El ‘fitness inmunológico’ consiste en entrenar al sistema inmunitario para mejorarlo y ralentizar su deterioro debido a la inmunosenescencia
20 de octubre 2022. 11:20 am
Un artículo de Open Respiratory Archives recomienda a los adultos con enfermedades respiratorias poner en práctica el fitness inmunológico. Este consiste en poner el sistema inmune a punto mediante la adopción de buenos hábitos de vida y llevando todas las vacunas al día. No solo…
Un artículo de Open Respiratory Archives recomienda a los adultos con enfermedades respiratorias poner en práctica el fitness inmunológico. Este consiste en poner el sistema inmune a punto mediante la adopción de buenos hábitos de vida y llevando todas las vacunas al día. No solo las pediátricas, sino poniendo especial atención a las vacunas en adultos. Incluidas las de la gripe, la neumonía y la COVID-19. El objetivo de estas medidas es ralentizar el envejecimiento progresivo del sistema inmune que ocurre por el avance de la edad. Es decir, el proceso conocido como inmunosenescencia.
La pandemia de la COVID-19 nos ha recordado que hay dos conceptos muy importantes para tener un sistema inmune en buena forma y así preservar la salud: uno de ellos es la inmunosenescencia o deterioro gradual del sistema inmunológico”. Así lo explica Felipe Villar-Álvarez, neumólogo, primer firmante del artículo, director científico de la revista Open Respiratory Archives y miembro de SEPAR.
Este se asocia con una capacidad reducida para responder a las infecciones y desarrollar una memoria inmunológica a largo plazo. Algo clave en el desarrollo de enfermedades respiratorias comunes en las personas mayores, como el asma, la EPOC, la enfermedad intersticial difusa y las infecciones respiratorias en los mayores.
Practicar fitness inmunológico
Ante esta situación, el fitness inmunológico se traduce en adoptar hábitos de vida saludables para “entrenar”. Esto mejora la capacidad de nuestro sistema inmune para defenderse de las infecciones.
No obstante, actualmente los científicos saben que los hábitos saludables que deben adoptarse para ralentizar el proceso de inmunosenescencia son los siguientes: buenos hábitos alimentarios; buenas relaciones sociales; no fumar; limitar el consumo de alcohol; hacer ejercicio; controlar los niveles de estrés y establecer un correcto programa de vacunación, según sintetizan los autores del artículo en sus conclusiones.
Asimismo, el trabajo señala que los adultos deben ponerse las vacunas de la gripe, antineumocócicas y de la COVID-19, frente a la tos ferina cada 10 años, y contra el herpes zóster, entre otras.