitalario, porque la innovación ha entrado fundamentalmente en este ámbito. La factura farmacéutica que estamos pagando en 2018 es similar a la de 2010, a pesar de factores como el incremento de la cronicidad y el envejecimiento de la población. Aproximadamente, el gasto farmacéutico es el 1,3 por ciento del PIB. Me parece complicado que pretendemos llegar al 7 por ciento a través de reducir unas décimas el gasto farmacéutico. En cualquier caso, el gasto farmacéutico per cápita en España es de los más bajos respecto a países de nuestro entorno”.
Por último, el presidente de Farmaindustria indicó que desde hace cuatro años ha firmado con el Gobierno del Partido Popular, en su momento, y después con el del Partido Socialista, un convenio por el cual la industria se compromete a que si el gasto farmacéutico crece más que el PIB del país (no el PIB nominal), la industria devuelve “euro por euro” todo ese crecimiento por encima del PIB real. “De hecho, en los primeros años nunca crecimos por encima del PIB real, y 2018 fue el primer año en el que ha ocurrido y ya hemos aprobado la devolución de 150 millones de euros. Por cierto, ahora nos preguntamos a dónde irá este dinero. Ojalá revierta en el sistema sanitario”.
En este sentido, Carlos Macaya mostró su preferencia por que el gasto farmacéutico no se referencie con respecto al PIB global, sino al gasto sanitario. “Si el gasto farmacéutico está igual que en 2008, las remuneraciones de los profesionales sanitarios son cerca de un 15 por ciento inferiores por los recortes”, dijo el presidente de la Fundación IMAS.
Gestión clínica, una iniciativa demonizada
“Favorecer la autonomía de gestión de los centros sanitarios públicos” fue una de las principales propuestas de Andrés Íñiguez, expresidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. En su opinión, un SNS más eficiente implica “una mayor responsabilización profesional, en ausencia de injerencias políticas”. También habló de la necesidad de establecer “órganos de gobierno que garanticen la transparencia y la rendición de cuentas públicas ante la sociedad, con control social y la participación de todos los agentes interesados”.
“También debemos financiar resultados, en lugar de financiar estructura. Es necesario incentivar la eficiencia por medio de contratos con objetivos explícitos. Una herramienta fundamental sería un sistema de información de los centros y los servicios sanitarios que permita su comparación con el resto de los centros del SNS”.
Además, Andrés Íñiguez se mostró partidario de cuidar la selección y renovación de los puestos de responsabilidad clínica basados en criterios objetivos, en la evidencia, así como en el cumplimiento de los objetivos, con una especial implicación activa de las sociedades científicas.
El jefe de Cardiología del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo sigue siendo un firme defensor de la gestión clínica en el SNS, “una iniciativa imprescindible, pero demonizada”. Según dijo, la gestión clínica es la transferencia de la capacidad y la responsabilidad de la toma de decisiones de gestión a los profesionales para mejorar la relación entre la calidad y el coste de los servicios. Entre los principales escollos, destacó la oposición de los sindicatos y algunos profesionales, las reticencias por parte de las gerencias hospitalarias, la indecisión de algunas consejerías y la deficiente formación en este ámbito de la gestión clínica”. Entre los aspectos positivos de esta forma de gestión, Íñiguez mencionó la promoción de una atención integral centrada en el paciente o la incorporación de un modelo de incentivos ligados a la calidad y la eficiencia.
La experiencia del paciente, indicador de calidad
En representación del Foro Español de Pacientes, Andoni Lorenzo habló de los indicadores de resultados, y recordó que la Asociación Médica Americana “ya considera la experiencia del paciente como indicador de calidad sanitaria”. En este punto, señaló los problemas de consenso y de coordinación que se han producido a la hora de realizar la digitalización de la historia clínica en todas las CC.AA., o la interoperabilidad entre las distintas autonomías. En este sentido, apuntó que la primera línea prioritaria de trabajo propuesta en la Estrategia de la Cronicidad del SNS ha sido la historia clínica electrónica compartida.
