La formación continuada sigue siendo uno de los caballos de batalla de la profesión médica, y también de los médicos residentes, por ello este año volvía a tener lugar la V Jornada Aquarius de Formación en Gastroenterología, en la que además de tratar temas tan relevantes como la importancia de la hidratación, la actividad física y la salud, parte de las ponencias de diversos expertos se centraron en la formación sobre el diagnóstico en las enfermedades relacionadas con el aparato digestivo.
Una de las conclusiones alcanzadas en este foro venía de la mano de Enrique Pérez Cuadrado, jefe de la Unidad Asistencial de Aparato Digestivo del Hospital Morales Meseguer de Murcia, que afirmaba que 'la cápsula endoscópica y la enteroscopia flexible van a ser las técnicas de exploración del intestino delgado más importante hoy en día'. De esta manera afirmaba, que el intestino delgado, ese órgano a veces algo olvidado, es totalmente accesible gracias a estos dos instrumentos, puesto que sin duda 'la cápsula es el patrón oro en diagnóstico y la enteroscopia de doble balón lo es en el ámbito terapéutico'. Igualmente incidía en la necesidad de contar durante todo momento de la exploración con un equipo médico, contando siempre con los cirujanos, porque siempre hay que estar alerta ante cualquier complicación o hemorragia encontrada, así como contar con el apoyo del servicio de radiología.
Sobre cuestiones más específicas, como es el hepatocarcinoma, María José Devesa, del servicio de Aparato Digestivo del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid, explicaba que se trata de un problema creciente, puesto que la incidencia global va en aumento y ya es el sexto tumor más frecuente, y la tercera causa de muerte por cáncer. Para poder luchar contra esta incidencia, son muy importantes los programas de cribado. En España, según la experta, 'el 50 por ciento de los hepatocarcinomas se han detectado dentro de estos programas de cribado', para lo que resulta fundamental controlar a los grupos de riesgo que marcan las guías tanto americanas como europeas. Precisamente, otro punto importante es el de la lucha contra los factores de riesgo, véase el alcohol, el tabaco, la obesidad, los no vacunados frente a la hepatitis B, y el tratamiento antiviral, y de hecho, según Devesa 'lo será más en los próximos años', para lo cual resultan un avance la posibilidad de diagnóstico precoz con métodos no invasivos como la ecografía semestral en población de riesgo. Otro dilema es el de que hacer a la hora de valorar las opciones de tratamiento, y más concretamente, el de 'valorar si se puede trasplantar a los pacientes que están más allá de los criterios de Milán'. En este sentido, la doctora explicaba que la opción, sobre todo para pacientes el lista de espera para un trasplantes que hayan empeorado, es la de aplicar los tratamientos para intentar reducir el hepatocarcinoma y así acercar nuevamente sus parámetros a estos criterios.
El reflujo gastro-esofágico en el embarazo
Aproximadamente un 16 por ciento de la población general española padece de reflujo gastro-esofágico (ERGE), pero en las embarazadas la incidencia es muy superior a la de la población general, y de hecho, si se estudia el fenómeno en cada uno de los trimestres, se observa que existe un aumento progresivo, valorando que se da en un 20 por ciento en el primer trimestre, en un 30 en el segundo y en un 40 en el tercero. Sobre todo ello hablaba Vicente Garrigues Gil, del servicio de Medicina Digestiva del Hospital Universitario y Politécnico de La Fe de Valencia.
Dada la condición especial de las embarazadas, es importante tener claro qué criterios seguir a la hora de realizar un diagnóstico y poner un tratamiento. En este sentido, Garrigues recomendaba la endoscopia, como método diagnóstico, ya que 'es segura en una monotorizaión y con una premedicación adecuada'. En cuanto al tratamiento, este debe ser escalonado, teniendo en cuenta como primera medida siempre unos cambios dietéticos y de estilo de vida, así como la prescripción de antiácidos. En casos de molestias más severas, es preferible recurrir a antagonistas receptores H2, para el cual el más seguro y eficaz ha demostrado ser la ranitidina, mientras que en el caso de los inhibidores de la bomba de protones, no tan experimentados, parece que el más seguro es el omeprazol.