La Federación Nacional de Clínicas Privadas señala que las compañías y el modelo en sí deben aplicar aumentos presupuestarios a los centros sanitarios y a sus profesionales ya que sin el proveedor sanitario privado el modelo no puede existir
20 de marzo 2012. 2:52 pm
La Federación Nacional de Clínicas Privadas se ha reunido con MUFACE. Una primera toma de contacto de la patronal con la Mutualidad General de Funcionarios Civiles en la que la se debatieron las preocupaciones y diferentes puntos de vista del sector sobre el modelo MUFACE….
La Federación Nacional de Clínicas Privadas se ha reunido con MUFACE. Una primera toma de contacto de la patronal con la Mutualidad General de Funcionarios Civiles en la que la se debatieron las preocupaciones y diferentes puntos de vista del sector sobre el modelo MUFACE. La Federación valoró muy positivamente el modelo y el apoyo de esta administración hacia el mismo, aunque mostró su preocupación por la no aplicación por parte de las compañías aseguradoras a los centros sanitarios del aumento presupuestario que ha tenido el modelo en los últimos años.
Según la Federación, las compañías y el modelo en sí deben aplicar aumentos presupuestarios a los centros sanitarios y a sus profesionales ya que sin el proveedor sanitario privado el modelo no puede existir. Gustavo Blanco, director de MUFACE, transmitió su interés por conocer el punto de vista de los proveedores de la Sanidad privada, agradeció la visita y remarcó el apoyo del modelo que está realizando el Gobierno en momentos tan complicados como los actuales.
Gabriel Uguet, presidente de la FNCP, transmitió igualmente la apuesta permanente de la Federación por un modelo que cuenta con una gran satisfacción del asegurado, recordando que más de un 85 por ciento de los mutualistas elige ser atendido por la Sanidad privada y que el modelo supone un importante ahorro y descarga para la Sanidad pública.
El modelo MUFACE que junto con MUGEJU e ISFAS suman cerca de 2 millones de funcionarios, supone un ahorro para el Gobierno de cerca de 850 euros por mutualista al año, es decir, un ahorro anual directo para el Estado de 1.700 millones de euros, que establece mediante este modelo un coste fijo por la prestación sanitaria recibida por los funcionarios, una reducción de las listas de espera de Sistema Nacional de Salud y un servicio que garantiza la máxima calidad para sus usuarios por el control que realizan las administraciones.
Por otra parte, la agilidad en la atención al paciente que tiene el sector privado y que se aplica en el modelo supone un importante ahorro adicional para la Administración pública, ya que se reducen sustancialmente las bajas laborales al evitarse las importantes listas de espera del sistema sanitario público, señalan desde la Federación.