Por tanto, según el presidente del Foro Español del Pacientes, “si el foco debe ser el paciente, es necesario satisfacer sus necesidades”. Para comprobar que las necesidades del paciente son resueltas, “es imprescindible valorar su experiencia, es decir, medir los indicadores y establecer áreas de mejora”.
Desigualdades en salud
‘Los retos del SNS en la próxima legislatura’ fue otro de los temas abordados en las jornadas de IMAS-FACME, en una mesa moderada por Antonio Zapatero, jefe de Servicio de Medicina Interna del Hospital de Fuenlabrada (Madrid) y vicepresidente de FACME.
En su intervención, Benjamín Abarca, expresidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y secretario de FACME, analizó los determinantes sociales de las desigualdades en salud, y se refirió a la equidad como “un principio básico del SNS”, reconocido tanto en la Constitución Española como en la Ley General de Sanidad. En la práctica, las desigualdades son “sustanciales” entre las CC.AA., por ejemplo, en cuanto al gasto sanitario o respecto al número de empleados públicos en el ámbito sanitario. Además, Benjamín Abarca denunció “notables diferencias en la retribución de los profesionales entre los servicios de salud que pueden provocar flujos hacia determinadas autonomías en detrimento de otras”.
¿El SNS es equitativo?, se preguntó el secretario de FACME. “Los débiles instrumentos de cohesión y la escasa coordinación de los servicios de salud generan barreras al acceso de todos los ciudadanos a las prestaciones sanitarias públicas en condiciones de equidad”. Al igual que el representante del Foro Español de Pacientes, Benjamín Abarca también criticó la falta de una tarjeta sanitaria que acredite el derecho a las prestaciones del SNS en todo el territorio nacional, así como la falta de una historia clínica electrónica interoperable.
Entre las propuestas de FACME para lograr un sistema equitativo destacó la creación de una agencia autónoma, con estatuto independiente, de carácter científico, con activa participación de las sociedades científicas, que fuera responsable, entre otras medidas, de establecer criterios de calidad comunes para los servicios, técnicas y procedimientos del SNS. Además, la agencia debe establecer, en colaboración con las entidades profesionales, criterios de acreditación de las competencias profesionales del personal del SNS. Asimismo, planteó la necesidad de crear un Observatorio de Resultados del SNS como agencia con estatuto independiente y participación de las sociedades científicas.
Competencias profesionales
Por su lado, Pilar Garrido, presidenta del Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud (CNECS) y expresidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), analizó las competencias profesionales como “un elemento estratégico para garantizar la calidad”. Entre otros temas, valoró la evolución del RD de Troncalidad hasta su anulación en los tribunales el 21 de diciembre de 2016. Esta normativa surge “ante la necesidad de resolver la cuestión de los ámbitos competenciales de las profesiones sanitarias manteniendo la voluntad de reconocer simultáneamente los crecientes espacios competenciales compartidos interprofesionalmente y los muy relevantes espacios específicos de cada profesión”.
Según recordó, el objetivo no era determinar las competencias de unas y otras profesiones “de una forma cerrada y concreta, sino que establecía las bases para que se produjeran estos pactos entre profesiones, y que las praxis cotidianas de los profesionales en organizaciones crecientemente multidisciplinares evolucionaran de forma no conflictiva, sino cooperativa y transparente”. Entre los futuros retos, Pilar Garrido destacó la formación de los MIR y de los tutores de residentes.
Respecto al ámbito político, la presidenta del CNECS indicó que en el último Pleno del Consejo, celebrado en abril de 2019, se informó a los asistentes sobre el acuerdo con la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud (CRHSNS) respecto al cambio de regulación para aprobar el Programa Oficial de la Especialidad (POE). Dichos programas son elaborados por la Comisión Nacional de la Especialidad y, posteriormente, son aprobados por Orden Ministerial. Los POE especifican los objetivos cualitativos y cuantitativos y las competencias profesionales que debe cumplir el médico especialista en formación a lo largo de cada uno de los años de residencia.
Asimismo, el Consejo Nacional señaló una serie de competencias transversales genéricas y ha propuesto que cada autonomía defina cómo impartirlas. Asimismo, se organizaron reuniones con cada Comisión Nacional de la Especialidad con el objetivo de readaptar los objetivos POE a la “no troncalidad”, y se estableció la necesidad de crear un flujo online para las evaluaciones, con el objetivo de agilizar las resoluciones. Del ámbito autonómico depende la gestión de las unidades docentes. Finalmente, Pilar Garrido mencionó un nuevo borrador de un real decreto que regulará la formación sanitaria especializada.
Medición de resultados
En la misma mesa intervino Julian Pérez-Villacastín, jefe de la Unidad de Arritmias del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, quien realizó una serie de propuestas para mejorar la calidad y profesionalizar la gestión de la asistencia sanitaria. Para él también resultan fundamentales los sistemas de información, así como la medición de resultados.
En este sentido, se refirió al proyecto RECALCAR de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), que elabora un diagnóstico de situación sobre la asistencia cardiológica en España y desarrolla propuestas de políticas de mejora de la calidad y eficiencia en la atención al paciente con cardiopatía en el SNS. Este trabajo tiene dos vertientes: por una parte, se investiga la relación entre estructura y recursos con los resultados en la atención del paciente cardiológico.
Por otro lado, el Registro RECALCAR analiza, mediante una encuesta dirigida a los responsables, los recursos, actividad y calidad de las unidades asistenciales de Cardiología. En 2016 el Ministerio de Sanidad dio el visto bueno a este registro de Cardiología, que ha servido de inspiración para la creación de proyectos similares en otras especialidades, como Oncología Médica, Neumología y Cirugía Torácica o Medicina Interna.
Inversión en formación e investigación
Otra asignatura pendiente para la nueva legislatura es la inversión en formación y conocimiento, como expuso Héctor Bueno, del Servicio de Cardiología y Área de Investigación Cardiovascular del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid. En su opinión, el SNS debería mejorar la formación pre y post grado, tanto en el ámbito de los conocimientos como en “la resolución razonada” de problemas, así como en las competencias no clínicas. Este especialista manifestó que las Administraciones Públicas deberían “tomar la iniciativa en formación médica continuada”, mejorar el entrenamiento basado en simulación y fomentar la educación en cultura de resultados y calidad (eficiencia, propiedad, puntualidad o seguridad).
Héctor Bueno, que forma parte del Grupo Multidisciplinar de Investigación Cardiovascular Traslacional del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), también habló de la necesidad de realizar “un cambio del entorno de investigación e innovación dentro del SNS”, en referencia a su financiación, regulación, contratación, etc. Además, se mostró partidario de la promoción de la investigación, por ejemplo en el baremo y la carrera profesional, “sobre todo en intereses del SNS, como son los resultados, la calidad, la seguridad, la eficiencia o los nuevos modelos asistenciales.
Además, el Sistema Nacional de Salud debería invertir en “plataformas de incubación e innovación” centradas en sus necesidades, como la interacción entre clínica, academia, investigadores, inversores, etc. Finalmente, el Dr. Bueno apuntó la necesidad de crear un programa de análisis y estudio sobre la sostenibilidad del sistema basada en innovación disruptiva para el sistema sanitario.
Manifiesto: Los Retos del Sistema Nacional de Salud en la Próxima Legislatura (2019-2023) El desarrollo de una política de recursos humanos (RR.HH.) “basada en el desarrollo de competencias profesionales” es una de las peticiones del ‘Manifiesto: Los Retos del Sistema Nacional de Salud en la Próxima Legislatura (2019-2023)’, presentado durante la Jornada IMAS-FACME. Este manifiesto, avalado por el Foro de la Profesión Médica, enumera doce propuestas para mejorar la eficiencia y la calidad del sistema sanitario, así como para garantizar la disponibilidad de recursos y una atención adaptada a los cambios demográficos y tecnológicos de la sociedad actual. El documento apunta la necesidad de realizar “un profundo cambio en la gestión de los recursos humanos, con una estrecha colaboración entre las sociedades científicas y las administraciones públicas”. Asimismo, invita a implantar la gestión clínica, lo que supondría transferir a los profesionales la capacidad y la responsabilidad de la toma de decisiones de gestión. La finalidad sería mejorar la relación entre la calidad y el coste de los servicios, y también para fomentar la autonomía y responsabilidad de los profesionales. Los doce apartados del Manifiesto son: 1 Impulsar una estrategia nacional en salud poblacional. 2 Implantar modelos de atención sistemática a los pacientes con enfermedades crónicas complejas. 3 Mejorar la experiencia del paciente y modificar la gestión y la organización del modelo asistencial. 4 Incentivar el desarrollo de soluciones locales, descentralizar la gestión. 5 Desarrollar una política de recursos humanos basada en el desarrollo de competencias profesionales, con la colaboración entre las sociedades científicas y las administraciones públicas. 6 Incorporar el SNS al modelo productivo español mediante el fomento de la investigación, desarrollo e innovación. 7 Desarrollar una estrategia para la evaluación e incorporación de la digitalización: tarjeta sanitaria individual básica y común para todo el SNS, historia digital compartida para el SNS, receta electrónica interoperable y libre circulación de pacientes en el SNS con sistema de compensación entre Servicios de Salud. 8 Enfocar el SNS en valor y resultados más que en actividad y crear el Observatorio de Resultados del SNS. 9 Crear la Agencia de Calidad del SNS, con la participación de las sociedades científicas. 10 Incrementar el gasto sanitario público al nivel de los países de la Unión Europea. 11 Dotar a los centros sanitarios de órganos de gobierno que garanticen la transparencia y despolitizar su gestión. 12 Implantar la gestión clínica, transfiriendo capacidad y responsabilidad de la toma de decisiones de gestión a los profesionales. Fusión de fundaciones Fernando Carballo y Carlos Macaya anunciaron “la fusión” de la Fundación Instituto para la Mejora de la Asistencia Sanitaria y la Fundación de la Federación de Asociaciones Científico-Médicas, aprobada por los patronatos de las organizaciones constituyentes a finales de diciembre de 2018. La nueva Fundación IMAS FACME “pretende ser una plataforma que impulse la labor de las sociedades científicas en el ámbito de la formación, la investigación, sobre todo en resultados en salud, y la gestión clínica”. La documentación requerida fue trasladada al Protectorado de Fundaciones de la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes y se espera que se constituya a todos los efectos antes de fin de 2019. Fernando Carballo, presidente de FACME, explicó que los médicos viven “en primera persona la actualización permanente, la evaluación continuada en los congresos y publicaciones científicas y los cambios en las necesidades de la población que acude al sistema sanitario”. “No podemos estar al margen de las políticas establecidas con respecto al sistema de salud y queremos trabajar junto con todos los agentes implicados en la Sanidad”. Por su parte, Carlos Macaya, presidente de la Fundación IMAS, comentó que la formación y la investigación constituyen los cimientos de esta entidad, que nació en 2013. “Desde la Fundación IMAS ya estamos trabajando en todas estas iniciativas que desarrollará la nueva Fundación, pero consideramos que FACME, como aglutinador de todas las sociedades científicas, es el marco idóneo para ofrecer dicho servicio”.
Manifiesto: Los Retos del Sistema Nacional de Salud en la Próxima Legislatura (2019-2023) El desarrollo de una política de recursos humanos (RR.HH.) “basada en el desarrollo de competencias profesionales” es una de las peticiones del ‘Manifiesto: Los Retos del Sistema Nacional de Salud en la Próxima Legislatura (2019-2023)’, presentado durante la Jornada IMAS-FACME. Este manifiesto, avalado por el Foro de la Profesión Médica, enumera doce propuestas para mejorar la eficiencia y la calidad del sistema sanitario, así como para garantizar la disponibilidad de recursos y una atención adaptada a los cambios demográficos y tecnológicos de la sociedad actual. El documento apunta la necesidad de realizar “un profundo cambio en la gestión de los recursos humanos, con una estrecha colaboración entre las sociedades científicas y las administraciones públicas”. Asimismo, invita a implantar la gestión clínica, lo que supondría transferir a los profesionales la capacidad y la responsabilidad de la toma de decisiones de gestión. La finalidad sería mejorar la relación entre la calidad y el coste de los servicios, y también para fomentar la autonomía y responsabilidad de los profesionales. Los doce apartados del Manifiesto son: 1 Impulsar una estrategia nacional en salud poblacional. 2 Implantar modelos de atención sistemática a los pacientes con enfermedades crónicas complejas. 3 Mejorar la experiencia del paciente y modificar la gestión y la organización del modelo asistencial. 4 Incentivar el desarrollo de soluciones locales, descentralizar la gestión. 5 Desarrollar una política de recursos humanos basada en el desarrollo de competencias profesionales, con la colaboración entre las sociedades científicas y las administraciones públicas. 6 Incorporar el SNS al modelo productivo español mediante el fomento de la investigación, desarrollo e innovación. 7 Desarrollar una estrategia para la evaluación e incorporación de la digitalización: tarjeta sanitaria individual básica y común para todo el SNS, historia digital compartida para el SNS, receta electrónica interoperable y libre circulación de pacientes en el SNS con sistema de compensación entre Servicios de Salud. 8 Enfocar el SNS en valor y resultados más que en actividad y crear el Observatorio de Resultados del SNS. 9 Crear la Agencia de Calidad del SNS, con la participación de las sociedades científicas. 10 Incrementar el gasto sanitario público al nivel de los países de la Unión Europea. 11 Dotar a los centros sanitarios de órganos de gobierno que garanticen la transparencia y despolitizar su gestión. 12 Implantar la gestión clínica, transfiriendo capacidad y responsabilidad de la toma de decisiones de gestión a los profesionales. Fusión de fundaciones Fernando Carballo y Carlos Macaya anunciaron “la fusión” de la Fundación Instituto para la Mejora de la Asistencia Sanitaria y la Fundación de la Federación de Asociaciones Científico-Médicas, aprobada por los patronatos de las organizaciones constituyentes a finales de diciembre de 2018. La nueva Fundación IMAS FACME “pretende ser una plataforma que impulse la labor de las sociedades científicas en el ámbito de la formación, la investigación, sobre todo en resultados en salud, y la gestión clínica”. La documentación requerida fue trasladada al Protectorado de Fundaciones de la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes y se espera que se constituya a todos los efectos antes de fin de 2019. Fernando Carballo, presidente de FACME, explicó que los médicos viven “en primera persona la actualización permanente, la evaluación continuada en los congresos y publicaciones científicas y los cambios en las necesidades de la población que acude al sistema sanitario”. “No podemos estar al margen de las políticas establecidas con respecto al sistema de salud y queremos trabajar junto con todos los agentes implicados en la Sanidad”. Por su parte, Carlos Macaya, presidente de la Fundación IMAS, comentó que la formación y la investigación constituyen los cimientos de esta entidad, que nació en 2013. “Desde la Fundación IMAS ya estamos trabajando en todas estas iniciativas que desarrollará la nueva Fundación, pero consideramos que FACME, como aglutinador de todas las sociedades científicas, es el marco idóneo para ofrecer dicho servicio”.